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En España, hablar de clase media, clase baja o clase alta no solo es cuestión de percepción, sino también de cifras oficiales que marcan la diferencia entre estar por debajo o por encima del umbral de la pobreza.
Según los últimos datos de la OCDE y la actualización de la renta media para 2025, pertenecer a la clase media exige unos ingresos que muchos hogares apenas alcanzan, mientras que el encarecimiento del coste de la vida agrava la presión sobre los presupuestos familiares.
¿Qué es la OCDE?
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, es un organismo internacional creado en 1961 que reúne a 38 países. Su objetivo es promover políticas públicas que mejoren el bienestar económico y social de las personas. Para ello, recopila y publica datos estadísticos que lo convierten en una referencia mundial para la elaboración de indices económicos y sociales.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, es un organismo internacional creado en 1961 que reúne a 38 países. Su objetivo es promover políticas públicas que mejoren el bienestar económico y social de las personas. Para ello, recopila y publica datos estadísticos que lo convierten en una referencia mundial para la elaboración de indices económicos y sociales.
El precio de la vivienda, tanto en compra como en alquiler, ha subido de forma notable en los últimos meses. A ello se suman los efectos de la inflación, que aunque se ha moderado en parte, golpea a los productos y servicios básicos.
En este escenario, la OCDE ha publicado su baremo oficial para definir el nivel de renta que delimita cada grupo socioeconómico en 2025. Así, queda claro que los ingresos no solo determinan el estatus económico, sino también el acceso a una vida más o menos estable, algo cada vez más difícil incluso para quienes se encuentran dentro de la clase media.

Los ingresos que definen a cada clase social según la OCDE
La OCDE establece que la clase baja es la que "se encuentra por debajo del 75% de la mediana de la renta nacional", mientras que la clase media incluye a quienes tienen "ingresos mensuales entre el 75% y el 200% de la renta mediana" y la clase alta a los que superan el 200%.
Con la mediana más reciente, que se sitúa en 1790 euros mensuales en 2025, esto se traduce en que:
Clase baja: menos de 1343 euros brutos al mes.
Clase media: entre 1343 y 3581 euros brutos mensuales.
Clase alta: a partir de 3581 euros brutos al mes.
Según la OCDE, "cerca del 59,63% de la población española se encuentra dentro de este rango" que define la clase media.
¿Por qué cada vez es más difícil mantenerse en la clase media?
Pertenecer a la clase media no depende únicamente del nivel de ingresos. Factores como el lugar de residencia, el tamaño del hogar y el encarecimiento de la vida tienen un impacto directo en la calidad de vida real de cada familia.
En el cuarto trimestre de 2024, los precios de la vivienda subieron un 11,3% respecto al año anterior, mientras que la vivienda nueva lo hizo un 12,3% y la de segunda mano un 11,1%. Además, el mercado del alquiler ha sufrido una fuerte contracción: en los últimos cinco años, la oferta de viviendas en alquiler ha disminuido un 56%, mientras que los precios aumentaron 30%.
En tanto, la inflación de la eurozona repuntó una décima en junio de 2025 hasta el 2%, impulsada principalmente por los servicios y los alimentos frescos, según Eurostat. En España, la inflación se situó algo por encima, en el 2,2%, lo que sigue afectando al poder adquisitivo real de las familias.
La OCDE subraya que "los ingresos no solo marcan la pertenencia a una categoría socioeconómica, sino también determinan el acceso a un nivel de vida acorde con las expectativas de cada grupo".
Más allá de la OCDE, otros organismos también ofrecen datos orientativos. El Sindicato de Técnicos de Hacienda (Gestha) sitúa la clase alta en los 43.200 euros brutos anuales (unos 2618 euros netos al mes) y a la clase media desde los 16.200 a los 43.200 euros anuales.



