

Una reciente decisión del Tribunal Supremo de España marca un hito en la protección de los derechos de los trabajadores. La sentencia establece que las empresas no pueden imponer unilateralmente la obligación de trabajar los fines de semana.
Esta resolución surge tras una demanda presentada por la Confederación General del Trabajo (CGT) contra la empresa Konecta Servicios de BPO, que pretendía modificar la jornada laboral de 42 empleados para incluir sábados y domingos, alegando "necesidades del servicio".
El Tribunal Supremo ha declarado nula esta modificación, al considerar que constituye una alteración sustancial de las condiciones de trabajo que requiere negociación previa según el artículo 41 del Estatuto de los Trabajadores.

Un precedente en defensa de los trabajadores
La sentencia 1643/2025 del Tribunal Supremo establece que, aunque los contratos incluyan cláusulas de disponibilidad de lunes a domingo, si los empleados han venido trabajando de lunes a viernes durante años, no se puede imponer un cambio de jornada sin seguir un procedimiento legal.
Este fallo refuerza la idea de que la práctica habitual en la empresa genera derechos adquiridos para los trabajadores. El Tribunal subraya que las cláusulas sobre disponibilidad no otorgan a las empresas libertad absoluta para reorganizar los turnos sin cumplir con los procedimientos legales.
Cualquier modificación sustancial de las condiciones de trabajo debe ser justificada y negociada colectivamente, tal como exige el artículo 41 del Estatuto de los Trabajadores.
Implicaciones para empresas y trabajadores
Esta sentencia tiene un impacto significativo en el mercado laboral español, especialmente en sectores donde el trabajo en fines de semana es común, como la hostelería, el comercio y la sanidad.
Las empresas deberán revisar sus prácticas y asegurarse de que cualquier cambio en la jornada laboral se realice conforme a la ley, respetando los derechos adquiridos por los trabajadores y evitando modificaciones unilaterales.
Para los trabajadores, este fallo refuerza su posición frente a cambios arbitrarios en sus condiciones laborales.
Si una empresa intenta imponer trabajo en fines de semana sin seguir el procedimiento legal, los empleados pueden impugnar la decisión y exigir el mantenimiento de sus condiciones habituales de trabajo.

En busca de mejores entornos laborales
La decisión del Tribunal Supremo representa un avance en la protección de los derechos de los trabajadores y en la promoción de una mayor conciliación entre la vida laboral y personal.
Al limitar la capacidad de las empresas para modificar unilateralmente las jornadas laborales, se fomenta un entorno de trabajo más justo y equilibrado, donde los cambios deben ser negociados y justificados adecuadamente.
Este fallo también envía un mensaje claro a las empresas sobre la importancia de respetar las prácticas laborales establecidas y de seguir los procedimientos legales en caso de querer realizar cambios significativos en las condiciones de trabajo.






