El plan de Turkish Airlines para sobrevolar las dificultades económicas de su país

La aerolínea de bandera turca confía en amortiguar la situación económica doméstica ganando terreno en el plano internacional y en el segmento de vuelos corporativos.

Pese a las dificultades económicas que viene atravesando Turquía en el último año, su aerolínea estatal, Turkish Airlines, continúa decidida a posicionarse como una de las principales compañías aéreas del mundo. Para ello, apuesta a fortalecer su posición como aerolínea global, aprovechando su ubicación estratégica para conectar Oriente y Occidente, y a ganar terreno en el segmento de vuelos corporativos.

Con este último objetivo en mente es que celebró el martes 8 de octubre, en el hotel Hilton Bomonti de Estambul, una nueva edición de su Corporate Club Conference, la reunión anual de la compañía dedicada a los viajes de negocios. Se trata de la cuarta conferencia de este tipo que realiza la aerolínea, y contó con la asistencia de unas 1200 personas de 75 países del mundo.

La jornada se inició con la presentación de algunos datos destacados de la empresa y la evolución alcanzada en la última década. Entre ellos, se subrayó que durante 2018 Turkish Airlines realizó más de 493 mil vuelos, en los que trasportó unos 75 millones de pasajeros (9,5% más que en 2017), y alcanzó una ocupación de casi el 82% de su capacidad. El crecimiento es significativo si se considera que en 2009 la compañía efectuó unos 213 mil vuelos en los que transportó unos 25 millones de pasajeros a 156 destinos.

Sin embargo, el camino ascendente de Turkish Airlines se detuvo tras la brusca devaluación de la lira en agosto del año pasado. Prueba de ello puede verse en la publicación de su balance para el primer semestre del año, que reportó pérdidas por u$s 203 millones, y en la revisión de sus proyecciones para 2019. En enero, Turkish Airlines esperaba alcanzar los 80 millones de pasajeros en el año y obtener ingresos por ventas de pasajes por unos u$s 14.100 millones. Pero con la revisión, dada a conocer en septiembre, ahora espera 75 millones de pasajeros e ingresos por u$s 13.400 millones.

Fue un año inesperado, pero logramos manejar la crisis. La ocupación de la capacidad de carga cayó sólo 0,6% y el número de pasajeros en tránsito creció 3,5% , celebró el CEO de la aerolínea, lker Ayc, durante la apertura de la conferencia.

El CEO de Tukish Airlines, lker Ayc, conversó al inicio de la jornada con el periodista de la BBC, Aaron Heslehurst (izq).

El hecho de que el presidente de la compañía destacara estos números se explica por las desafíos que enfrentó Turkish Airlines para mantener la demanda para sus vuelos internos –entre enero y septiembre la cantidad de pasajeros transportados en vuelos de cabotaje cayó 7,5% interanual, pasando de 25,3 millones de pasajeros en los primeros 9 meses de 2018, a 23,4 millones en el mismo período del corriente año–. Esa caída, sin embargo, se vio compensada por un crecimiento en la demanda de vuelos internacionales, que en el mismo período aumentó 2,5% (de 32,2 millones a 32,9 millones). Así, la cantidad total de pasajeros de Turkish Airlines durante los primeros 9 meses del año se deterioró sólo 2%, pasando de 57,5 millones en 2018 a 56,4 millones este año.

Gracias a esta mayor demanda de vuelos internacionales, el total de pasajeros transportados por la aerolínea turca comenzó a recuperar los niveles pre-crisis (promediaba los 6,3 millones mensuales entre enero y agosto de 2018). Desde junio de este año, la aerolínea incluso está operando por encima de ese promedio, con un promedio de 6,9 millones de pasajeros mensuales. De hecho, en agosto último, la compañía logró su mejor marca histórica para vuelos internacionales, al transportar más de 4,6 millones de pasajeros.

Distintos motivos explican esta mayor demanda de vuelos internacionales. En primer lugar, Turkish Airlines escaló hasta el primer lugar entre las aerolíneas que vuelan a más países en todo el mundo: alcanza más de 300 destinos en 126 países. Un segundo motivo tiene que ver con su ubicación, neurálgica para la conexión de Occidente y Oriente, y su conectividad, ya que tiene unos 60 países a tan sólo tres horas de vuelo de distancia. Y en tercer lugar, el crecimiento se explica por la inauguración del nuevo aeropuerto internacional de Estambul, que comenzó a operar el 7 de abril último, y que apunta a convertirse en el aeropuerto más grande del mundo en cuanto a cantidad de pasajeros–proyectan alcanzar los 200 millones de pasajeros anuales una vez que finalicen las 4 etapas de la obra, hacia 2028–. Para la construcción de este ambicioso proyecto se proyectó una inversión de más de 10.000 millones de euros.

La otra apuesta de la aerolínea estatal turca es ganar terreno dentro del segmento de viajes corporativos. Para ello presentó, durante la jornada de este martes, su programa de beneficios Corporate Club, que en este 2019 está cumpliendo 10 años. Entre ellos, el vicepresidente senior de Marketing y Canales de Distribución Corporativos de la compañía, Mert Dorman, destacó que los miembros del programa (que representan un 10% del total de sus clientes) acceden a tarifas con descuentos, y cuentan con flexibilidad para cambios de pasajes y con beneficios y comodidades en los aeropuertos.

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