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Despertarse en mitad de la noche no es algo extraño, pero cuando se convierte en un patrón frecuente puede afectar de forma directa la calidad del descanso y la salud mental.

La psicología y la inteligencia artificial coinciden en que estas interrupciones del sueño suelen ser una señal de que algo no está funcionando bien en el equilibrio emocional o físico de la persona.

Según la Clínica Mayo, este tipo de insomnio es común durante etapas de estrés y puede generar efectos inmediatos como irritabilidad, dificultad para concentrarse, fatiga y confusión mental.

La mirada de la psicología: estrés, ansiedad y hábitos poco saludables

Desde el enfoque psicológico, los despertares nocturnos suelen intensificarse en momentos de tensión emocional. La ansiedad, la depresión o el estrés acumulado durante el día pueden provocar que la mente se mantenga activa durante la noche, dificultando volver a dormir.

A estos factores emocionales se suman causas físicas como el reflujo gástrico, dolores crónicos o una alimentación pesada antes de acostarse, que generan incomodidad y aumentan la probabilidad de interrumpir el descanso. Mantener horarios regulares y reducir el consumo de cafeína por la noche son medidas que ayudan a prevenir estos episodios.

Lo que señala la inteligencia artificial

Consultada sobre el tema, la IA apuntó que los despertares repetidos pueden deberse tanto a motivos emocionales como a condiciones médicas. Entre las causas más frecuentes mencionó el estrés, la ansiedad, los trastornos del ánimo e incluso la apnea del sueño, que interrumpe la respiración durante la noche.

Para mejorar la calidad del sueño, la IA recomienda crear un ambiente oscuro y tranquilo, evitar pantallas antes de acostarse para no alterar la producción de melatonina y establecer rutinas relajantes como leer o escuchar música suave. Mantener estos hábitos puede marcar la diferencia entre una noche interrumpida y un descanso reparador.