

Un nuevo informe basado en imágenes satelitales expuso la gravedad de la crisis en los arsenales de Rusia. Los tanques T-72A, con casi 50 años de antigüedad, están siendo trasladados a la base de Uralvagonzavod en Nizhny Tagil.
La mayoría se almacenaban en depósitos a cielo abierto, expuestos al frío, calor, nieve y lluvia, lo que plantea serias dudas sobre su estado operativo.
"Esta medida no solo señala el agotamiento del arsenal de vehículos blindados más modernos, sino que también subraya la estrategia fundamental de Rusia en el frente: compensar la inferioridad tecnológica con una abrumadora superioridad numérica", explican desde Defense Romania.

Declive de las reservas rusas
El pasado 28 de julio, un estudio del Instituto de la Escuela de Economía de Kiev alertó sobre el agotamiento de los envíos desde los principales almacenes militares rusos. Ahora, un análisis de inteligencia ucraniana, publicado por el investigador Jompy, confirma que las reservas de tanques de Rusia entraron en una fase crítica de agotamiento.
El seguimiento de los depósitos militares muestra que la extracción constante de blindados, sumada a la incapacidad industrial de restaurarlos al ritmo necesario, está erosionando aceleradamente la capacidad de Moscú de mantener carros de combate modernos en el frente.
El depósito 1311, por ejemplo, retira alrededor de 20 tanques T-72B al mes, lo que llevaría a su vaciamiento total antes de fin de año. Además, esa base ya no cuenta con T-80BV, lo que indica que esa línea de reservas estaría agotada.
Retroceso hacia tanques de museo
La evidencia gráfica demuestra que Rusia ha comenzado a extraer T-55 y T-62, tanques de los años cincuenta y sesenta, cuya reaparición en Omsktransmash refleja un retroceso forzoso hacia modelos obsoletos.
Defense Romania detalla que los T-72A "solo podrían representar una amenaza para los tanques ucranianos de la misma antigüedad en combate cuerpo a cuerpo", aunque estos son cada vez menos frecuentes porque Ucrania los reemplaza por tanques occidentales. Incluso los más antiguos, como los Leopard 2A4 o Leopard 1A5, superan ampliamente en capacidad ofensiva al T-72A.
El deterioro del arsenal blindado ruso se enmarca en un proceso que analistas describen como desmecanización: el paso de divisiones acorazadas a unidades que dependen de infantería ligera, motocicletas y vehículos improvisados.
Actualmente, los regimientos rusos en Ucrania atacan "principalmente a pie o en motocicletas", destaca Defense Romania. En redes sociales circulan videos de asaltos con Ladas modificados, UAZ Bukhankis, motocicletas, carritos de golf e incluso bicicletas o patinetes eléctricos.
Implicaciones estratégicas
La escasez de tanques modernos obliga a Rusia a sostener la ofensiva con material que carece de protección adecuada frente a drones, misiles antitanque y artillería guiada.
Esto no significa que Moscú esté cerca de la derrota, ya que su superioridad numérica en soldados le permite mantener el desgaste, pero sí limita su capacidad de lograr rupturas profundas en el frente ucraniano.
El escenario es claro: la maquinaria militar rusa enfrenta un límite estructural difícil de superar, con un arsenal que pasa de blindados de tercera generación a plataformas que pertenecen más a un museo que a un campo de batalla contemporáneo.



