Líderes de la UE discuten mientras se profundiza la crisis política en Italia

Fue evidente ayer la confusión en Europa y las tensiones derivadas de la profundización de la crisis política en Italia mientras algunas de las grandes figuras de la UE conversaban sobre cómo responder.

Günther Oettinger, comisario europeo alemán, insinuó que la turbulencia en los mercados, con los rendimientos de los bonos italianos en sus niveles más altos en años, ejercerá una saludable disciplina pro europea sobre los votantes italianos cuando enfrenten una segunda elección sin precedente dentro de un mismo año calendario.

"Mi preocupación y expectativa es que en las próximas semanas los acontecimientos en los mercados, en los bonos y en la economía de Italia sean de tal alcance que se puedan convertirse en una señal a los votantes italianos de que no deben votar a los populistas ni de derecha y ni de izquierda", dijo Oettinger.

Sin embargo, rápidamente Donald Tusk, presidente del consejo de la UE, le respondió por Twitter a Oettinger. "Por favor, respete a los votantes. Nosotros estamos para atenderlos, no para sermonearlos", tuiteó.

Detrás de los argumentos, fue evidente en Bruselas, París y Berlín que cualquier alivio tras el derrumbe del gobierno populista en Roma se moderó frente a la preocupación sobre qué viene luego en la tercera economía de la eurozona y, por extensión, en el bloque mismo.

"El problema surge si la crisis expone profundas divisiones subyacentes dentro de la eurozona sobre su dirección futura", dijo Laurence Boone, economista jefe de Axa y ex asesor del presidente francés François Hollande. "Quizás podríamos permitirnos eso con Grecia, pero no con Italia".

A los funcionarios del gobierno de la UE les gustó que el presidente italiano Sergio Mattarella se negara a aceptar como ministro de Finanzas a Paolo Savona, un economista que en 2015 pidió al gobierno italiano diseñar un "plan B" para salir de la eurozona.

Esa decisión provocó la caída del gobierno tentativo formado por el Movimiento Cinco Estrellas y Liga Norte, el partido nacionalista de extrema derecha.

Emmanuel Macron, el presidente de Francia, le dio la bienvenida al "coraje" y "gran espíritu de responsabilidad" de Mattarella.

Los líderes de la UE están a sólo semanas de una reunión crucial donde el bloque discutirá una serie de reformas diseñadas para que la eurozona sea más "a prueba de crisis".

Para el gobierno francés, una designación de Savona habría provocado que Berlín sea más reacio a aceptar las medidas que quiere Francia, para que los estados miembro de la eurozona compartan riesgos.

A los economistas también les preocupa que la agitación en Italia reviva las divisiones entre el norte de Europa más próspero y fiscalmente conservador y el sur más endeudado, en vez de fortalecer la unidad.

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