Paso a paso

Raviolis fritos con salsa butter milk: la receta de las abuelas para comer un plato sabroso y económico

Descubre cuáles son los alimentos requeridos para elaborar este plato y cómo se prepara.

La cocina de España ofrece una amplia variedad de platillos dulces y salados para todos los gustos. Además, la mayoría de estas comidas son fáciles y rápidas de cocinar, como Los Raviolis fritos con salsa butter milk.

Este exquisito bocadillo cuenta con pocos minutos de elaboración e ingredientes que puedes encontrar en tu alacena o conseguir en cualquier supermercado o tienda del país.

Receta de Raviolis fritos con salsa butter milk (foto: Pixabay).

Raviolis fritos con salsa buttermilk: una receta fácil y deliciosa para compartir en casa

Los raviolis fritos con salsa buttermilk son una deliciosa combinación de texturas y sabores que se preparan de manera sencilla. La receta consiste en rellenar los raviolis con ingredientes como queso ricotta y espinacas, luego se empanizan y se fríen hasta obtener un dorado crujiente. La salsa buttermilk, suave y cremosa, complementa perfectamente el plato, añadiendo un toque ácido que realza el sabor de los raviolis.

El ambiente ideal para disfrutar de este platillo es una cena informal con amigos o familiares, donde la calidez y la buena compañía se mezclan con el aroma de la comida recién hecha. La preparación toma aproximadamente 30 minutos y, aunque requiere algunos pasos, es accesible para cocineros de todos los niveles, lo que la convierte en una opción perfecta para una noche especial o una reunión casual.

Receta de Raviolis fritos con salsa butter milk (foto: Pexels).

¿Cómo preparar Los Raviolis fritos con salsa butter milk?

Para preparar unos deliciosos raviolis fritos con salsa buttermilk, comenzaremos por hacer la salsa. Exprimimos el zumo de un limón y lo añadimos a un vaso de leche, dejando reposar la mezcla durante 10 minutos. Este proceso nos permitirá obtener una buttermilk casera, ideal para darle un toque cremoso y ácido a nuestros raviolis. Una vez lista, la reservamos mientras preparamos el resto de los ingredientes.

A continuación, pasamos a la salsa de tomate que acompañará nuestros raviolis. En una cazuela, calentamos un poco de aceite de oliva y agregamos un ajo machacado junto con tomate triturado. Cocinamos a fuego medio hasta que la salsa espese y luego la ajustamos de sabor añadiendo una pizca de azúcar y albahaca fresca. Esta salsa será el complemento perfecto para nuestros raviolis fritos.

Finalmente, procedemos a empanar los raviolis. Los pasamos primero por la buttermilk y luego los cubrimos con pan rallado. Freímos en abundante aceite caliente hasta que estén dorados y crujientes. Una vez fritos, los colocamos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Servimos los raviolis espolvoreados con queso parmesano rallado y acompañados de la salsa de tomate que preparamos anteriormente. ¡Listo para disfrutar!

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