POR EL TRASLADO DE LA EMBAJADA DE TEL AVIV A JERSUSALÉN

Brasil arriesga exportaciones de carne a países musulmanes

El acercamiento del presidente Bolsonaro a Israel despierta hostilidad entre países opositores al gobierno de Netanyahu que analizan un boicot

La ministra de Agricultura de Brasil intenta calmar los temores de que el mayor exportador mundial de "carne halal" (alimentos aceptables según la sharia) se arriesga a un boicot de los países musulmanes por su decisión de trasladar la embajada de Brasil en Israel desde Tel Aviv a Jerusalén.

"Los mercados musulmanes son importantes y necesitamos abrir más de ellos, en Asia, entre ellos Indonesia y sus 200 millones de personas", dijo la ministra Tereza Cristina Corrêa. "Brasil no quiere pelear con nadie. Somos amigables.

Motivado por sus creencias evangélicas, su base de votantes y su admiración por Donald Trump, Jair Bolsonaro quiere seguir los pasos del líder estadounidense y trasladar la embajada de Brasil desde Tel Aviv a Jerusalén. Esta medida, advierten los procesadores de carne y los grupos de presión, podría poner en riesgo el dominio de Brasil en el mercado de carne halal.

Brasil exportó más de u$s 3500 millones en pollo y carne de res a los países árabes el año pasado. En 2017, Brasil tuvo un superávit comercial de u$s 7100 millones con la Liga Árabe y un déficit comercial de u$s 419 millones con Israel.

El mes pasado, Ahmed Aboul Gheit, secretario general de la Liga Árabe, le envió una carta a Bolsonaro expresando preocupación por el movimiento de la embajada. Rubens Hannun, presidente de la Cámara de Comercio Árabe-Brasileña, advirtió que una "posible represalia de las naciones árabes" podría provocar la pérdida de participación de mercado de los productos brasileños que cumplen con las normas dietéticas musulmanas.

Corrêa dijo que estaba al tanto de las "preferencias" de su gobierno de derecha sobre el tema, pero prometió que Brasil continuaría siendo la "potencia de halal" global.

Benjamin Netanyahu fue un invitado de honor durante la inauguración del presidente brasileño en el Día de Año Nuevo. Netanyahu dijo que su relación con Bolsonaro, cuyos partidarios a menudo ondean banderas israelíes, era "no sólo una amistad, ni un pacto de interés, sino también un pacto de hermanos".

Los analistas dicen que el compromiso de Bolsonaro de trasladar la embajada de Brasil expuso divisiones en su gabinete entre los ministros más pragmáticos, como Corrêa, quien fue la líder del comité legislativo agrícola, y los ministros más ideológicos, como Ernesto Araújo, el conservador y cristiano ministro de Relaciones Exteriores.

Araújo parece estar dispuesto a revertir la larga tradición de diplomacia consensual de Brasil: ha calificado al cambio climático como un complot marxista, quiere crear un bloque de grandes países cristianos y ha retirado a Brasil del pacto mundial sobre la inmigración.

Guilherme Casarões, profesor de relaciones Brasil-Medio Oriente, dijo que Argentina y Paraguay estaban esperando para aprovechar cualquier pérdida de participación de mercado de Brasil en las exportaciones de carne de res.

"Los árabes ya transmitieron el mensaje de que esta medida pondría en peligro sus buenas relaciones con Brasil, lo cual podría traducirse en algún tipo de boicot comercial", dijo.

El movimiento de la embajada también es impopular entre los miembros del ejército brasileño y diplomáticos experimentados que creen que introducirá a Brasil, hogar de una gran comunidad libanesa, a la espinosa geopolítica de Medio Oriente.

Otro gran desafío para la Sra. Corrêa es cómo manejar las relaciones de su gobierno con China, el principal socio comercial de su país y fuente de inversión extranjera, que el Sr. Bolsonaro criticó a la vez que mostró su apoyo a EE.UU. Esto ha sucedido en un momento en que la guerra comercial entre Washington y Beijing le dio un impulso a los productores agrícolas brasileños cuyas exportaciones de soja a China pasaron de u$s 20.300 millones en 2017 a u$s 27.300 millones el año pasado.

"Nadie quiere pelear con China", ella dijo. "China es nuestro aliado. Ahora, tenemos que dejar claro lo que queremos, en vez de que China venga a exigir lo que quiere".

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