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A pocos días de iniciar oficialmente las vacaciones de verano, un número creciente de españoles busca escapadas dentro del territorio nacional que ofrezcan paisajes cautivadores, serenidad y una gastronomía de calidad.

En lugar de optar por las grandes urbes o las playas más abarrotadas, cada vez más viajeros eligen explorar pueblos con una identidad singular, menos concurridos y repletos de historia.

Entre las diversas alternativas que presenta el mapa, uno de estos pueblos ha sido recientemente designado como el más bonito de España. Con sus casas blancas, vistas al Mediterráneo y un ambiente bohemio, este destino se ha convertido en una opción irresistible para aquellos que anhelan un verano diferente, alejado del bullicio y más cercano a lo auténtico.

El pueblo más bonito de España: encanto, vistas al Mediterráneo y gastronomía irresistible (foto: archivo).
El pueblo más bonito de España: encanto, vistas al Mediterráneo y gastronomía irresistible (foto: archivo).

¿Qué pueblo de España es el más bonito y cuáles son las razones de su elección?

Ubicado en la provincia de Alicante, Altea fue destacado por National Geographic en junio de 2025 como el pueblo más hermoso de España. Esta elección se fundamenta en su arquitectura de tonalidades blancas, su privilegiada ubicación frente al mar y el equilibrio que logra entre tradición, arte y turismo.

Su casco antiguo, presidido por la iglesia de Nuestra Señora del Consuelo, se erige como uno de los lugares más fotografiados de la Comunidad Valenciana.

Por las mañanas, el pueblo despierta con el canto de las gaviotas y la vista de los barcos en el puerto. Altea fue, durante décadas, un pueblo de pescadores y labradores. En la calle del Sol, hasta hace poco, aún se percibía el aroma a pescado y salazón, según relatan los vecinos más ancianos. Las puertas estaban adornadas con cortinas negras, características del antiguo barrio marinero.

Hoy, esa calle atraviesa el barrio de El Fornet. Sus casas blancas se engalanan con geranios, jazmines y buganvillas. Las calles son angostas y empedradas, conservando la estética mediterránea tradicional.

La calle Major conduce hasta la iglesia de Nuestra Señora del Consuelo. El acceso está revestido de piedra oscura y culmina en una escalinata. Sus dos cúpulas, de tejas azules vidriadas, dominan la panorámica del pueblo. Desde este punto, se pueden apreciar las sierras de Aitana, Bèrnia y el Puigcampana hacia el interior. Hacia el mar, se distinguen la Punta de l'Albir, el Morró de Toix y el Peñón de Ifach.

Además de su belleza natural, Altea preserva una identidad artística muy robusta. Desde hace décadas, se ha convertido en refugio de músicos, pintores y artesanos. Sus galerías, talleres y ferias al aire libre aportan vitalidad a un pueblo que amalgama historia, paisaje y cultura.

El pueblo más bonito de España: encanto, vistas al Mediterráneo y gastronomía irresistible (foto: archivo).
El pueblo más bonito de España: encanto, vistas al Mediterráneo y gastronomía irresistible (foto: archivo).

Actividades imprescindibles en Altea

Altea ofrece actividades para todos los gustos. Su tamaño es ideal para recorrerla a pie y descubrir cada rincón sin prisa. A continuación, algunos imperdibles para disfrutar del pueblo:

Recorrer el casco antiguo

Las calles estrechas de El Fornet, las casas blancas y los balcones adornados con flores conforman uno de los conjuntos más pintorescos del Mediterráneo.

Subir a la iglesia de Nuestra Señora del Consuelo

Desde su mirador se puede contemplar la bahía y las sierras que rodean el pueblo, convirtiéndose en uno de los mejores puntos panorámicos de la región.

Caminar por el paseo marítimo

Este lugar es ideal para una caminata tranquila al atardecer, donde se encuentran bares, restaurantes y vistas abiertas al mar.

Visitar sus playas

Aunque son de piedra, ofrecen aguas cristalinas y un ambiente sereno. Las más conocidas son la Playa de la Roda y la de Cap Blanch.

Entrar a galerías de arte y tiendas locales

Altea es un pueblo profundamente vinculado al arte, donde muchas casas antiguas se han transformado en espacios culturales.

Probar su gastronomía

.El arroz a banda, los pescados frescos y los dulces típicos como los pastissets son parte fundamental de su identidad culinaria.

Guía para llegar a Altea desde las ciudades más importantes

Desde Valencia, el trayecto en automóvil por la AP-7 toma aproximadamente 1 hora y 30 minutos. También es posible llegar en tren con un transbordo en Alicante.

Desde Madrid, la opción más rápida es tomar un AVE hacia Alicante (alrededor de 2 horas y media) y luego continuar en tren de cercanías o en coche hasta Altea, con un tiempo total de viaje que oscila entre 4 y 5 horas.

Desde Barcelona, hay vuelos directos a Alicante o trenes de larga distancia disponibles. Si decides ir en coche, el viaje dura cerca de 5 horas.

Gracias a su proximidad con el aeropuerto de Alicante-Elche, Altea tiene excelentes conexiones que facilitan su visita desde cualquier parte del país.