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La Dirección General de Tráfico (DGT) de España ha dado a conocer la velocidad ideal para gastar menos gasolina en el coche: mantener una velocidad constante y moderada a 90 km/h.
El organismo aseguró que una conducción eficiente puede marcar la diferencia en el bolsillo de los usuarios de vehículos.

La DGT recomienda mantener una velocidad constante para gastar menos gasolina
Una de las formas más efectivas de reducir el consumo de gasolina es mantener una velocidad constante y moderada. Según la DGT, el consumo óptimo se da a una velocidad de 90 km/h, porque ese ritmo minimiza el esfuerzo del motor.
El organismo español recomienda evitar los excesos de velocidad, ya que circular a 120 km/h incrementa el consumo de combustible en un 30%.
Además de la velocidad, es importante respetar los límites establecidos en las vías. En vías convencionales, la velocidad recomendada para lograr un buen rendimiento en el consumo de combustible es de 90 km/h.
Sin embargo, en autopistas y autovías, aunque la velocidad mínima permitida es de 60 km/h, se deben ajustar las expectativas de ahorro y eficiencia según el entorno.

La marcha adecuada para ahorrar combustible
Además de controlar la velocidad, la DGT resalta la importancia de conducir en la marcha más larga posible dentro de los límites de velocidad permitidos. Por ejemplo, al alcanzar los 50 km/h, se debe cambiar a la cuarta o quinta marcha, para evitar forzar el motor.
Las marchas cortas se deben reservar para situaciones específicas, como cuando se arranca en una pendiente pronunciada.
Consejos adicionales de la DGT para una conducción más eficiente
La DGT ofrece también otras recomendaciones para mejorar el rendimiento del combustible mientras se conduce:
Mantén una velocidad constante. Así evitarás aceleraciones y desaceleraciones bruscas, que aumentan el consumo.
Utiliza el control de crucero en trayectos largos. El objetivo es evitar variaciones innecesarias en la velocidad.
Cambia de marcha en el momento adecuado, no lo debes hacer ni demasiado pronto ni demasiado tarde. Si cambias antes de tiempo las revoluciones caerán, obligando al motor a un esfuerzo adicional. Por otro lado, cambiar cuando el coche está muy acelerado también puede incrementar el gasto de gasolina.


