Estrategia

Librerías mayoristas: suman adeptos con precios 40% más baratos

Cada vez más padres se agrupan para comprar en este tipo de puntos de venta. A esta altura del mes, ya se ven largas colas en los comercios. En la Ciudad de Buenos Aires, por ejemplo, en la zona de Once y Balvanera. Como desventaja, muchos solo aceptan efectivo y no hay ningún tipo de financiación.

El canal mayorista sumó compradores. En 2017 logró que el 47% de las familias lo visiten a lo largo de todo el año y sumó en ese período casi 500.000 clientes nuevos frente a 2016, la penetración más alta de su historia, según Kantar Worldpanel. Esto mismo se ve reflejado en las librerías mayoristas. "Hay indicios de que el desarrollo del canal mayorista llegó para quedarse", afirma Federico Filipponi, director Comercial de Kantar Worldpanel. Y explica que "este efecto que se observa en nuestro país es una tendencia global, pero con más fuerza en América latina y en la Argentina".

Cada vez son más los padres que deciden agruparse y realizar una compra grande en una librería mayorista. En las calles Larrea y Azcuénaga, del Once, y en el polo comercial de la avenida Jujuy, en San Cristóbal, desde principios de febrero comenzó a verse movimiento. Es que, según los especialistas del sector, la diferencia es marcada. Claro que se necesita más tiempo y una gran desventaja es que en la mayoría no se acepta el pago con tarjeta de crédito.

"Cada vez más compradores se agrupan entre familiares o padres del colegio para ir a los mayoristas, que además cada vez hay más oferta de este tipo de comercios. En promedio si hacen una compra inteligente se pueden ahorrar hasta un 40% contra las librerías convencionales", dice Sandra González, presidente de la Asociación de Defensa de los Consumidores y Usuarios de la Argentina (Adecua). Y denuncia que "si bien no tenemos un informe elaborado con los incrementos, en muchos comercios minoristas subieron los precios en febrero".

El comprador busca estrategias que cuiden su bolsillo. "Los canales mayoristas crecieron mucho, también existe el consumidor precavido que anticipa las compras y la distribuye de diciembre a marzo y, de esa forma, evita un gasto grande", explica González. En estos casos, según la especialista es prioridad que los locales cuenten con financiación y hasta descuentos especiales con los bancos.

PreciosEn la mayoría de las escuelas se les da a los padres, cuando termina el ciclo lectivo, la lista de útiles que necesitarán al año entrante. "Es esencial reciclar parte del material del año pasado para el año que comienza, sobretodo en los uniformes", agrega González. En el caso de los útiles algunos los usarán todo el año, por lo que si se abastece de este tipo de productos al comienzo del ciclo se ahorrará mucho.

Por ejemplo, una mochila que en una librería tiene un precio promedio de $ 600, en una cadena mayorista cuesta $ 350, aunque es necesario llevarse tres productos iguales. Para una familia numerosa no es un problema, para otros se resuelve reuniéndose con otros padres que precisen ese artículo. Un cuaderno de primera marca de tapa dura de 48 hojas sale en una librería unos $ 65; en un local mayorista, $ 52, pero es necesario llevar, al menos, 10 unidades. Por último, una carpeta básica, sin inscripciones en la tapa, en una cadena minorista tiene un valor de $ 40, que puede llegar hasta $ 150 si se trata de un artículo con licencia con los personajes hoy de moda. En los mayoristas esos precios rondan entre $25 y $100, comprando de a 10 bultos.

DescuentosSegún la CAME, las ventas minoristas agrupadas en artículos de librería y juguetería subieron 1,7% en enero impulsadas por los productos de juguetería en torno a Reyes. Ante este escenario, las librerías buscan trazar estrategias con colegios para fidelizar clientes.

"Hay una librería a pocas cuadras del colegio que arma las cajas escolares con todo lo que necesitan los chicos para comenzar las clases y hacen descuentos si varios padres lo compran ahí. Es una forma de ahorrar dinero, tiempo y comprar todo lo necesario para comenzar el ciclo lectivo", explica una maestra del colegio privado San Cirano del barrio de Caballito. Esta estrategia se repite en varias instituciones privadas y significan un impulso para las ventas de los locales minoristas.

La compra que se volcó a ChileAnte el comienzo del ciclo escolar, muchos de los argentinos que vacacionan en Chile aprovechan para hacer shopping y armar los kits de útiles. La diferencia de precios puede alcanzar el 50% y en el país vecino se consiguen marcas y productos que en la Argentina aún no llegaron.

Según la Subsecretaría de Turismo de Chile, 6.449.993 personas llegaron a Chile en 2017, 13,3%, más respecto de 2016. El principal mercado receptivo fue el de los argentinos. Según el organismo, los más de 3 millones de argentinos que fueron a Chile, dejaron ganancias por u$s 1353 millones.

Noticias de tu interés