Empresas de Brasil temen un boicot en su contra por los incendios

A las compañías locales, particularmente las del sector de agronegocios, les preocupa que la crisis derive en una pérdida de competitividad y hasta en llamados a no comprar sus productos.

Las principales compañías brasileñas y asociaciones empresarias se unieron a la protesta global por el fuego descontrolado en la Amazonia mientras crecen los temores a que la crisis medioambiental perjudique sus negocios.

Muchos de los incendios que arrasan franjas de la selva más grande del mundo son estacionales. Pero se cree que algunos fueron provocados por productores agropecuarios que quieren despejar terrenos, quienes según los analistas están envalentonados desde la victoria electoral de Jair Bolsonaro el año pasado. El presidente brasileño está a favor de abrir la Amazonia a la actividad comercial.

Después de inicialmente culpar a organizaciones sin fines de lucro de haber iniciado los incendios y pelearse con Emmanuel Macron -que dijo que el mandatario de Brasil había "mentido" sobre las promesas ambientales de su país-, Bolsonaro ordenó a los gobiernos locales de las zonas afectadas tomar acciones de emergencia y enviar al ejército a combatir el fuego.

Sin embargo, la medida contuvo poco la oleada de descontento global y las empresas brasileñas -muchas de las cuales corren riesgo de ser objeto de boicots- se unieron a la pelea.

"No hay dudas de que ésa es una preocupación para el sector privado", dijo Gabriella Dorlhiac, directora de política en la Cámara Internacional de Comercio en Brasil, que representa a algunas de las compañías más grandes del país. "Hay mucha gente buena en el sector privado haciendo un buen trabajo en sustentabilidad. El sector privado quiere mostrar que está haciendo su parte y que tiene prácticas sustentables."

Muchas empresas brasileñas, en particular aquellas del sector de agronegocios, sienten que injustamente se las está poniendo en la misma bolsa que aquellos actores inescrupulosos que han tomado acciones ilegales y que operan en la poco poblada región de la Amazonia.

Temen que la crisis derive en una pérdida de competitividad y hasta en boicots si los compradores con conciencia ambiental le dan la espalda a la producción brasileña. Macron y otros líderes europeos también advirtieron que no ratificarán el acuerdo comercial entre la Unión Europea y el Mercosur si Brasilia no toma mayores medidas para combatir los incendios.

"Los líderes de compañías del sector de agronegocios están preocupados", dijo Zeina Latif, economista jefe de XP Investments en San Pablo. "Tenemos un entorno global complejo. Los competidores aprovecharán eso. Esto es munición para atacar a Brasil", agregó.

Esa inquietud se reforzó cuando Finlandia, que tiene la presidencia rotativa de la UE, pidió al bloque que analice la posibilidad de prohibir la carne vacuna brasileña. Marcello Brito, director de la Asociación Brasileña de Agronegocios, dijo que es "cuestión de tiempo" para que haya un boicot a los productos brasileños. "Tenemos que detener esta locura de pensar que Brasil es el único productor del mundo y que si no lo abastecemos, nadie lo hará. El foco de los próximos años no está en producir lo que queremos, sino lo que el mercado demande", dijo al diario Valor.

Los comentarios llegaron poco después de que la asociación brasileña de productores de soja condenara la tala ilegal y los "incendios provocados",

Gran parte de la culpa de la tala ilegal está dirigida hacia los ganaderos de baja productividad. Los sojeros también históricamente tuvieron un rol, si bien ayudó la imposición en 2006 de una moratoria de soja -el compromiso del sector sojero de Brasil de no comprar la oleaginosa a los agricultores implicados en la deforestación.

Tereza Cristina, ministra de agricultura, defendió la respuesta del país a los incendios, diciendo que Brasil no se desentiende de las preocupaciones globales. "Creo que para nosotros es momento de cumplir la función de bombero. Lo que necesitamos es bajar la temperatura. La Amazonia es importante y Brasil lo sabe. Brasil cuida de la Amazonia", afirmó.

Ayer los líderes internacionales de la cumbre del G7 en Francia prometieron más de u$s 20 millones para ayudar a combatir el fuego.

Sin embargo, para muchos en Brasil la reciente crisis se agravó debido a los belicosos comentarios que hizo Bolsonaro, que se concentró en atacar las críticas en vez de ofrecer un apoyo, aunque retórico, a las áreas afectadas.

"Las declaraciones del presidente son importantes. Tanto que la situación se agravó por esas declaraciones", dijo Blairo Maggi, ex ministro de agricultura y propietario del grupo agroindustrial Amaggi. "Temo un boicot a los productos brasileños. No somos una isla remota; somos un país que se relaciona con otros países y que debe prestar atención a la manera en que el mundo avanza", agregó.

Traducción: Mariana Oriolo

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