

El Boletín Oficial del Estado (BOE) de España ha publicado este miércoles la prórroga, hasta el 31 de diciembre de 2026, de la cuantía del salario mínimo interprofesional (SMI).
Según EFE, el Gobierno explica en su decreto que, aunque la fijación del salario mínimo no decae por el mero transcurso del plazo de vigencia del real decreto anual que lo fija, la seguridad jurídica aconseja despejar cualquier duda interpretativa.
¿Cómo quedan los salarios sin el aumento?
El Gobierno ha anunciado que el SMI situado en 1184 euros brutos al mes en catorce pagas, dentro del Real Decreto-ley 87/2025, se prorroga hasta el 2026.
Sin embargo, el Ministerio de Trabajo ha iniciado ya las reuniones con patronal y sindicatos para tratar de fijar con acuerdo el SMI del próximo año, que una vez se apruebe entrará en vigor con efectos retroactivos desde el 1 de enero.

¿De cuánto será el aumento en el SMI de 2026?
Comisión de expertos
El informe de la comisión de expertos (encargada de calcular cuál es el 60% del salario medio neto en España al que ha de llegar el SMI para cumplir con la Carta Social Europea) recomendó una subida del:
- 3,1% sin tributación
- 4,7% con el IRPF
Patronales
Los patronales, por su parte, han propuesto un alza del 1,5%.
Sindicatos
Los sindicatos han reclamado un 7,5%, siempre que el salario mínimo comience a tributar.
Ministerio de Trabajo
En la última reunión mantenida la semana pasada, Trabajo quiso valorar si hay margen de negociación para subir de forma consensuada el SMI, pero sin plantear una propuesta ni aclarar si el Gobierno mantendrá exenta de tributación esta retribución mínima.

¿Qué decide el Gobierno?
En la próxima reunión, que tendrá lugar a comienzos de enero, el Gobierno hará una primera propuesta sobre el SMI para 2026 con el objetivo de alcanzar un acuerdo en el seno del diálogo social.
Algo que no será fácil porque, además de las diferencias en cuanto a las cuantías, los sindicatos reclaman que se modifique la regulación actual que permite a las empresas neutralizar la subida del SMI a través de la compensación y absorción de complementos salariales, un aspecto que la patronal no quiere tocar.




