La crisis concentró a la banca mundial de inversión en sólo dos jugadores

Morgan Stanley y Goldman Sachs son los únicos dos sobrevivientes entre los grandes luego del crack financiero de 2008 y la implementación de de nuevas regulaciones

Frente a una estricta reglamentación post-crisis, la mayoría de los jugadores más importantes recortaron sus unidades de banca de inversión y se volcaron a actividades menos riesgosas, tales como la gestión de patrimonios. Pero los que quedan siguen obteniendo buenos rendimientos.

Y finalmente solo quedaron dos. Después de años de recortes de empleo y reorganizaciones, la mayoría de los bancos de inversión más grandes del mundo hoy se dedican poco y nada a la banca de inversión. De los 10 bancos mundiales más grandes, los ingresos de solo dos -Goldman Sachs y Morgan Stanley- siguen proviniendo mayormente de operaciones de banca de inversión, mientras que antes de la crisis financiera global eran seis los bancos que obtenían sus ingresos de esta actividad.

Este nuevo panorama refleja la drástica retirada de los titanes bancarios de Europa después de sufrir pérdidas catastróficas durante la crisis y luego enfrentar presión regulatoria para renunciar a actividades riesgosas. Son una fuerza muy reducida en actividades de banca de inversión tradicionales como liderar ofertas públicas iniciales de acciones, fusiones y adquisiciones o la venta de la deuda de empresas, así como en otras actividades como ayudar a clientes en la negociación de acciones y bonos y crear productos financieros como derivados.

Los grandes bancos de Estados Unidos, frente a presiones regulatorias y pérdidas propias, también recortaron sus operaciones en este sector, y desde la crisis el personal se redujo en casi 30% (40.000 empleados), en las unidades de banca de inversión de los cinco bancos mundiales que revelan cifras.

Un análisis realizado por el Financial Times revela la magnitud de la reestructuración en los más grandes prestamistas del mundo, que los dejó con bancas de inversión mucho más chicas y con muy poco en común.

La banca privada y la gestión de patrimonios reemplazaron las divisiones de banca de inversión como los grandes centros de beneficios en algunos bancos mundiales, mientras que otros se están reposicionando como prestamistas internos alejados de los riesgos de las altas finanzas. Ambas estrategias exigen menos recursos financieros que la banca de inversión, un sector en el que los requisitos aumentaron vertiginosamente luego de una ola de reglamentaciones post-crisis. También generan ganancias más estables.

UBS, el banco más grande del mundo en términos de activos antes de que azotase la crisis financiera, siguió el camino de la gestión de patrimonios como parte de un cambio radical que comenzó poco después de la crisis, pero que se aceleró a fines de 2012, cuando el banco suizo anunció su retiro de la renta fija. Sus negocios de banca de inversión generaron ingresos de 2400 millones de francos suizos en el segundo trimestre de este año: una cifra muy alejada de los 6200 millones de francos suizos registrados en el segundo trimestre de 2007, un año antes de que la quiebra de Lehman Brothers desatase la crisis.

El plan es concentrarse en áreas de la banca de inversión que pongan en riesgo menos del capital propio de UBS y atraer un tratamiento regulatorio más favorable. Dentro de esta banca de inversión más reducida, casi la mitad de sus ingresos del segundo trimestre provino de ayudar a clientes en la negociación de acciones, y otro 30%, de actividades de banca de inversión tradicionales como asesoramiento a clientes, mercados de capitales y mercados de deuda. El perfil es muy diferente de otros bancos de inversión, que aún obtienen gran parte de sus ingresos de honorarios por operaciones de renta fija y la venta de productos como derivados.

"No hay una misma receta que funcione para todos, se puede ser exitoso de diferentes maneras", sostiene Andrea Orcel, director de la banca de inversión -sujeta a una restructuración significativa- de UBS.
Otros siguen trabajando para reducir el tamaño de sus bancas de inversión. Barclays ya hizo algunos recortes y prometió más bajo la dirección de su presidente ejecutivo, John McFarlane, como también el Deutsche Bank, que está terminando un nuevo plan estratégico bajo la dirección de su codirector ejecutivo, John Cryan. El nuevo director ejecutivo de Credit Suisse, Tidjane Thiam, también está revisando la estrategia de banca de inversión.

Si bien es uno de los dos bancos de inversiones más grandes que quedan, Morgan Stanley se diversificó en corretaje minorista con la compra de Smith Barney. James Gorman, director ejecutivo del banco, declaró el año pasado que "el sector de banca de inversión a todos los efectos y propósitos ha desaparecido".

No obstante, Colm Kelleher, jefe de la línea de negocios de valores institucionales, afirma que la amplia banca de inversión "seguirá generando aproximadamente la mitad de nuestras ganancias". Y agrega: "Estos negocios desempeñan un papel importante en el funcionamiento de la economía mundial y son fundamentales para generar crecimiento".

JPMorgan Chase eliminó casi 25.000 puestos de trabajo de su banca de inversión desde mediados de 2007, pero la división sigue empleando alrededor de 50.000 personas... más que el personal completo de Goldman Sachs o Credit Suisse, y poco menos de los 56.000 empleados de Morgan Stanley.

Un tercio de los ingresos de JPMorgan proviene de su división de banca corporativa y de inversión. Cerca del 20% de los ingresos de esa división provienen de la banca de inversión tradicional: el resto se concentra principalmente en valores de renta fija y variable. Daniel Pinto, jefe de la unidad, sostiene que la misión es ofrecer "una completa plataforma bancaria global a los clientes". Y agrega: "Reconocemos que es una estrategia cada vez menos habitual entre los bancos de inversión líderes, pero el tamaño y la escala de JPMorgan nos coloca en un lugar distintivo para lograrlo".

En el Bank of America, la adquisición en 2009 de Merrill Lynch permitió la creación de un grupo que obtiene alrededor del 40% de los ingresos a partir de sus unidades de mercados y banca global, con una base de ingresos diferente a las de UBS y Morgan Stanley. "Cuesta bastante tener un denominador común," afirma Christian Meissner, jefe del sector de banca de inversión y corporativa. "Diferentes entornos regulatorios, operativos y comerciales están forzando a los bancos a tomar distintas direcciones".

La banca de inversión es más rentable que otros sectores de la industria, dado que estas unidades generan mejores retornos que sus operaciones principales en siete de los ocho bancos que publican las cifras correspondientes al segmento. Pero la ventaja de los bancos de inversión en materia de ingresos debería reducirse cuando las tasas de interés suban, dado que la banca minorista se volverá menos rentable. La banca de inversión también precisa retornos más altos que otros tipos de bancas para justificar el potencial para generar grandes pérdidas.

Aun así, Meissner estima que los beneficios son suficientemente elevados para que los bancos empiecen a asignar más recursos a la banca de inversión. "Los retornos siguen siendo bastante atractivos en relación con otras alternativas a las que uno podría recurrir", agrega.

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