

Durante décadas, la creencia de que las pequeñas manchas blancas en las uñas se deben a una carencia de calcio ha circulado sin ser cuestionada. Sin embargo, este mito ha sido desmontado por el podólogo Manuel Vidal, quien en un reciente vídeo difundido en redes sociales ha explicado con claridad cuál es el verdadero origen de estas marcas.
Lejos de responder a déficits nutricionales, las famosas manchitas tienen una explicación mucho más sencilla y cotidiana.
Manchas blancas en las uñas: el verdadero origen
Las marcas blancas que aparecen en la superficie de las uñas reciben el nombre de leuconiquia y, según explica Manuel Vidal, suelen ser consecuencia de pequeños traumatismos en la base de la uña. "Esto se llama leuconiquia y la mayoría de las veces sucede porque nos damos un golpe en la base de la uña", detalla el especialista, haciendo alusión a gestos tan comunes como morderse las uñas o golpearse accidentalmente con algún objeto. El déficit de calcio no tiene nada que ver con las manchas, un mito desmontado.

Estos microtraumatismos, que pueden pasar desapercibidos en el momento en que ocurren, provocan una alteración en la formación de la uña que se hace visible solo semanas más tarde. Tal como indica Vidal, el crecimiento de la uña es un proceso lento, que puede tardar entre seis y ocho meses en completarse, lo que explica por qué estas manchas no aparecen de inmediato. "Muchas veces tardan en aparecer porque lo que tarda la uña en crecer es entre seis y ocho meses", puntualiza.
¿Qué papel juega el calcio en la salud de las uñas?
Una de las afirmaciones más contundentes del podólogo ha sido su desmentido del supuesto vínculo entre las manchas blancas y la falta de calcio. "La ciencia lo desmiente: no hay evidencia que las relacione con el calcio", afirma Vidal con rotundidad. Esta idea errónea ha sido perpetuada durante generaciones, pese a que los estudios y la práctica clínica indican que no existe una relación directa entre el consumo de calcio y la aparición de estas marcas.

Aunque existen ciertos casos en los que las alteraciones en las uñas pueden estar asociadas a deficiencias nutricionales o enfermedades sistémicas, estos escenarios son poco comunes. Por ello, el especialista insiste en que no debe cundirse el alarmismo, aunque sí conviene observar si la mancha evoluciona con el crecimiento de la uña. "Si esas manchas no desaparecen o no se mueven del sitio, es mejor que consultes a un profesional", aconseja, ya que la persistencia de la mancha podría estar indicando una alteración distinta.
Con un enfoque didáctico y cercano, el podólogo ha logrado que su explicación circule ampliamente, desactivando una creencia que, aunque popular, carece de base científica. Su mensaje, avalado por la observación clínica y los tiempos de crecimiento ungueal, ofrece claridad sobre un tema que aún genera dudas, y destaca la importancia de consultar con profesionales ante cualquier anomalía persistente.


