

La Audiencia Provincial de Madrid condenó al actual seleccionador de Brasil, Carlo Ancelotti, a un año de prisión por defraudar 386.361 euros a la Hacienda española en el ejercicio fiscal de 2014.
Aunque la pena no implica su ingreso en prisión -por ser inferior a dos años y no contar con antecedentes-, la sentencia marca un precedente relevante en materia de fraude fiscal vinculado al deporte.
El fallo incluye una multa equivalente al monto defraudado (386.361,93 euros), la misma cantidad fijada como indemnización a favor de la Hacienda Pública.
Además, el técnico fue sancionado con la pérdida del derecho a recibir ayudas públicas, beneficios fiscales o incentivos de la Seguridad Social durante tres años.
¿Qué determinó la justicia española en el caso Ancelotti?
La Sección 30 de la Audiencia Provincial de Madrid consideró probado que Ancelotti actuó con "voluntad consciente de eludir el pago de impuestos" durante su primera etapa al frente del Real Madrid.
Los magistrados señalaron que ocultó ingresos a través de un esquema de cesión de derechos de imagen con fines exclusivamente fiscales.
Aunque el entrenador aseguró haber seguido las indicaciones del club y de sus asesores, el tribunal concluyó que su conducta fue deliberadamente fraudulenta. La defensa alegó que Ancelotti saldó la deuda con Hacienda en 2021 y que el proceso judicial acumuló demoras indebidas. Esos atenuantes evitaron una pena mayor, pero no lo eximieron de responsabilidad penal.
La sentencia incluye la obligación de pagar 386.361,93 euros como multa y como indemnización civil, sin contemplar otros recargos o costas judiciales adicionales.
¿Cuál fue el mecanismo de fraude que detectó la Fiscalía?
Según la investigación, Ancelotti utilizó una estructura societaria creada en paraísos fiscales, como las Islas Vírgenes Británicas y el Reino Unido, para canalizar los ingresos derivados de sus derechos de imagen. Las empresas Vapia Limited y Vapia LLP, sin actividad económica real, funcionaron como pantallas para reducir su carga tributaria en España.
En julio de 2013, el técnico cedió sus derechos de imagen a una de estas sociedades por un contrato de 25 millones de euros, luego modificado para reducir el monto. Los pagos provinieron de entidades como el Real Madrid, Nike, y otras marcas internacionales, y nunca fueron incluidos en sus declaraciones de renta.
La Fiscalía también identificó dos propiedades en el extranjero, en Parma (Italia) y Vancouver (Canadá), cuyos ingresos no fueron declarados. Además, entre 2014 y 2015, Ancelotti recibió devoluciones indebidas de Hacienda por más de 568.000 euros.

¿Qué impacto puede tener esta condena para Ancelotti?
Aunque la pena de prisión no será efectiva, la condena deja secuelas jurídicas y reputacionales. Ancelotti queda inhabilitado por tres años para recibir incentivos o ayudas públicas en España y deberá afrontar el costo económico y mediático del proceso.

En lo profesional, el técnico continúa al frente de la selección brasileña rumbo al Mundial 2026, pero el fallo podría afectar su imagen pública y su relación con patrocinadores.
El caso se sumó a otros procesos similares contra figuras del fútbol, lo que reaviva el debate sobre la tributación de ingresos derivados de derechos de imagen en el deporte de élite.
La Fiscalía había solicitado originalmente más de cuatro años de prisión y una multa superior a los tres millones de euros, pero la reparación del daño, la ausencia de antecedentes y la duración del proceso influyeron en la reducción de la pena. A menos que el condenado cumpla con el pago total de lo adeudado, la sentencia se publicará en el Boletín Oficial del Estado.



