Los inversores se posicionan para una nueva ola de estímulos

Miles de millones de dólares fluyeron hacia los bonos soberanos frente a las señales de la desaceleración. Los bancos centrales ya empezaron a tomar medidas en respuesta a las nubes de tormenta que se aproximan.

Los inversores se están anticipando a una nueva ola de medidas de estímulo apuntadas a impulsar el crecimiento, mientras la Casa Blanca informó que analiza una nueva ronda de recortes de impuestos para reactivar la economía.

Los banqueros centrales se reúnen hoy en el encuentro anual Jackson Hole en Wyoming mientras las señales de advertencia provenientes de los mercados financieros se agregan a la creciente presión para dar con maneras de sostener la economía global.

Una parte clave de la curva de rendimiento estadounidense, que refleja las expectativas del mercado en cuanto a las futuras tasas de interés, la semana pasada se invirtió por primera vez desde el verano boreal de 2007, una medición que muchos ven como un gran indicador de recesión.

Los datos débiles provenientes de varios países, como Alemania y China, alimentaron los temores a que la economía global esté perdiendo ritmo.

Frente a la preocupación por la economía, los inversores huyeron hacia la seguridad de los bonos soberanos, lo que hizo caer los rendimientos a mínimos récord y elevó a u$s 16 billones la acumulación de deuda que ofrece tasa de interés negativa. La semana pasada, el rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense a 30 años cayó por debajo de 2% por primera vez, mientras que en Europa, varios países no tienen deuda soberana que se negocie con rendimientos positivos.

"Existe el riesgo de que nunca más se pueda obtener un rendimiento positivo sobre un activo seguro, por lo tanto hay que comprarlos ahora mientras haya," dijo Gareth Colesmith, director de tasas globales en Insight Investment.

Los inversores colocaron casi u$s 500.000 millones en fondos mutuos de renta fija en el primer semestre de este año, según Morningstar, el ritmo más rápido en al menos una década.

Como resultado, el precio de la deuda de países con alta calificación trepó un promedio de 6,4% en lo que va del año, lo que coloca al 2019 en camino a registrar el alza más sólida para una clase de activo desde 1995, según el índice de bonos de ICE BofA Merrill Lynch

"Los mercados tienen un apetito insaciable por un ablandamiento monetario", dijo Nicola Mai, gestor de carteras en Pimco de Londres. "No interesa lo que hagan los bancos centrales, ellos quieren más".

La agencia de calificaciones S&P Global advirtió la semana pasada que estaba en "alerta" por la economía estadounidense y ahora ve una probabilidad de uno en tres de que el mercado más grande del mundo caiga en recesión el año próximo.

Sin embargo, Larry Kudlow, el asesor económico de la Casa Blanca, insistió en que la economía norteamericana está "en muy buenas condiciones", diciendo a Fox News: "No veo para nada una recesión".

Los bancos centrales ya empezaron a tomar medidas en respuesta a la tormenta económica que se aproxima. Más de una tercera parte de los bancos centrales ablandaron la política monetaria en los últimos seis meses, el giro más abrupto desde 2009, según Fitch Ratings.

Con tasas de interés en todo el mundo ya en mínimos récord o cerca de esos niveles y con muchos bancos centrales aún aplicando programas de estímulo pos-crisis o informando que están por reiniciar los esfuerzos de estímulo, algunos economistas sostienen que sus opciones son muy limitadas.

James Stock, economista político de la universidad de Harvard, dijo que la Reserva Federal de Estados Unidos habitualmente responde a una recesión con recortes de tasas de cinco puntos porcentuales. Pero esta vez "no tenemos cinco puntos porcentuales", concluyó

Traducción : Mariana Oriolo

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