Lo que se viene en reproducción asistida

El retraso de la maternidad genera que cada vez más mujeres apelen a tratamientos para lograr el embarazo.

El retraso de la maternidad es una realidad social que influye en el aumento estadístico de los problemas de fertilidad. A partir de esto, la reproducción asistida ganó relevancia en las últimas décadas con el objetivo de lograr tratamientos cada vez más más eficientes y seguros, y menos costosos.

"En Buenos Aires en la década del 60 (según el censo), la mujer era primípara (primera vez que pare) a los 23 años y en el censo de 2010 fue primípara a los 31,5. Seguramente el año que viene cuando se haga el próximo censo sea primípara a los 32 o 33 años. Este promedio significa que hay mujeres que empiezan a buscar su hijo pasados los 38 o 40 años y tendrán muy pocas chances de lograr un embarazo por lo que van a recurrir a la reproducción asistida o inclusive a ovodonación porque ya no cuentan con buena calidad de óvulos", explica Carlos Carrere, director médico de Procrearte.

Como tendencia, dice el especialista, "la vitrificación de óvulos es lo que más aumentó. Pasados los 30 años, muchas mujeres deciden vitrificar óvulos para usar cuando su capacidad reproductiva esté disminuida. También aumentó muchísimo la ovodonación. El 30% de las parejas que consultan en un centro de reproducción lo hacen para llevar adelante un plan de donación de óvulos".

La doctora Natalia Fernández Peri, directora médica de IVI Buenos Aires, señaló que "la técnica de vitrificación brindó una mejora notable en la tasa de supervivencia embrionaria, mejorando también las tasas de embarazo en los tratamientos de transferencia de embriones congelados".

En el caso de la criopreservación de ovocitos, la técnica de vitrificación permite acumular mayor cantidad de ovocitos en pacientes con baja reserva ovárica previo a un tratamiento de Fecundación In Vitro. La técnica también se utiliza en tratamientos de ovodonación, para la vitrificación de ovocitos de donantes, haciendo más sencilla la coordinación del tratamiento entre donante y receptora. A su vez, la criopreservación también permitió preservar la fertilidad, tanto en pacientes oncológicas antes del tratamiento de quimio o radioterapia, como en mujeres que desean retrasar su maternidad, por razones sociales, sin resignar la calidad de sus óvulos.

Y complementa: "La búsqueda de embrión con mayor potencial es otra tendencia que va en aumento, y un área a la que cada vez se le invierte más tiempo y recursos. Actualmente, el Test Genético Preimplantacional, supone un importante avance en el estudio de las alteraciones cromosómicas en el embrión".

El PGT-A (o Test Genético Preimplantacional de Aneuploidías), se convirtió en una gran herramienta para mejorar la tasa de embarazos por transferencia embrionaria, mientras que baja el tiempo para lograr el embarazo".

El futuro de la medicina reproductiva ofrece grandes promesas. Por ejemplo, la posibilidad de detectar y corregir alteraciones genéticas en embriones, a través de la tecnología CRISPR, aún en investigación.

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