EJECUTIVO SE DEBATE ENTRE LA ESTABILIDAD FINANCIERA O LA DISCIPLINA

La banca informal pide rescate al gobierno chino para no quebrar

A medida que se desacelera la economía, crecen los riesgos de mayores defaults, en especial los referidos a créditos que otorgan entidades no bancarias a acreedores riesgosos

 quiebra de una compañía estatal de garantía de créditos ubicada en el cinturón industrial de China otra vez puso el foco en el riesgo que significan los deudores incobrables y el peligro moral en el sistema bancario informal del país.

A medida que se desacelera la economía china, crecen los temores a mayores defaults, especialmente referidos a préstamos otorgados por entidades no bancarias que ofrecen crédito a acreedores riesgosos a tasas de interés elevadas.

Once bancos que operan en las sombras enviaron una carta abierta al máximo funcionario del Partido Comunista en Hebei, una provincia ubicada al norte de China, pidiéndole un rescate que permitiría a la compañía quebrada sostener los préstamos a acreedores haraganes. Si el garante no paga, podría desatar cesaciones de pago en al menos 24 productos de gestión de la riqueza (PGR) que ofrecen rendimientos altos.

A los analistas les preocupa que los rescates de los últimos años hayan alentado los préstamos irresponsables debido a que surgió la sensación de que el gobierno no toleraría defaults. El último pedido de rescate otra vez obligó a los funcionarios a elegir entre asegurarse la estabilidad financiera de corto plazo o imponer disciplina de mercado a los inversores, quienes deberían mejorar las prácticas para el otorgamiento de préstamos en el largo plazo.

Hebei Financing Investment Guarantee Group garantizó 50.000 millones de yuanes (u$s 7.800 millones) en créditos concedidos por casi 50 instituciones financieras, según Caixin, una revista financiera muy conocida. Más de la mitad de ese total proviene de entidades no bancarias, principalmente compañías de fideicomisos que prestaron a desarrolladores inmobiliarios y fábricas de industrias son exceso de capacidad.

La carta apela directamente a la preocupación oficial por la estabilidad social y el temor a que los inversores minoristas protesten si pierden el "dinero obtenido con su sangre, sudor y lágrimas". Las once compañías vendieron 25 PGR por 5.500 millones de yuanes.

"El efecto dominó de los sucesivos defaults de esos productos abarca a múltiples instituciones financieras, una cantidad inmensa de dinero y una amplia serie de intereses públicos", escribieron diez compañías de fideicomisos y una administradora de fondos a Zhao Kezhi, secretario de partido en la provincia de Hebei.

“Para evitar que este incidente genere pánico entre la gente común y tenga innecesaria influencia social, representamos a más de mil inversores, más de mil familias, pidiendo una resolución".

En su mayoría los productos de fideicomiso se distribuyen a través de bancos estatales, lo que que deja a los inversores no sofisticados con la impresión de que el banco y en última instancia el gobierno respaldan esos productos, aún cuando la letra chica dice lo contrario.

Hubo una serie de defaults técnicos de bonos y productos de fideicomiso de alto rendimiento en los últimos años, pero los rescates evitaron que los inversores minoristas sufran pérdidas en la mayoría si no todos los casos en general después de protestas públicas realizadas por inversores enojados en las sucursales bancarias.

Los préstamos de fideicomiso explotaron desde 2010 en medio de una retirada de los bancos tradicionales.

Los fideicomisos venden PGR a inversores, comercializando los productos como una alternativa a los depósitos bancarios tradicionales que ofrece rendimientos elevados. Lo que reciben con esas ventas lo usan para otorgar préstamos a desarrolladores inmobiliarios, mineras de carbón y compañías industriales de sectores con exceso de capacidad, que son segmentos a los que los bancos prefieren no prestar. Los préstamos de fideicomisos vigentes aumentaron de 1,7 billones de yuanes en 2011 a 6,9 billones de yuanes a fines de junio.

Hebei Financing dejó de desembolsar las garantías de préstamos en enero. Y si bien garantiza los préstamos subyacentes de los PGR, los productos en si mismos no cubren a los inversores contra pérdidas. Según Caixin, para salvar su reputación varias compañías de fideicomisos usaron su propio capital para pagar a los inversores. Pero los once firmantes de la reciente carta se inclinaron por otra estrategia: pedir al gobierno un rescate.

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