

Petrobras no repetirá el susto que generó en el mercado en agosto, cuando registró pérdidas por R$ 1.346 millones en el segundo trimestre. Sorprendió a los analistas la baja de R$ 2.700 millones en 41 pozos secos que ninguno había previsto. Para el tercer trimestre, la expectativa de cuatro bancos sobre el tema es que la compañía registró ganancias por R$ 7.254 millones, Ebitda de R$ 15.498 millones e ingresos líquidos de R$ 71.541 millones después del cierre de la bolsa del viernes.
El ingreso líquido habría mejorado por el aumento de 4,5% en el precio de realización de la compañía proporcionado por los aumentos de los precios de la nafta (8%) y gasoil (10,5%), que no fueron captados en el trimestre anterior. Pero la preocupación ahora es la producción de petróleo de la estatal, que está cayendo a un ritmo no esperado. El BTG Pactual espera el lucro más alto, de R$ 8.300 millones.
En el Itaú BBA, que espera un lucro de R$ 7.400 millones, los analistas Paula Kovarsky y Diego Mendes llaman la atención al hecho de que este trimestre registre, estacionalmente, una fuerte demanda por combustibles, especialmente el gasoil. El Itaú BBA atribuyó la mejora esperada en el Ebitda, de R$ 15.400 millones contra R$ 10.600 millones en el segundo trimestre a la no recurrencia de la baja de pozos secos (R$ 2.000 millones) y a los efectos del aumento en los precios del gasoil y de la nafta, que juntos produjeron un alivio de R$ 3.000 millones.
Entre los factores negativos para Petrobras está el gran consumo de combustibles en el cuarto trimestre, que exigirá más importaciones en el momento en que la compañía no consigue transferir los costos con la adquisición de esos productos en el mercado internacional para el precio interno. Esa situación reduciría el Ebitda del segmento de refino, como destacó el Deutsche Bank, que espera un lucro de R$ 7.483 millones en el tercer trimestre, ingreso de R$ 73.400 millones y Ebitda de R$ 15.167 millones.
El banco J.Safra destacó que, a pesar de la esperada recuperación en el tercer trimestre, el resultado de la compañía puede presentar algunos problemas, entre los cuales la permanencia de los márgenes negativos en el refino (también afectado por la suba de 3% del dólar), y la caída de la producción en la cuenca de Campos.
Al asumir la presidencia de la compañía estatal, Graca Foster afirmó que la producción en el año debería mantenerse igual a los 2,021 millones de barriles de 2011, con posibilidad de cerrar 1% o 2% arriba o debajo de la meta. Pero el Itaú BBA considera desafortunada la caída de 4% de la producción en septiembre contra agosto,que parece causada por la reducción de aproximadamente 86.000 barriles en la producción del campo de Roncador.
Los números mencionados por Itaú BBA son preliminares, basados en datos de la Agencia Nacional de Petróleo (ANP) y dada la magnitud de la caída, los analistas creen que aumentó el riesgo de que Petrobras cierre 2012 con una baja de 2% en la producción.
Credit Suisse observó en un informe reciente que incluso la Agencia Internacional de Energía (AIE) estimó en 12% la caída de la producción en 700 pozos analizados por el organismo en el primer semestre de 2012. El banco también observa que la AIE consideró sorprendente el hecho de que Petrobras produzca 50% más agua que petróleo en Campos, un indicador de futuras tasas a la baja.
La gran producción de agua es particularmente grave en alto mar, donde la capacidad de manejo de líquidos es normalmente limitada, registran los analistas Emerson Leite y Andre Sobreira, del Credit Suisse.