

El sur de España es conocido por sus pueblos blancos, pero hay un rincón fuera de Andalucía que no se queda atrás. A tan solo 50 kilómetros de Madrid, existe Olmeda de las Fuentes, un pequeño municipio que recuerda a las hermosas localidades andaluzas, pero se encuentra en la Alcarria madrileña.
Este lugar, con menos de 500 habitantes, ha logrado atraer a visitantes por su singular estética, paisajes cautivadores y una conexión con el arte y la historia.
Olmeda de las Fuentes destaca por sus casas blancas que se agrupan en sus empinadas calles y ha sido la fuente de inspiración para numerosos artistas a lo largo de los años. Es un claro ejemplo de cómo la belleza de un pequeño pueblo puede reflejar el alma del campo español, mientras conserva su identidad única.

Olmeda de las Fuentes, un lugar hecho a sí mismo
Este pequeño municipio tiene una rica historia que se remonta al siglo XII. A lo largo de los siglos, Olmeda de las Fuentes ha sido moldeado por eventos históricos y leyendas, como su fundación alrededor de la ermita de Valmores, basada en la historia de un asesinato.
El pueblo también fue testigo del impulso industrial en el siglo XVIII, de la mano de Juan de Goyeneche, quien impulsó el desarrollo de la zona, y de la hazaña de Pedro Páez, el primer europeo en ver las fuentes del Nilo en 1618.
En 1954, a iniciativa de sus propios habitantes, el municipio cambió su nombre de Olmeda de la Cebolla a Olmeda de las Fuentes, en homenaje a los manantiales que salpican la villa.

El arte como alma del pueblo
Desde la década de 1960, Olmeda de las Fuentes ha sido un destino popular para pintores y artistas que se sienten atraídos por sus paisajes serenos y la calidad única de su luz.
La conexión del pueblo con el arte comenzó con la llegada de un grupo de pintores de la Escuela de Vallecas de Madrid, quienes descubrieron en este rincón de la Alcarria madrileña un lugar lleno de inspiración. Con el tiempo, hasta 15 artistas han residido en el pueblo, dejando un legado artístico valioso que se refleja en las obras expuestas en la iglesia de San Pedro.
El arte se ha convertido en una parte fundamental de la identidad de Olmeda de las Fuentes. Los visitantes pueden seguir la "Ruta de los Pintores", una experiencia que permite explorar los domicilios donde estos artistas han residido y disfrutar de sus obras de forma directa.
Un pueblo con alma y cultura
Además de su legado artístico, Olmeda de las Fuentes cuenta con elementos culturales que enriquecen la experiencia de quienes visitan el pueblo. El Centro de Interpretación de la Alcarria madrileña es uno de esos espacios que ofrecen un vistazo a la forma de vida tradicional de la región, destacando la fauna y flora local.
En cuanto a su vida social y cultural, Olmeda de las Fuentes celebra varias festividades a lo largo del año, como las Fiestas Patronales en honor al Cristo del Olvido, la Romería de Valmores, el Mercadillo de Navidad y la Muestra de las Culturas en octubre.
Olmeda de las Fuentes es, sin lugar a dudas, un ejemplo de cómo un rincón alejado de las grandes urbes puede mantener una identidad tan rica en historia, arte y cultura, todo ello envuelto en un ambiente tranquilo y pintoresco.


