Centros comerciales abiertos: la vuelta al vecindario

Más municipios reconstruyen sus calles para fomentar la actividad comercial y el vínculo entre los vecinos. Con propuestas más rentables para los comerciantes y accesibles para los transeúntes, reflejan un cambio de época y están en ascenso, frente a las tradicionales calles comerciales de los años 80 o los shoppings, de los 90. Los casos más relevantes en el país.

Volver a ganar la calle" es la nueva propuesta de las intendencias que, con la creación de los denominados Centros Comerciales Abiertos (CCA), buscan no solo alternativas para fomentar el comercio, sino también crear espacios de unicidad en sus calles y avenidas. Rompiendo con las estructuras uniformes y repetitivas de los shoppings, los municipios deciden incorporar y formalizar más que un paseo comercial, y agregan, en conjunto, proyectos de urbanización para que los vecinos puedan disfrutar.

"Hoy ya decimos que es un punto de encuentro, un lugar de paseo, donde conjugamos cultura, orden en tránsito, limpieza, imagen visual, urbanismo y todo lo relacionado a la comercialización", explica Adrián Schuck, presidente de la Federación de Centros Comerciales de la Provincia de Santa Fe (Fececo). Y agrega que en los también llamados Centros Comerciales a Cielo Abierto (CCCA) se destacan, además, la "idiosincrasia de la ciudad, la arquitectura de la misma, el comercio, el turismo y en donde se combina el espacio público con lo privado".

Una de las instituciones que fomentó el desarrollo de este formato hace más de 15 años en la Argentina fue la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). Su titular, Fabián Tarrío, también presidente de la Federación de Centros Comerciales a Cielo Abierto, Cascos Urbanos y Centros Históricos (FCCA), afirma que, actualmente, el interés por el desarrollo de estos centros es "creciente" por parte de los municipios y las entidades empresarias "representativas del sector comercio y servicios locales", en distintas provincias argentinas.

Sumarse al proyecto

Para promover esta clase de iniciativa y facilitarles el camino de realización, CAME ofrece a los municipios su Programa de Desarrollo de CCA. "Los interesados en acceder al asesoramiento técnico de la confederación celebran convenios de colaboración con ella y la entidad empresaria de su localidad", explica Tarrío, quien agrega que, después, se presentan "anteproyectos de mejoras urbanísticas en las áreas comerciales definidas, que son consensuadas institucionalmente entre las entidades signatarias de cada convenio". Esto último, detalla, facilita "la aceptación de las propuestas acordadas a nivel local y orienta la concreción de las mejoras urbanas".

En paralelo, desde la CAME, se hacen propuestas tanto de desarrollo comercial como para la dirección y gestión de los CCA que se vayan a generar. Sobre los condicionamientos más importantes, el también presidente de FCCA sostiene que son "los presupuestos disponibles para introducir las mejoras urbanísticas propuestas". Sin embargo, manifiesta, una de las principales características de sus propuestas técnicas es "el escalonamiento de menor a mayor para la concreción de mejoras".

Bajo esta línea, el coste de implementación de obras necesarias para la realización de los CCA variará de una ciudad a otra, dependiendo el nivel de intervención que sea necesaria, el estado de la infraestructura urbana y la configuración del municipio. "Una ciudad que debe soterrar el cableado aéreo o realizar obras de desagüe tiene un determinado costo frente a otros casos que tienen solo que ampliar sus veredas, renovar el mobiliario urbano y/o sus luminarias", ejemplifica Tarrío.

Más de un beneficio

Las distintas intendencias tienen sus motivos para crear estos centros, ya que aportan numerosos beneficios que parten de mejorar la rentabilidad y generar empleo hasta desarrollar actividades de promoción y reactivación de ciertos espacios. Para Juan Pablo Baca, socio fundador de la consultora I+D Inmobiliario, los CCA responden a problemas físicos, sociales y económicos, provenientes del crecimiento socio-comercial de las ciudades. "Mediante la integración de organismos públicos y privados, se definen estrategias consensuadas para un beneficio común, y paliar los escenarios negativos, principalmente, para crear entornos públicos más saludables y disminuir la congestión vehicular", sostiene.

Todo esto, además de aportar "modernización" a los municipios, permite -según dice Baca- mejorar "la recaudación impositiva", ya que estas áreas comerciales tienen entre sus objetivos "aumentar el potencial comercial de cada zona, lo que mejora su rentabilidad comercial". Como último beneficio agrega el "potencial turístico" y su "consecuente gracia social y económica".

Para el presidente de la CAME, la creación de CCA ha significado, en la mayoría de los casos, un incremento de ventas, "el cual deriva de más público en calles y avenidas mejoradas y promocionadas". Por otra parte, asegura que la jerarquización de áreas comerciales aporta una "mejor calidad de vida urbana". Sumado a esto, agrega que la actividad social se "recupera" utilizando el espacio público de otra manera y, el sentimiento de pertenencia de los vecinos, se "fortalece" cuando, por ejemplo, se mejora el uso de espacios donde "conviven el comercio el ocio y distintas manifestaciones culturales como festivas, musicales, artísticas, deportivas, entre otros".

Las últimas tendencias

Una vez sumados a este tipo de proyecto, cada municipio se va a enfocar en llevar adelante ideas innovadoras que se convierten en tendencia dentro de los CCA. Para el socio fundador de I+D Inmobiliario, las últimas propuestas van "desde las financieras, comerciales, jurídicas, hasta saludables con el medioambiente".

Con miras hacia los comerciantes, Baca afirma que muchos municipios, por ejemplo, ofrecen financiamiento y créditos a los retailers, "para que puedan realizar mejoras en infraestructura, remodelación y/o ampliación, y así mejorar su servicio y/o producto". Sumado a esto y dentro de las ventajas legales, también dice que se propone la posibilidad de que los comerciantes formen "personarías jurídicas" con todos los beneficios que ello conlleva. Por otra parte, la posibilidad de "capacitarse y profesionalizar al comerciante minorista" es una ventaja importante en este sentido.

Enfocado en lo urbanístico, Tarrío declara que la principal tendencia es "brindar prioridad a los peatones procurando generar espacios más agradables para pasear". Bajo la misma línea, se incluye la incorporación de "elementos y acciones amigables con el medioambiente", propiciando "entornos sustentables" tanto en el diseño como en el uso de materiales.

A todo esto, el titular de la CAME argumenta que la "ornamentación removible de calles y avenidas" constituye una novedad en el urbanismo, sobre todo porque, según en cada ciudad, pueden reemplazar "costosas obras civiles, tales como ensanchamiento de veredas, demarcación de estacionamientos y mobiliario urbano, entre otros". A nivel social, Baca suma que se busca "brindar servicios específicos para fechas festivas" y lograr, así, "mayor rédito comercial y un entorno social más ameno para estas celebraciones".

Santa Fe, ejemplar

Son numerosas las intendencias que deciden sumar entre sus políticas la elaboración de los CCA. Entre los casos más ejemplares está la provincia de Santa Fe. En un trabajo conjunto entre el Gobierno de la provincia, la Fececo, la CAME y distintas comunas, allí desarrollan un programa de Dirección y Gestión de CCA de la zona. Schuck revela que, en la actualidad, la provincia cuenta con más de 60 CCCA que se desarrollan en más de 20 ciudades.

"La Fececo y la CAME realizan los primeros contactos con las autoridades municipales a pedido de las cámaras locales y se presenta la metodología de trabajo. Si hay decisión, se firma un convenio de trabajo entre todas las partes", sostiene el presidente de la Federación respecto del contacto oficial. Hoy, la provincia de Santa Fe, por medio de la Secretaria de Comercio, hace un aporte de $ 12.000 mensuales para un coordinador o gerente de cada lugar.

Para el proceso de selección y realización del centro comercial, Schuck explica que primero se elige la zona de la ciudad "más representativa" ya sea en lo comercial o donde hay oficinas públicas y bancos, por ejemplo, y luego se comienza a trabajar en "limpieza, ordenamiento de vehicular, realización de eventos y promociones comerciales". A medida que se vaya ejecutando los "distintos pasos del plan estratégico", agrega, se comienza a ver la posibilidad de "ejecutar obras de infraestructuras o distintos tipos de acciones como para mejorar la imagen visual de la ciudad".

Rosario tiene una fuerte participación en CCA dentro de la provincia. En el municipio, hoy existen 28 CCCA que albergan a más de 7.000 locales. "El comercio representa el 42% de la actividad económica de la ciudad, por eso estamos convencidos que desde el municipio debemos apoyarlos, fomentarlos y defenderlos", explica Pablo Javkin, secretario General de la Municipalidad de Rosario.

Más allá de la construcción de los centros, y a partir de la "retracción que se evidencia en el consumo", desde esta localidad deciden apostar y sumar mejoras a los mismos. Por ejemplo, recientemente instalaron iluminación LED, "permitiendo que los locales puedan permanecer abiertos hasta más tarde brindando mayor seguridad y mejorando los entornos", así como también el fomento de la ocupación y ampliación de locales a través de créditos a tasa subsidiada.

Otros casos

Otros de los casos ejemplares es la Ciudad de Buenos Aires. En febrero, el Gobierno porteño firmó un convenio de colaboración con la Federación de Comercio e Industria de la Ciudad de Buenos (Fecoba) y la CAME para empezar a trabajar con 20 CCA en distintos barrios. "La estrategia permite satisfacer las necesidades de los residentes, mejorar la oferta comercial para visitantes y consolidar el consumo local. De esta manera, crece el empleo y el nivel de ingresos en el barrio", señala Andy Freire, ministro de Modernización, Innovación y Tecnología del distrito.

Por otro lado, desde su Ministerio de Ambiente y Espacio Público, se comenzó a trabajar en 11 CCA, una iniciativa que busca poner el valor el espacio público de las arterias comerciales de los barrios porteños. "Estas obras beneficiarán a los comerciantes y a los vecinos, permitiéndoles realizar sus compras en sus propios barrios con la variedad que necesitan, y en forma cómoda y segura", cuenta Eduardo Macchiavelli, titular de dicha cartera.

El CCA de La Boca se ha convertido en una de las obras destacadas de la ciudad. Tanto el de la calle Suárez como el de Almirante Brown son un atractivo para los vecinos y turistas que suman, según destacan, "un centro de historias y tradiciones que encontraron en el futbol, el tango y otros hitos populares una identidad reflejada en el colorido de sus fachadas, sus monumentos históricos y un largo listado de museos, galerías, centros culturales, librerías, teatros, bares y restaurantes".

Pilar es otro de los distritos que busca insertar esta clase de política. Luego del pedido de la Cámara de Comercio local (SCIPA) y mediante la gestión del municipio, el distrito pudo ponerse de acuerdo con los comerciantes y transformar estos espacios en una opción para todos los vecinos.

"El CCCA de la calle Rivadavia va a ser nuestra primera experiencia. Es un recorrido de cinco cuadras donde la mayoría de los locales son negocios que ofrecen distintas posibilidades al público", cuenta Guillermo Lindoso, secretario de Desarrollo Económico de Pilar. Bajo esta línea, agrega que estos locales son "frentistas" que, gracias a estos cambios, "modificarán sus vidrieras y frentes para que se puedan ofrecer los mismos beneficios de un centro comercial cerrado o shoppings".

Surgido de un plan de desarrollo estratégico que el municipio viene poniendo en marcha, el cual "permitió identificar distintas necesidades en la política pública", Lindoso cierra que esta iniciativa es esencial para "fortalecer los centros urbanos del distrito para que puedan crecer de manera infinita".

Ejemplos

Siendo una pieza clave para que los municipios lleven adelante la creación y gestión de CCA, desde la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) seleccionaron algunos casos ejemplares. Su presidente, Fabián Tarrío, menciona a Junín, Tandil, Ushuaia, Mendoza, Rosario, Rafaela o Alta Gracia, como algunos de los principales. "La condición más relevante es el gerenciamiento logrado para perseverar en el mejoramiento continuo, tanto urbanístico como de gestión comercial", resalta.

¿Corredores comerciales vs CCA?

Así como existen Centros Comerciales a Cielo Abierto (CCCA), también se encuentran, como alternativa, los llamados Corredores Comerciales. Estos surgen, según Juan Pablo Baca, de I+D Inmobiliario, como consecuencia del "potencial lucrativo que origina la elevada circulación peatonal y/o vehicular de una zona determinada".

Las diferencias con los CCA, explica, radican en "la manera de constituirse, en sus características inmobiliarias, en su composición comercial y en el fin que persigue cada tipo de corredor". Al preguntar si son una competencia para ellos, Baca afirma que, al haber mayor oferta, "la competencia aumenta" pero que puede transformarse en un complemento estratégico, "sumando servicios y/o venta de productos diferenciados, o transformando corredores ya establecidos en CCCA".

 

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