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El telescopio espacial James Webb ha captado luz ultravioleta emitida por una galaxia cuando el universo tenía solo 330 millones de años. Este descubrimiento sugiere que el proceso de reionización cósmica ya había comenzado en ese momento, lo que representa un avance significativo en la comprensión de los primeros tiempos del cosmos.

La investigación, publicada en la revista Nature, fue realizada por científicos de seis países europeos -incluido el Centro de Astrobiología de España-, así como de Canadá y los Estados Unidos. Utilizaron el espectrógrafo NIRSpec del Webb, gestionado por las agencias espaciales de Estados Unidos (NASA), Europa (ESA) y Canadá (CSA).

Un universo en penumbras

Después del Big Bang, hace unos 13.800 millones de años, el universo era una sopa caliente y homogénea de hidrógeno y helio. Aproximadamente 380.000 años más tarde, esa mezcla comenzó a enfriarse, dando lugar a la llamada edad oscura cósmica, una etapa sin estrellas ni galaxias visibles.

Después del Big Bang, hace unos 13.800 millones de años, el universo era una sopa caliente y homogénea de hidrógeno y helio. (Imagen: archivo)
Después del Big Bang, hace unos 13.800 millones de años, el universo era una sopa caliente y homogénea de hidrógeno y helio. (Imagen: archivo)

Durante los siguientes 300 millones de años -un período aún lleno de incógnitas- comenzaron a formarse las primeras estructuras: estrellas, agujeros negros y galaxias emergieron a partir del gas primordial. Este proceso marca lo que se conoce como el amanecer cósmico, una fase crucial para entender cómo evolucionó el universo.

Una galaxia como testigo del amanecer

El telescopio James Webb fue diseñado específicamente para estudiar esta etapa remota. Gracias a su capacidad para detectar longitudes de onda más rojas que el Hubble, puede observar galaxias muy antiguas, incluso anteriores a los 300 millones de años posteriores al Big Bang.

El nuevo estudio, liderado por Joris Witstok de la Universidad de Cambridge, identifica signos de reionización en el medio intergaláctico alrededor de la galaxia JADES-GS-z13-1-LA. Esta observación permite establecer una fecha más precisa para el inicio del proceso de reionización, clave para que el universo se volviera transparente a la luz ultravioleta.

Un faro en la niebla temprana

Durante la reionización, los fotones ultravioletas interactuaron con el hidrógeno neutro, transformando el gas y permitiendo el paso de la luz a través del universo. Hasta ahora, si bien se habían detectado galaxias brillantes en ese período, no existían pruebas directas de que esa luz estuviera reionizando el medio.

El telescopio espacial James Webb ha captado luz ultravioleta emitida por una galaxia cuando el universo tenía solo 330 millones de años. (Imagen: archivo)
El telescopio espacial James Webb ha captado luz ultravioleta emitida por una galaxia cuando el universo tenía solo 330 millones de años. (Imagen: archivo)

El hallazgo no solo aporta evidencias de este proceso en una etapa tan temprana, sino que también permite conocer mejor la naturaleza de las primeras galaxias. Michele Trenti, de la Universidad de Melbourne, advierte que se necesitan más observaciones, pero destaca que el Webb ya está encontrando galaxias más abundantes y luminosas de lo que anticipaban los modelos.

"El JWST nos está dando las claves para reconstruir nuestro origen cósmico", concluye el experto.

Con información de EFE.