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En la política española, equivocarse puede salir caro... o convertirse en un fenómenoviral. Los lapsus de los dirigentes suelen generar risas, memes y debates en redes sociales, donde cada error se comparte y comenta al instante.

Desde confundir ciudades hasta errores lingüísticos que rozan lo surrealista, los fallidos de los políticos españoles han dejado momentos inolvidables que aún circulan en chats y foros, provocando carcajadas incluso entre sus propios seguidores.

El reciente desliz de Yolanda Díaz, al referirse a un "gobierno de corrupción para rato", volvió a poner sobre la mesa la capacidad de los dirigentes para equivocarse y, al mismo tiempo, generar repercusión mediática.

Más allá de la risa que provocan, estos fallidos reflejan la presión a la que están sometidos los líderes al hablar frente al Congreso, el Senado o cámaras televisivas.

En ocasiones, los lapsus muestran deslices inocentes, pero otras veces se transforman en armas dialécticas que rivales políticos no dudan en explotar. De Díaz a Zapatero, pasando por Rajoy y Trillo, los errores verbales se han convertido en hitos del imaginario político español, demostrando que incluso los más preparados pueden tropezar frente al micrófono.

El lapsus de Yolanda Díaz reaviva una guerra de palabras

La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, protagonizó uno de los lapsus más comentados del año al afirmar en el Senado que había "gobierno de corrupción para rato".

Aunque enseguida corrigió su error y lo atribuyó a los gritos del PP, el comentario desató una ola de reacciones. Alberto Núñez Feijóo no tardó en aprovechar el traspié para hablar de "lapsus de sinceridad", mientras que Pedro Sánchez salió en defensa de su vicepresidenta y contraatacó recordando los propios errores del líder popular.

Pedro Sánchez salió en defensa de su vicepresidenta y contraatacó recordando los propios errores del líder popular. Fuente: archivo.
Pedro Sánchez salió en defensa de su vicepresidenta y contraatacó recordando los propios errores del líder popular. Fuente: archivo.

Las redes sociales se encargaron de desempolvar viejos fallidos de Feijóo, desde llamar Bruce "Sprinter" a Springsteen hasta hablar de "emisiones de metanol".

Incluso el propio dirigente gallego ha bromeado en ocasiones con sus confusiones, como cuando mencionó Andalucía estando en Extremadura. Un intercambio de lapsus que, lejos de restarles protagonismo, humaniza a los líderes ante la opinión pública.

De Zapatero a Trillo, una colección de lapsus que hicieron historia

El "follar" de Zapatero durante una rueda de prensa con Dmitri Medvédev en 2009 se convirtió en un clásico instantáneo. Su intento de decir "favorecer" el turismo derivó en una carcajada colectiva y un video viral. No fue su único tropiezo: también calificó el atentado de ETA en Barajas como un "trágico accidente", algo que él mismo reconoció después como un "lapsus linguae".

De Zapatero a Trillo, una colección de lapsus que hicieron historia. Fuente: archivo.
De Zapatero a Trillo, una colección de lapsus que hicieron historia. Fuente: archivo.

Tampoco Mariano Rajoy escapó a los fallidos. Su célebre frase "es el vecino el que elige al alcalde y es el alcalde el que quiere que sean los vecinos el alcalde" o su felicitación de "Feliz 2016" al comenzar 2018 lo convirtieron en protagonista de incontables memes.

Pero uno de los momentos más recordados sigue siendo el de Federico Trillo, cuando gritó "¡Viva Honduras!" a soldados salvadoreños durante una visita a Irak. El propio ministro admitió entre risas su confusión, consciente de que la prensa inmortalizaría su error.

Los lapsus, al final, son parte del folclore político español. Más allá de la burla, revelan el costado humano de quienes suelen hablar ante millones y, en ocasiones, se equivocan de la forma más divertida posible.