Tres años de la muerte de De Vicenzo: un campeón admirado por su caballerosidad

El campeón del Abierto Británico de 1967 es un emblema del deporte nacional. Su gesto tras un error en el Masters enalteció aún más su figura. Falleció en 2017, a los 94 años.

Al igual que Juan Manuel Fangio en el automovilismo o Guillermo Vilas en el tenis, Roberto De Vicenzo es el máximo exponente del golf argentino. Hoy se cumplen tres años de la muerte de una figura recordada no sólo por sus logros deportivos sino también por su actitud ejemplar ante una equivocación que le costó un título.

De origen humilde, quedó huérfano de madre a los ocho años, comenzó como caddie y rápidamente se destacó hasta convertirse en un hombre fundamental para el desarrollo del golf en el país. Falleció a los 94 años en su casa de Ranelagh, unos meses después de sufrir un accidente doméstico que le provocó una fractura de cadera.

“El golf se juega por dos motivos: para bajar la panza o para llenarla. Lo mío fue el segundo caso , expresaba De Vicenzo en varias oportunidades, recordando su dura infancia.

El Maestro

En 1967 alcanzó el máximo logro de su carrera. A los 44 años, conquistó el Abierto Británico disputado en el Royal Liverpool Golf Club, en la ciudad de Hoylake. Con una tarjeta de 278 golpes (70-71-67-70), superó a figuras del golf como Jack Nicklaus por dos golpes y a Gary Player por cuatro.

Con ese triunfo, se convirtió en el primer latinoamericano en ganar un Major. Y hasta hoy, sigue siendo el único argentino que logró el campeonato más antiguo del mundo, un verdadero hito en la historia del deporte nacional. En reconocimiento al significado de su gesta para el continente, el PGA Tour Latinoamérica decidió darle su nombre al premio que se le otorga al jugador que gana la Orden de Mérito cada temporada.

En su extensa carrera, debutó profesionalmente a los 15 años, acumuló 230 títulos. Además del Abierto Británico se destacan sus triunfos en tres torneos del PGA Tour, la Copa Canadá (copa mundial de golf en aquella época) junto a Antonio Cerdá en 1953 y sus nueve victorias en el Abierto de la República Argentina, obtenidas entre 1944 y 1974. También fue campeón del Senior PGA Championship 1974 y del US Senior Open en 1980.

¡Una gran tristeza la de Roberto de Vicenzo! ¡Sin duda Argentina y el golf hoy están de luto! ¡Gracias por tanto Maestro! pic.twitter.com/w1DgSWWSsO

— Angel Cabrera (@cabrera_pato) June 1, 2017

Como muestra de su relevancia en la historia del golf, fue incluido en el Salón de la Fama del Golf Mundial en 1989. Al cumplirse el 50° aniversario de su consagración, el Abierto Británico decidió homenajearlo poniendo su firma en una de las tribunas del hoyo 18 del Royal Birkdale Golf Club.

Entre las muchas anécdotas y frases que protagonizó, sobresale aquella en la que luego de ganar un torneo en Houston, uno de los caddies se le acercó pidiéndole ayuda para su hija enferma. Al escucharlo, De Vicenzo le ofreció inmediatamente un cheque. Luego, al enterarse que se trataba de un engaño, su reacción fue de alegría y exclamó: “Qué bien, la chica no está enferma .

Caballerosidad

La edición del Masters de Augusta del 68 es el otro gran suceso que marcó su carrera. De Vicenzo consiguió un birdie en el hoyo 17 (par 4), pero su compañero de juego, Tommy Aaron, se equivocó y le anotó cuatro golpes en lugar de tres. El argentino firmó la tarjeta de puntuación sin darse cuenta del error, con lo cual perdió la posibilidad de jugar el desempate y el título quedó en manos de Bob Goalby. Al advertirlo, no discutió la decisión y declaró: “¡Qué estúpido soy! .

Aquel gesto fue ampliamente valorado a nivel mundial. Lo invitaron a la Cena de Campeones del Masters y, además, le valió el nombramiento como miembro honorífico del legendario club británico Saint Andrews por considerarlo un ejemplo del respeto al reglamento.

El reconocimiento a su figura en Estados Unidos continúa hasta la actualidad. "Yo no acepté ser segundo, acepté el reglamento. Primero están las reglas, la posición es secundaria", aseguró De Vicenzo según el "Caballero, Golfista, Triunfador de Carlos Oliva Funes.

Su lugar en el mundo

Se mudó a Ranelagh a los 17 años y allí desarrolló su carrera, conoció a su mujer y vivió hasta su último día. Por ello, la cancha principal del Ranelagh Golf Club lleva su nombre.

En 1998 fue nombrado ciudadano ilustre de Berazategui. Cuatro años más tarde, se lo condecoró con una estatua situada en el Paseo del Deporte que fue fabricada con llaves que aportaron los vecinos.

El Museo del Golf, inaugurado el 13 de mayo de 2006, es otra significativa muestra del vínculo que une al mejor golfista argentino de todos los tiempos con Berazategui. Además, se lo homenajeó asignándole su nombre a la calle 363 (donde él vivía), a un centro de actividades (con capacidad para 10 mil personas) y a un pasaje en el Parque Eva Hajduk.

En 2015, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, también le rindió tributo con una estatua en el Paseo de la Gloria ubicado en Costanera Sur.

 

 

 

 

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