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Portugal enfrenta una posible infiltración de elementos militares en redes de extrema derecha. El semanario lusoExpresso ha revelado que exmilitares y soldados en activo habrían ofrecido entrenamiento táctico y en el uso de armas a miembros de grupos neonazis en el país, según información de EFE.
La noticia ha generadoalarma entre las autoridades lusas, que investigan si estos entrenamientos podrían ir más allá de simples simulacros con armas de ‘airsoft'.
Las revelaciones se basan en conversaciones interceptadas entre un "elemento importante" del Grupo 1143 y del disuelto Nova Ordem Social (NOS), dos organizaciones de ideología neonazi. En dichas comunicaciones, se afirma que recibieron formación militar sobre el terreno y en el manejo de armas de fuego de calibre largo y corto.
Por el momento, el Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas no ha emitido una respuesta oficial, pese a haber sido contactado por el medio. La situación refuerza la creciente preocupación por la posible conexión entre miembros activos del Ejército portugués y movimientos extremistas violentos.

Entrenamiento militar para una supuesta guerra civil
El semanario Expresso asegura que el entrenamiento impartido a los grupos neonazis estaría destinado a "preparar a los neonazis ante un hipotético escenario de guerra civil", y que incluiría "movimientos tácticos sobre el terreno y el combate con armas de fuego de calibre largo y corto".
Estas actividades habrían sido desarrolladas en zonas rurales de la ribera sur del Tajo, utilizando, al menos públicamente, "rifles de ‘airsoft' y pistolas de aire comprimido con balas de plástico", aunque existe una creciente sospecha de que los entrenamientos reales incluyeran armamento verdadero.
Preocupación por el uso de armas reales
Aunque hasta ahora los entrenamientos reportados utilizaban equipamiento no letal, la alerta entre las autoridades ha crecido. Según Expresso, "esos entrenamientos paramilitares con armas de ‘airsoft' son motivo de preocupación para las autoridades portuguesas", especialmente por "las sospechas de que los neonazis podrían estar empleando armas reales y tener capacitación por parte de miembros de las Fuerzas Armadas".
El posible vínculo entre personal militar activo y grupos extremistas plantea un desafío para la seguridad nacional y para la vigilancia del extremismo violento en el seno de las fuerzas del orden.
El miembro del Grupo 1143 y de Nova Ordem Social (NOS) que reveló la existencia de estas formaciones también forma parte del Movimento Armilar Lusitano (MAL). Según Expresso, "una organización cuyos líderes fueron detenidos hace casi un mes".
La relación entre distintas agrupaciones de ultraderecha y los contactos con personas vinculadas a los estamentos militares abren interrogantes sobre la magnitud de la radicalización y la preparación paramilitar en Portugal.
Silencio oficial
El semanario Expresso intentó obtener respuesta del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas sobre el posible conocimiento institucional de estas actividades. Sin embargo, "por el momento no ha respondido", dejando en suspenso el grado de control o desconocimiento que existe dentro de las fuerzas armadas lusas ante este fenómeno.






