

En la provincia de Sichuan, al suroeste de China, un grupo de arqueólogos hizo un hallazgo que ya es considerado uno de los más importantes del siglo. A tan solo un kilómetro de los históricos pozos de sacrificio de Sanxingdui, los expertos encontraron un taller de más de 3400 años de antigüedadrepleto de herramientas, hornos, cenizas, y -lo más impactante- materiales preciosos como jade y oro.
Lo sorprendente es que esta excavación no comenzó buscando estructuras antiguas. El objetivo era explorar posibles fuentes de piedras preciosas pero lo que se desenterró fue una red de producción sofisticada que arroja nueva luz sobre las capacidades del Reino Shu, una civilización que floreció hace más de 4500 años y cuya historia aún guarda muchos misterios.

Qué se encontró en el taller milenario de Sanxingdui
El Instituto Provincial de Investigación Arqueológica y de Reliquias Culturales de Sichuan confirmó que el sitio fue utilizado para el almacenamiento, fundición de metales y tallado de jade. Entre los restos hallados, se destacan:
Miles de herramientas utilizadas en la producción artesanal
Fragmentos de jade y oro
Piezas en distintas etapas del proceso de fabricación
Cimientos estructurales, hornos y zanjas de ceniza
Todo indica que este taller no era un espacio aislado, sino parte de una cadena de producción compleja y avanzada, lo que resulta excepcional para una sociedad que existió hace más de tres milenios.
Más de 60.000 reliquias recuperadas
Hasta el momento, los arqueólogos han logrado recuperar más de 60.000 objetos del sitio, según datos del Consulado de China. Esto convierte a la excavación en una de las más ricas de Asia en términos de volumen y valor arqueológico.
Ran Honglin, jefe de la excavación, aseguró que "esta estructura es prueba de que reliquias halladas anteriormente en Sanxingdui fueron elaboradas localmente por artesanos del Reino Shu, y no importadas como se pensaba".
Este descubrimiento, según los expertos, valida la teoría de que el Reino Shu no solo tenía una cultura profundamente espiritual y artística, sino también capacidades técnicas avanzadas en metalurgia y manufactura de lujo.
Qué revela este hallazgo sobre la antigua China
El valor del descubrimiento no radica solo en el oro o el jade, sino en lo que revela sobre la civilización que lo produjo. La presencia de un sistema manufacturero tan elaborado sugiere que el Reino Shu estaba más desarrollado de lo que se creía. Su legado, ahora tangible en miles de piezas artesanales, podría reescribir parte de la historia antigua de China.
Para la comunidad arqueológica internacional, el hallazgo refuerza la importancia de Sanxingdui como uno de los centros culturales y tecnológicos más avanzados del mundo antiguo. Y para China, representa un paso más en la recuperación de un pasado milenario que sigue sorprendiendo al mundo.





