El impacto del brote en Samsung podría amenazar la economía de Corea del Sur

Los ingresos de la mayor empresa surcoreana, que hoy tiene 1500 trabajadores en cuarentena, representaron el 12,5% del PBI en 2019 y las exportaciones, el 45%. Los chips para computadoras son su producto clave.

Semanas después de que por primera vez el coronavirus se propagara en China, la enfermedad amenaza con hacer estragos en la empresa surcoreana Samsung Electronics.

Corea del Sur, un país de 51 millones de habitantes, tiembla debido a la escalada de casos confirmados. En pocos días treparon de menos de 50 a 1500. El brote se centró en Daegu, la cuarta ciudad más grande. Y mientras los funcionarios del área salud luchan por frenarlo, la empresa más importante de Corea del Sur -el mayor productor mundial de teléfonos inteligentes y chips para computadoras- enfrenta ahora a la posibilidad de una interrupción repentina y potencialmente perjudicial.

Aunque hasta ahora las operaciones de Samsung mayormente resistieron, hace unos días la empresa se vio obligada a suspender la producción en su planta de Gumi después de que un único trabajador diera positivo en las pruebas del virus. Desde entonces otros 1500 trabajadores permanecerán en sus hogares durante dos semanas. Una interrupción más sustancial podría terminar "perjudicando la frágil recuperación económica del país", dijo Park Chong-hoon, jefe de investigación en Standard Chartered. "Si el virus se propaga más acá y se descontrola, algunas plantas de procesadores podrían suspender sus operaciones. Ése sería el peor escenario para la economía coreana".

Medido casi de cualquier manera, el destino de la cuarta economía más grande de Asia está estrechamente atado al del grupo Samsung.

Este conglomerado en expansión es la mayor empresa de Corea del Sur, con ingresos que representaron el 12,5% del PBI del país el año pasado.

Las exportaciones representan el 45% del PBI de Corea del Sur, y los chips para computadoras, un producto clave de Samsung, representaron cerca de una quinta parte de todos los embarques al extranjero.

Los impuestos que el gobierno recibe de Samsung Electronics, la joya del grupo, representaron más del 12% de la recaudación total del impuesto a las sociedades que tuvo el país en 2019. La empresa también representa alrededor de un cuarto de la capitalización bursátil total del índice de referencia Kospi de Corea del Sur.

Si bien Samsung se vio golpeado por una caída en el mercado de chips de memoria el año pasado, la empresa y los analistas esperaban el comienzo de un rebote sostenido este trimestre, un giro que prometía no sólo elevar las ganancias de Samsung, sino también impulsar la inversión en Corea del Sur y mejorar el ánimo de los inversores.

Samsung es también el principal empleador, con más de 180.000 personas que trabajan directamente para Samsung Electronics y otras filiales del grupo, así como muchas más que dependen de la venta de equipos y servicios a la empresa.

Hace años que Samsung diversifica su cadena de suministro más allá de Corea del Sur y China, lo que le permite distribuir el riesgo y capturar mercados laborales más baratos, como Vietnam y la India. Pero para los chips de computadora y teléfonos inteligentes sigue dependiendo de las plantas coreanas, especialmente para las tecnologías de punta.

Las empresas surcoreanas son los mayores fabricantes de chips de memoria del mundo; controlan el 70% del mercado mundial de chips DRAM y el 50% del mercado mundial de chips de memoria NAND flash.

Traducción: Mariana Oriolo

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