

El escenario político español atraviesa una nueva fase de tensión entre el PSOE y Junts. Mientras los socialistas reivindican que el diálogo con la formación catalana sigue vigente y permite avanzar en iniciativas clave, Junts sostiene que la mayoría que sostenía al Gobierno se ha quebrado y reclama la convocatoria urgente de elecciones.
Las declaraciones de ambos espacios reflejan dos diagnósticos opuestos sobre la estabilidad legislativa y el futuro inmediato del Ejecutivo.
El cálculo político del PSOE y la apuesta por sostener la legislatura
Patxi López, portavoz del PSOE en el Congreso, afirmó que su partido mantiene la confianza en el diálogo con Junts para sacar adelante proyectos legislativos relevantes.
Explicó que la abstención de los nacionalistas, decisiva para salvar la votación sobre el cierre de las nucleares, se esperaba dentro del grupo socialista.

Señaló que la dinámica parlamentaria obliga a responder a asuntos concretos como el decreto de desarrollo de la ley ELA u otras iniciativas sociales que, en su visión, también impactan en Cataluña. Reiteró que el Gobierno cuenta con la determinación de agotar la legislatura.
López subrayó que el reciente informe del abogado general de la UE sobre la ley de amnistía respalda la tesis gubernamental de que la norma favorece la reconciliación en Cataluña.
Aunque evitó pronunciarse sobre su aplicación futura a Carles Puigdemont, consideró que el dictamen despeja obstáculos en el camino.
¿Qué sostiene el PSOE para defender que la vía del diálogo continúa abierta?
El portavoz socialista insistió en que la política no admite “órdago tras órdago” sin asumir las responsabilidades que implica cada votación.
Definió el intercambio con Junts como una negociación constante que, según dijo, permitió avances legislativos hasta el momento y que continuará vigente.

Remarcó que la “mano tendida” sigue sobre la mesa y que el Gobierno está dispuesto a escuchar a la formación catalana en cada fase parlamentaria.
A su vez, López defendió que las próximas discusiones, entre ellas las relativas a medidas sociales y sanitarias, representan oportunidades para demostrar la utilidad del diálogo.
Desde su perspectiva, incluso tras episodios de fricción, ambas partes tienen incentivos para mantener canales abiertos. Esta postura contrasta con el diagnóstico pesimista de Junts sobre el futuro del Gobierno, que considera ya sin mayoría operativa.
¿Por qué Junts afirma que el Gobierno ha perdido la capacidad de gobernar?
El diputado Josep Pagès expuso una posición opuesta al asegurar que el acuerdo con el PSOE está roto “por incumplimientos” del Ejecutivo.
Sostuvo que la mayoría que permitió la investidura ya no existe y que, sin ella, el Gobierno habría perdido su capacidad de impulso político. Aseguró que la aprobación de leyes se ve seriamente comprometida y acusó al Ejecutivo de ocupar, pero no ejercer, el gobierno.

Pagès instó al presidente Pedro Sánchez a activar el mecanismo constitucional del artículo 115 para disolver las Cortes y convocar elecciones. Presentó este paso como la vía adecuada para recuperar legitimidad democrática.
También criticó la reforma del Ministerio Fiscal impulsada por el Gobierno en medio del proceso contra el fiscal general del Estado, a la que calificó como un intento de apropiación del sistema judicial.
Para Junts, la ruptura es un hecho consumado y cualquier intento del Ejecutivo por negarlo responde, según su interpretación, a la primera fase del duelo político.