LA FABRICANTE JAPONESA DE AUTOS INFORMÓ QUE CERRAR SU PLANTA EN INGLATERRA

Honda se va de Gran Bretaña y temen una crisis en la industria automotriz

Para el sector, el Brexit es otro factor que se suma a la menor demanda de motores diésel y a la débil confianza de los consumidores que hizo mella en las ventas

A medida que se acerca la fecha en que Gran Bretaña abandonará la Unión Europea y sin ningún acuerdo en vista, la industria automotriz del país se prepara para recibir el golpe más grande en una década con el cierre de una enorme planta manufacturera.

La decisión de Honda de cerrar su fábrica en Swindon para 2022 pone en duda 3500 empleos directos; ese establecimiento fabril fue responsable de 1 de cada 10 autos hechos en el Reino Unido el año pasado.

Corren riesgo otros miles puestos de trabajo vinculados a la cadena de abastecimiento y a empresas asociadas.

Será el primer cierre de una fábrica automotriz desde que Peugeot bajó la cortina de su planta ubicada cerca de Coventry en 2007 y la quiebra de Rover dos años antes.

Es la última mala noticia para un sector considerado un ejemplo de la actividad manufacturera británica, que hasta hace poco registraba un renacimiento.

Los grupos industriales advierten cada vez más a los ministros sobre las consecuencias de la falta de un acuerdo con la UE. Dame Judith Hackitt, presidenta de la organización de fabricantes EEF, advirtió que un escenario sin acuerdo "no es una posibilidad que pueda contrarrestar nuestro sector".

"Se acabó el tiempo y ahora es fundamental que termine la pantomima en el parlamento", afirmó en un evento.

Para la industria automotriz, el Brexit es otra carga que se suma a la menor demanda de motores diésel tras el escándalo de las emisiones en VW y a la débil confianza de los consumidores que hizo mella en las ventas y en el empleo.

Al mismo tiempo, las automotrices se quejan de los efectos disruptivos que provocaría un divorcio "duro" del bloque, porque sus extensas cadenas de abastecimiento se basan en el comercio fluido para hacer la entrega de componentes y repuestos.

El fabricante más grande del país, Jaguar Land Rover, advirtió el mes pasado que tendrá que hacer 4500 despidos, la mayoría en Gran Bretaña.

Nissan luego revirtió la decisión de construir la SUV X-Trail en su planta de Sunderland en parte debido a la caída de las ventas de diesel en todo Europa.

Sin embargo, el fin de la planta en Swindon es la señal más dura de la crisis que sufre la industria.

"Es un gran shock", dijo David Bailey, profesor de estrategia industrial en Aston University. "Pero no sorprende. Muchos de nosotros hace varios años que advertimos sobre los riesgos que corre el sector automotriz con el Brexit, avisamos que necesitábamos terminar con la incertidumbre lo antes posible".

El inminente cierre también plantea dudas sobre los intentos del gobierno de crear una estrategia industrial basada en la producción de alto valor agregado para impulsar la productividad. La mala noticia llega en un momento en que disminuye la inversión en el sector automotriz, pese a la necesidad de un mayor gasto en tecnologías para autos autónomos y eléctricos que significarán una transformación de la industria.

Al mismo tiempo, la producción cayó a su nivel más bajo en cinco años; se fabricaron 1,52 millones de unidades en plantas británicas en 2018. La producción de diciembre del año pasado fue de 78.106 autos, un descenso de 22% comparado con 12 meses antes.

Un posible factor detrás del cierre de Swindon podría ser la firma este mes de un acuerdo de libre comercio entre Japón y la UE en el que Bruselas promete reducir los aranceles a los autos de 10% a cero en 2027.

Con la incertidumbre sobre la relación comercial que en el futuro tendrá Gran Bretaña con el bloque, para Honda podría ser menos complicado y costoso fabricar en su país y exportar directamente a la UE.

Aún así, el fantasma del Brexit pesó en la decisión. En una entrevista el año pasado, el vicepresidente de Honda Europa Ian Howells la describió como "sin precedentes en términos de su impacto total".

Ahora la atención girará en torno a otras fábricas que podrían estar en riesgo si la economía se deteriora o si el comercio entre Gran Bretaña y la UE se ve afectado por los controles aduaneros y aranceles.

Hace tiempo que corre peligro la planta que tiene Vauxhall en Cheshire, Inglaterra, para la producción de los autos Astra y su dueño francés PSA Group informó que tomará una decisión sobre su futuro en 2020.

Toyota advirtió que su planta en Derbyshire, Inglaterra, que emplea 2500 personas, podría cerrar temporariamente si Gran Bretaña se retira de la UE sin un acuerdo porque no tendría acceso a los componentes para fabricar sus autos.

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