Vasconcelos: “La transición no será todo lo tranquila que se esperaba meses atrás

Dijo que la incertidumbre adquirió una “nueva forma” con la definición de la fórmula presidencial del oficialismo Scioli-Zannini que plantea nuevos interrogantes respecto de la intención de más continuidad de lo que se esperaba.

El economista Jorge Vasconcelos señaló que la incertidumbre sobre lo que sucederá cuando asuma el nuevo gobierno “adquirió una nueva forma” con la definición de la fórmula presidencial del oficialismo. Dijo que frente a este nuevo escenario “que plantea más continuidad de lo que se esperaba”, la transición no será tan tranquila como se especulaba.

En diálogo con radio Mitre, Vasconcelos opinó que “hay una combinación de factores que hacen que la transición no pueda ser todo lo tranquila como se esperaba, meses atrás.”

“La incertidumbre adquirió una nueva forma con la definición de la fórmula presidencial del oficialismo (Daniel Scioli- Carlos Zannini) que plantea nuevos interrogantes respecto de la intención de más continuidad de lo que se esperaba, agregó”.

En ese marco advirtió que “hay un problema muy serio de competitividad y eso se corrige con una política que trabaje sobre eso. Pero hoy el único objetivo de la política económica es tratar de incendiar un poquito más el consumo”.

Vasconcelos sostuvo que “las cosas no están bien arregladas, no se puede ser tan presuntuoso y asegurar una calma absoluta, ni una crisis absoluta. Pero la situación es delicada porque la base es muy frágil, y hay que ser consciente de eso”.

Hacer pronósticos realmente es muy difícil, lo que me parece útil es mostrar que la situación es frágil, que no es sólida y que vamos a ir y venir por turbulencias durante bastantes semanas. 

Con respecto a la herencia que el actual gobierno le dejara al que asuma en diciembre, dijo que lo que influye mucho es que la devaluación que se hizo en enero del año pasado salió muy mal. Por lo que existe un gran complejo de volver a devaluar.

Una devaluación mal hecha sería la peor de las soluciones, pero la mayoría de los precios tiene un dólar implícito mucho mas alto que 9 pesos. Por lo tanto una devaluación bien hecha no debería ser tan inflacionaria como fue la del 2014, que implicaría una política fiscal de mucha austeridad.

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