Deltoides: cómo se ejercita y qué beneficios aporta para la salud

Para una buena conservación del cuerpo, el corazón y la mente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda realizar actividad física regularmente. La cantidad de tiempo semanal aconsejada para los adultos mayores de 18 años es de entre 150 y 300 minutos.

Por ese motivo, es necesario incorporar a la rutina alguna práctica deportiva que mantengan al cuerpo en forma y a la mente activa, como hacer deltoides.

¿Qué es Deltoides?

El deltoides es el músculo principal del hombro, conocido por su forma que recuerda a la letra griega Delta. Este músculo se origina en tres partes distintas: la clavícula, el acromio y la apófisis espinosa de la escápula, cada una con funciones específicas que contribuyen a la movilidad del hombro.

Las porciones del deltoides tienen roles diferenciados en el movimiento. La porción anterior se encarga de la elevación y la rotación interna, mientras que la porción media es clave para la abducción y extensión vertical. Por su parte, la porción posterior colabora en la extensión horizontal y la rotación externa, lo que hace que el deltoides sea esencial para diversas actividades cotidianas y deportivas.

Mantener los deltoides en forma es crucial, especialmente para quienes pasan mucho tiempo frente a un ordenador, ya que unos músculos bien tonificados favorecen una buena postura y previenen dolores de espalda. Además, una postura adecuada no solo mejora la salud física, sino que también incrementa la autoconfianza.

Existen numerosos ejercicios para fortalecer los deltoides, como el press de hombros, las elevaciones laterales y el press militar. Sin embargo, es importante realizar un entrenamiento adecuado, ya que un mal enfoque puede llevar a lesiones, como el síndrome de pinzamiento subacromial o la tendinitis del manguito de los rotadores, que pueden afectar gravemente la funcionalidad del hombro.

Las precauciones a tener en cuenta antes de practicar deltoides

Al realizar ejercicios para fortalecer los deltoides, es fundamental mantener una técnica adecuada y evitar sobrecargas para prevenir lesiones como el síndrome de pinzamiento subacromial.

Para concluir, se aconseja a aquellos individuos interesados en iniciar la práctica de este deporte que busquen la orientación de un profesional para que les diseñe un plan personalizado según sus requerimientos y habilidades.