ENTREVISTA - Rachel Kyte

Rachel Kyte: "Las transiciones tienen que ser justas"

En el marco de los debates energéticos que tienen sede en el G20, la CEO de Sustainable Energy for All analiza la ambición de "los 20" en esta materia, el avance hacia la descarbonización de sus economías y el rol de la eficiencia en cumplir las metas del Acuerdo de París.

El 2017 fue un año importante: las inversiones renovables crecieron por encima de las fósiles, hubo más inversión en renovables en los países en desarrollo que en los desarrollados y comenzó el despegue de las inversiones en vehículos eléctricos", indica Rachel Kyte, CEO de Sustainable Energy for All (SEforALL), aunque advierte: "Estas son las etapas tempranas de la transición energética, pero no estamos todavía allí".

Y cómo llegar allí es, justamente, el objetivo propuesto en las discusiones energéticas que tienen marco en el G20 y que trajeron a estos lares a la experta inglesa, una de las 100 influencers (rankea 36) más importantes de este sector en el mundo, según The Future of Energy de Onalytica. Mientras "los 20" debatían, Kyte se tomó unos minutos para compartir sus reflexiones con El Cronista.

Se dice que un 40% del Acuerdo de París (sobre cambio climático) podría cumplirse solo con eficiencia energética, ¿esto es así?

-Sí. Si miras dónde deben estar las emisiones (de gases de efecto invernadero) para cumplir estas metas y su composición actual en la economía global, 40% de los ahorros que deben efectuarse pueden ser logrados a través de la eficiencia. Siendo esto así, uno debe preguntarse ¿por qué no se hace más foco en ella? Creo que se ha fallado al comunicar el rol que puede jugar y por qué es tan importante. Es muy difícil comunicar ahorros. Debes hacerlo en términos de algo que se ha ganado. Y creo que, hasta ahora, no hemos logrado hacerlo.

¿Cómo se compatibilizan estas metas con dar acceso eléctrico a quienes no lo tienen?

-La eficiencia ayuda a extender los servicios energéticos. Dada la eficiencia tanto en el modo en que producimos energía como en las cosas que usan electricidad, es posible, por mucho menos dinero, adquirir todo lo que uno necesita para vivir con dignidad.

El mundo de la energía ha dedicado la mayor parte de su tiempo a pensar en cómo generar energía. Ahora, debe pensar en cómo hacerlo en un sistema que deberá ser descarbonizado y, también, en cómo se usa. Las instituciones y los gobiernos aquí representados están cambiando el modo en que pensaban sobre el problema y esa es una parte muy importante del proceso en el inicio de la transición energética.

¿Todos los países del G20 están verdaderamente comprometidos a descarbonizarse?

-Todos los países firmaron los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). La meta de energía es que doblarán la tasa mundial de mejora de la eficiencia, duplicarán la cantidad de energía renovable y alcanzarán acceso universal para 2030. En segundo lugar, todos adoptaron el Acuerdo de París. Ahora, uno de ellos está dando marcha atrás, pero la dirección del viaje es clara: nos hemos comprometido a una senda de descarbonización. La pregunta es cuán pronto llegaremos ahí.

Todas las transiciones son diferentes, es por ello que los argentinos sensiblemente nombraron este proceso como transiciones energéticas, en plural. Pero, cada cual está tratando de resolverlo. Algunos tienen metas muy agresivas, otros no. ¿Necesitamos aumentar la ambición? Sí. ¿Necesitamos tener un mayor sentido de la urgencia? Sí. 80% de la economía global está aquí. Si ellos no lideran, es difícil imaginar cuál será el ritmo de los demás.

Alemania puso mucho foco en clima y energía, ¿ese nivel de ambición continúa?

-El G20 necesita ser capaz de articular claramente su ambición y lo que yo he pedido es un dimensionamiento real de ella. La ambición tiene que estar en línea con los ODS y el Acuerdo de París. Deben articular eso. Y es difícil cuando no todos están de acuerdo, y se paran discutiendo sobre palabras y puntuación. Pero, más importante aún es que hagan las cosas que dijeron que iban a hacer. Y que las hagan en tiempo o antes. Entonces, se asumieron compromisos para reformar los subsidios a los combustibles fósiles, para conducir la transición energética, para invertir en un mayor acceso a la energía, y deben hacerse responsables de si están o no en camino a cumplirlos. Las acciones hablan más fuerte que las palabras. En esta habitación, reflexionando acerca de lo que ha funcionado y lo que no, deben desafiarse los unos a los otros a ir por más, a hacerlo más rápido y a actuar como un grupo de liderazgo para el resto del mundo.

Días después de la Cumbre de Líderes iniciará la Cumbre del Clima (COP24) en Polonia. ¿Qué mensajes puede enviar el G20 hacia allá?

-El mensaje más fuerte es que decimos lo que hacemos y hacemos lo que decimos. En el G20 hay economías basadas en carbón y hay economías que lo han dejado, como el Reino Unido. Cómo estos países están gestionando sus transiciones ayuda a otros que tienen que hacerlo. Es muy importante el rol que el G20 puede jugar en impulsar y ayudar a través del ejemplo y la asistencia a hacer otras transiciones sin problemas. Y estas tienen que ser justas. No debe penalizarse a los mineros del carbón por ser mineros de carbón. Sin ellos, no estaríamos donde estamos. Pero sus comunidades deberán ser apoyadas a través de la transición. Y debemos hacerlo ahora.

 

 

Temas relacionados
Más noticias de Energía
Noticias de tu interés