

Viajar al Reino Unido en 2025 implica estar especialmente atento a las nuevas restricciones aduaneras que han entrado en vigor. Además de los trámites migratorios habituales, como la obtención del Electronic Travel Authorisation (ETA), las autoridades británicas han impuesto controles más estrictos sobre lo que los visitantes pueden introducir en el país.
Estas medidas, aplicadas a todos los ciudadanos de la Unión Europea, incluida España, están generando controversia por las elevadas sanciones económicas que podrían aplicarse en caso de incumplimiento.
Multa por introducir alimentos prohibidos en el Reino Unido
Desde mediados de abril, el Departamento para Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales del Reino Unido ha reforzado su política sanitaria. Prohibió el ingreso de ciertos productos alimentarios para consumo personal con importantes multas para el que lo haga.
Esta normativa afecta especialmente a los turistas españoles, muchos de los cuales mantienen la costumbre de llevar consigo alimentos típicos como jamón o queso en sus viajes al extranjero.

Entre los artículos vetados se encuentran carnes crudas o cocinadas, productos lácteos como quesos o leche, y embutidos, independientemente de su cantidad o presentación. Según explicaron las autoridades británicas, esta decisión responde a la necesidad de proteger la seguridad alimentaria nacional frente a amenazas como la fiebre aftosa.
Los viajeros que sean sorprendidos introduciendo estos productos en su equipaje pueden enfrentarse a sanciones que alcanzan hasta las 5000 libras esterlinas, lo que equivale a unos 6000 euros. Esta multa se impone en los casos en que no se declaren los artículos prohibidos o no se entreguen de forma voluntaria en la aduana.
El mensaje del Reino Unido es claro: proteger la salud de su ganado y garantizar la seguridad de su cadena alimentaria es prioritario.
Turistas bajo la lupa: controles más estrictos en las aduanas británicas
La aplicación de esta normativa no distingue entre países de la Unión Europea, por lo que los turistas procedentes de España deben prestar especial atención a lo que llevan en la maleta. Las aduanas británicas se han vuelto más rigurosas, especialmente durante los meses de verano, cuando se incrementa notablemente el flujo de viajeros.

La recomendación general es consultar previamente la página oficial del gobierno británico y abstenerse de transportar productos de origen animal, salvo que se esté completamente seguro de su legalidad. Además, se sugiere verificar con las aerolíneas o compañías de transporte los requisitos específicos, así como declarar cualquier alimento de origen dudoso ante las autoridades fronterizas.
El objetivo del Reino Unido es garantizar un turismo responsable y consciente de las regulaciones sanitarias. Sin embargo, la falta de información o la costumbre de llevar recuerdos gastronómicos pueden traducirse en costosas multas o en la confiscación de productos personales en el aeropuerto.


