La visión del empresario

Alejandro Bulgheroni: "La Argentina puede, debe y quiere ser parte de la solución energética, con una visión de largo plazo"

Para uno de los líderes de la industria energética, el país enfrenta grandes oportunidades a partir de sus recursos, en especial, el gas natural: "Tiene que convertirse en un proveedor confiable"

"Se vino preparado", lo elogió Cristina Pérez, la host del evento. "Traje algunos apuntes...", refirió él en tono bajo, rápido, como un susurro. Lo cierto es que, ahí bajo el spotlight, apenas miró las páginas de la carpeta con la que había subido al estrado. 

Son contadas las veces que Alejandro Bulgheroni, chairman de Pan American Energy Group (PAE), habla al año en público. Uno de los líderes empresarios más importantes de la Argentina, su palabra es escuchada con atención cuando comparte sus opiniones sobre la actualidad del país. Pero, en su caso, también cobra valor su visión sobre la energía, una industria que en el mundo experimenta una transición de la cual su grupo, el mayor productor privado de hidrocarburos de la Argentina, quiere ser protagonista y a escala global

Su voz no es estridente. Ni eleva el tono. Pero "APB" -como lo identifican en su entorno- habla claro y contundente. Con la autoridad de esas personas con cuya sola presencia imponen respeto.

"La Argentina tiene exceso de recursos para lo que es su mercado interno", definió, durante el IEFA Latam Forum que se desarrolló meses atrás, en el hotel Four Seasons. "Las inversiones que tienen que venir, y son muchas, deben hacerlo para el mercado externo y relacionadas con qué pasa con la transición energética global", continuó.

"Soy consciente y estoy seguro de que hay que hacer muchas inversiones en la Argentina. El país está preparado en muchas áreas. En otras, todavía, no", planteó ante una audiencia silenciosamente expectante. Mencionó un concepto, que repetirá varias veces durante sus más de 25 minutos de alocución: trilema energético.

"Tenemos que producir energía y que sea limpia, segura y accesible para todos", definió. "Hoy, la única energía que, en principio y en parte, cumple con estas condiciones es el gas natural", está convencido.

Bulgheroni explica que el mundo debe sustituir al carbón, que hoy representa el 30% de la ecuación energética global y es altamente contaminante. "Lamentablemente, hay muchos países que piensan que no tienen otra alternativa. Y, pese a que están haciendo muchas inversiones en energías renovables, también las están haciendo en lo que es carbón", describe.

Esto hace que la transición energética sea multidimensional, con velocidades de adopción distintas según el país y la región. "Hay una gran diferencia entre aquellos países que tienen recursos para subvencionar las energías nuevas y limpias, que todavía no están al alcance de todos. Y gran cantidad de países, más del 50% de la población del mundo, que no tiene los recursos y, por lo tanto, seguirán consumiendo carbón", señaló.

Para él, los países deben concentrarse en la lucha por sustituir al carbón por el gas natural. "Posiblemente, no hicieron esto con anterioridad porque no estaban seguros de que hubiera gas natural suficiente. Esto, en las últimas décadas, se ha resuelto", puntualizó.

Problemas "de superficie"

"Ahora, el cambio del carbón está a la vista de todos y todos lo tienen que hacer. Lo que hay es un problema de precio", advirtió. "El gas natural licuado llevado a los distintos mercados es más caro que el carbón. Se requieren subsidios para reemplazarlo con gas natural", completó.

Aclaró que, en la Argentina, la situación es distinta. "Acá, los problemas de las reservas, de los recursos, por ahora, está claro: existen, están disponibles; mucho más de lo que tenemos para usar en el país", observó. "El tema son las condiciones de superficie; el tema de la macroeconomía".

"Acá, los problemas de las reservas, de los recursos, por ahora, está claro: existen, están disponibles; mucho más de lo que tenemos para usar en el país. El tema son las condiciones de superficie; el tema de la macroeconomía".

Las inversiones que hay que hacer, dijo, no tendrán visualización inmediata. "Todas llevan cuatro o cinco años; uno no puede saber lo que va a pasar". Vaca Muerta, recordó, no sólo es rica en gas. También, en petróleo. "No digo que haga lo mismo que el Permian Basin en los Estados Unidos, que produce más de 6 millones barriles diarios. La Argentina está produciendo 300.000, prácticamente, en el mismo tiempo. Este es el problema que hemos vivido porque las condiciones acá, en la Argentina, no dejaban que uno invirtiera", contrastó. "Uno debe tener las posibilidades del reservorio, las posibilidades geológicas. Pero, también, las condiciones económicas y de largo plazo", subrayó.

No duda: la oportunidad más "grande, importante y urgente" es el desarrollo de las reservas de hidrocarburos. "Si bien el mundo tardará mucho tiempo en usarlos menos, habrá una etapa en la cual bajarán los costos, los precios. Hoy, seguimos creciendo en el consumo. Hay más consumo de petróleo, gas y carbón que hace dos años", ilustró. 

Volvió a la comparación con los Estados Unidos. "Allá, van rápidamente a la obra. Con apoyo, sin apoyo del Gobierno, lo hacen. Aunque a veces haga también de las suyas, el Gobierno de los Estados Unidos demostró que apoya y deja trabajar a los empresarios. Aquí, no. Todo ha sido más control y poner piedras en el camino para que las cosas no se hagan".

Reiteró la necesidad de desembolsar "decenas de miles de millones de dólares" en petróleo y gas. "Hay mucha inversión por hacer", remarcó, una vez más. PAE, precisó, invierte todos los años más de u$s 1000 millones. "Las condiciones financieras de Pan American (sic) le permiten endeudarse dos o tres veces más de lo que está para llevar adelante estas inversiones. Además, tiene un buen flujo de caja. Estamos esperando que nos bajen la bandera y podamos salir adelante. Tenemos muchas oportunidades", expresó sobre la compañía, que hoy produce 250.000 barriles equivalentes de petróleo y gas por día.

"La transición energética hará que haya muchos otros lugares donde invertir. Por ejemplo, en el tema de los minerales. Litio. PAE ya tiene inversiones en litio, estamos desarrollando. Pero, también, hay que pensar en el cobre. Hay que duplicar el consumo de cobre en el mundo. Hay muchos lugares donde hay grandes capacidades para este mineral. Pero, en la Argentina, también las hay y nunca las hemos llevado adelante".

Hizo una pausa. "Cuando era chico, me decían que los minerales estaban del otro lado de la Cordillera. Que, de este lado, estaba el petróleo", contó. "Y yo me lo creía...", sonrió. "Evidentemente", retomó, "del otro lado estaban las condiciones para que estuviera". La alusión, otra vez, a "la superficie". "Ahora, vivimos en otro mundo. Nos damos cuenta de que la minería es importante y tenemos que hacerla. La Argentina tiene muchísimas oportunidades para eso", cerró.

En primer plano, Javier Milei, con Alejandro Bulgheroni (chairman de PAE) y su sobrino Marcos (CEO), durante la visita que el Presidente hizo a Vaca Muerta en agosto, con la presencia de los principales ejecutivos del sector.

La Argentina y su n lugar en el mundo que viene

Esa disertación de Bulgheroni fue a fines de marzo. Poco más de un mes después, en mayo, también estelarizó el Foro de Energía que organizó LIDE, la entidad que agrupa a 220 dueños, presidentes y CEOs de empresas con facturación anual superior a los u$s 100 millones (u$s 300 millones globales, si son filiales de multnacionales o multilatinas). 

Allí, en el Hotel Alvear, el presidente de PAE recordó que, a corto y mediano plazo, "no hay suficientes energías renovables que puedan reemplazar a los combustibles fósiles en la matriz energética mundial". Citó al CEO de ExxonMobil, Darren Woods: "Para lograr la transición justa hay que dejar de lado la ideología".

"Los que están mejor preparados para hacerlo son quienes hoy son parte de la industria. Todos quieren reducir emisiones y transicionar. Pero nadie quiere pagar el costo de hacerlo", enfatizó Bulgheroni.

Asia, puntualizó, representa el 50% del consumo de energía mundial. "China y la India, sus países centrales, tienen un 60% de su generación eléctrica a base de carbón. Asimismo, la guerra Rusia-Ucrania nos recordó que toda solución debe estar apoyada en el trilema energético".

Seguridad energética, definió, es contar con fuentes confiables de suministro. "La capacidad de satisfacer la demanda actual y futura por parte de los proveedores. Proveedores de energía que tienen que ser confiables", subrayó. Recordó la dependencia de Rusia que tenía la Unión Europea.

"La guerra Rusia-Ucrania aceleró el desarrollo del mercado mundial de GNL, con una importante participación de los Estados Unidos, que se posicionó como un proveedor confiable para Europa, firmando contratos de provisión a 20 años", destacó. "Estados Unidos, el principal productor de gas natural y de petróleo del mundo, es hoy también el mayor exportador global de gas natural licuado", resaltó.

"La Argentina se está posicionando como uno de los países más importantes de la región para participar de esa transición, ya que tiene grandes oportunidades debido a sus vastos recursos y a su posición geoestratégica, que lo posicionan como un jugador clave en el mercado energético mundial."

Con precisión de ingeniero -su título, a fin de cuentas-, informó que, hasta 2024, la oferta y demanda globales de GNL estarían igualadas. "En las últimas dos décadas y, principalmente, en los últimos cinco años, el gas natural se ha commoditizado. Esto fue debido a la creciente demanda global, con foco en Europa y Asia, y a la puesta en funcionamiento, principalmente, en los Estados Unidos, de una gran cantidad de plantas de licuefacción", explicó. "El mercado seguirá en esa línea, aumentando mucho su producción y consumo. Y, posiblemente, diluyendo su precio de venta", vaticinó

Otra vez, la gran oportunidad para la industria energética local. "Después de cierto número de años, van a faltar plantas de LNG para asistir al mundo con mayor oferta. Ahí, hay un posicionamiento importante para lo que estamos esperando en la Argentina".

Esa disminución del precio del GNL facilitará la sustitución del carbón, que es 41% más contaminante, indicó. Si bien en los últimos años las energías limpias pasaron del 16% al 22% de la oferta energética mundial, agregó, el 78% siguen siendo combustibles fósiles, con el carbón manteniendo una relevancia del 24% en la ecuación global.

"El foco principal y el más urgente debe ser sustituir al carbón. Si bien hay muchas fuentes de energías que pueden ser limpias y seguras, todavía, no son lo suficientemente accesibles y confiables para competir con el gas natural", reiteró. Esta última, volvió a insistir en ese foro, es la única que cumple "en principio y no completamente" con las condiciones del trilema energético.

Exhibió una proyección ("la más factible para mí"): el consumo mundial de gas natural crecerá de 10.000 millones de m3 diarios hasta los 14.400 millones en 2050.

"La transición hacia un futuro sostenible y con emisiones cero enfrenta desafíos críticos, relacionados con la disponibilidad de materias primas esenciales. La debida atención política y las acciones inmediatas son necesarias para abordar estos problemas y garantizar el éxito de la transición energética sin comprometer los objetivos climáticos", aseguró.

"En este juego, la Argentina puede, debe y quiere ser parte de la solución, con una visión de largo plazo", enfatizó.

"La Argentina se está posicionando como uno de los países más importantes de la región para participar de esa transición, ya que tiene grandes oportunidades debido a sus vastos recursos y a su posición geoestratégica, que lo posicionan como un jugador clave en el mercado energético mundial", dijo.

Enumeró las virtudes naturales del país: "Cuenta con grandes reservas de minerales como cobre, litio, níquel y zinc, entre otros considerados críticos para la transición energética como insumos claves para el almacenamiento de energía, la electrificación, la movilidad eléctrica y la digitalización". Sumó a esto los recursos, principalmente, de Vaca Muerta, segunda mayor reserva mundial de gas no convencional y cuarta de petróleo de ese tipo. "También, se están investigando otras zonas de hidrocarburos no convencionales posibles en el país", agregó.

Sin embargo, volvió a recordar lo que falta. "Se requieren importantes y urgentes inversiones en infraestructura para la exportación de petróleo, oleoductos, puertos, tanques; de gasoductos, para exportar gas natural a países vecinos, como Chile, Bolivia, Brasil y Uruguay; y la construcción de una o más plantas de licuefacción para exportar el gas de Vaca Muerta al mundo, con los gasoductos necesarios para esos proyectos".

Restaban, todavía, dos meses para que PAE anunciara su acuerdo con la noruega Golar para exportar GNL a partir de 2027. Primera movida que hizo el grupo, mientras define también su ingreso al proyecto, de u$s 50.000 millones, que harán YPF y Petronas en Río Negro.

"El crecimiento del gas natural en la matriz energética requiere desarrollar el GNL, debido al problema logístico que significa vincular a los productores con los mercados consumidores que no pueden ser conectados con gasoductos", afirmó.

Subrayó, una vez más, la necesidad de posicionar al país como un "proveedor confiable de largo plazo".

"Para generar confianza, atraer y fomentar inversiones, se requiere estabilidad. Reglas de juego claras, un marco regulatorio y una macroeconomía estables, donde se aseguren costos razonables y previsibles y se eliminen barreras burocráticas", amplió, ante varios de los principales ejecutivos de la industria energética local. "El Gobierno del presidente Milei va por el buen camino", elogió, en uno de los resonados respaldos públicos que hizo a la gestión del libertario.

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