

Las transferencias bancarias se han consolidado como uno de los métodos de pago más utilizados en España. La Agencia Tributaria pone la lupa sobre este tipo de operaciones. El organismo advierte que "las multas por no declarar transferencias bancarias pueden llegar a los 2500 euros, pero todo dependerá de la cuantía de esta última".
El objetivo de este control es reducir riesgos de evasión fiscal y de blanqueo de capitales. Según la normativa vigente, tanto los bancos como los contribuyentes están obligados a informar sobre ciertas operaciones para garantizar transparencia y trazabilidad de los fondos.

Los expertos señalan que no cumplir con estas obligaciones puede derivar en sanciones económicas significativas, lo que obliga a los usuarios a extremar la precaución antes de mover dinero entre cuentas.
¿En que casos investiga las transferencias la Agencia Tributaria?
La Ley 10/2010 establece que los bancos deben notificar a Hacienda las transferencias que superen los 6000 euros. En los casos que rebasen los 10.000 euros, el control es aún más estricto, ya que "la Agencia Tributaria activa una investigación para determinar el origen de los fondos y asegurarse de que no se trate de actividades fraudulentas".
El incumplimiento de esta obligación puede generar multas de hasta 2.500 euros y sanciones que oscilan "entre el 5% y el 25% del valor de las transferencias bancarias no justificadas adecuadamente". Además, se deben declarar operaciones en efectivo superiores a 3000 euros y las que incluyan billetes de 500 euros.
Para evitar problemas, los contribuyentes tienen que presentar el Modelo S1, donde se indican los datos personales, los del receptor y el destino de la transferencia. Este formulario se firma y se presenta de manera online ante la Agencia Tributaria.
¿Qué pasa con Bizum y las transferencias instantáneas?
En los últimos años, las transferencias instantáneas han cambiado la forma en que los usuarios manejan su dinero. El 80% de las personas menores de 35 años utilizan Bizum de manera habitual.
Sobre estas operaciones, la normativa es clara: "los bizum esporádicos, es decir, aquellos que se utilizan para saldar pequeñas deudas, no hace falta declararlos". Sin embargo, al igual que en las transferencias bancarias tradicionales, el límite para no incluirlos en la Declaración de la Renta es de 10.000 euros.
Esto significa que si se superan estos importes, el contribuyente debe justificar el origen y destino del dinero, incluyendo el pago de impuestos cuando corresponda. De lo contrario, la Agencia Tributaria podrá aplicar sanciones económicas.
Un control que crece cada año
Con el avance digital y el aumento del uso de plataformas como Bizum, las autoridades refuerzan cada vez más sus mecanismos de control. El objetivo no es otro que garantizar que los movimientos financieros respondan a transacciones legítimas.
Los especialistas recomiendan que quienes realicen transferencias significativas documenten cada operación y conserven pruebas del origen del dinero. De esa manera, se minimizan riesgos y se evitan sanciones que pueden convertirse en un problema económico mayor para los usuarios.







