EL OFICIALISMO PERDIÓ EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES Y EN JUJUY; Y GANÓ EN SANTA CRUZ Y ENTRE R OS

Con el voto útil y Vidal, Macri hizo una gran elección y se metió en el ballottage con Scioli

El batacazo bonaerense de Cambiemos fue clave. Seis provincias fueron para el oficialismo. El FpV tendrá quórum propio en el Senado pero perdió diputados

Por primera vez, el futuro presidente argentino se definirá en ballottage. El candidato de Cambiemos, Mauricio Macri, logró convocar al "voto útil" y con una gran elección de la flamante gobernadora electa, María Eugenia Vidal, en la provincia de Buenos Aires jaqueó al postulante del Frente para la Victoria (FpV), Daniel Scioli, y lo empujó a una segunda vuelta electoral, el 22 de noviembre. Con el 88% escrutado al cierre de esta edición, el gobernador bonaerense se imponía por una diferencia acotada sobre el jefe del gobierno porteño, lejos incluso de sostener la ventaja que le había sacado en las elecciones primarias, dos meses y medio atrás. El candidato perdedor en la Provincia, Aníbal Fernández, era señalado en el oficialismo como uno de los principales responsables del resultado de anoche.


Otra de las causas del ballottage era la buena elección del candidato de UNA, Sergio Massa, que conservaba anoche el caudal de votos que había conseguido en las elecciones primarias. Cuál será su papel en la campaña que hoy comienza es una de las grandes incógnitas de cara a la próxima elección, en la que Scioli y Macri apuntarán a los más de cuatro millones y medio de votos que consiguió el tigrense, que además logró nutrir a su bloque de diputados nacionales.


Buenos Aires fue el golpe más duro para el oficialismo. Allí no sólo perdió Fernández, sino también intendentes históricos del Conurbano, como Hugo Curto (Tres de Febrero), Francisco Gutiérrez (Quilmes), Pablo Bruera (La Plata) y el sabbatellismo en Morón. Cambiemos ganó en la categoría presidente en todas las secciones electorales bonaerenses, excepto la Primera y la Tercera (norte y sur del Conurbano, respectivamente). Además, en el norte del país, una alianza multipartidaria que incluyó al PRO, la UCR y el massismo lograba consagrar como gobernador en Jujuy al radical Gerardo Morales, quien desbancó a Eduardo Fellner, histórico cacique local y actual presidente del Partido Justicialista.


Seis de las once provincias que elegían gobernador quedaron para el oficialismo. En Santa Cruz era electa Alicia Kirchner y Máximo Kirchner lograba una banca de diputado nacional; en Formosa, Gildo Insfrán conseguía su sexto mandato; en Catamarca reelegía Lucía Corpacci; en Misiones ganaba Hugo Pasalacqua; y en San Juan y Entre Ríos lo hacían Sergio Uñac y Gustavo Bordet, respectivamente. Mientras que La Pampa, Chubut y San Luis quedaban para el peronismo disidente, con las elecciones de Carlos Verna, Mario Das Neves y Alberto Rodríguez Saá. Todos resultados dentro de lo esperable.


Esa cosecha le permitía al oficialismo acrecentar más allá del quórum propio su bloque en el Senado, con una muy buena elección del santafesino Omar Perotti, que le ganaba a Carlos Reutemann y, entre ambos, relegaban a Hermes Binner al cuarto lugar, dejándolo sin una banca. Por Cambiemos, llegará además a la Cámara alta el ex vicepresidente Julio Cobos, que se imponía en Mendoza. En la Cámara de Diputados, en cambio, el oficialismo perdía lugares y quedaba a unas 20 bancas de distancia de la mayoría.


La vergonzosa demora en la difusión de resultados oficiales aun cuando el escrutinio avanzó rápidamente, junto a las expresiones mesuradas en el Luna Park, anticipaban desde temprano un mal escenario para el oficialismo. En ese contexto, Scioli fue el primero de los dos protagonistas en salir a hablar y sin decirlo confirmó lo que todo el ambiente político sabía extraoficialmente: habría ballottage. Su discurso no fue de festejo, sino de inauguración del próximo tramo de la campaña. Con fuerte impronta kirchnerista, habló de dos visiones en disputa y apuntó directamente contra su rival. "Si fuera por Macri no tendríamos Asignación Universal por Hijo, Anses ni YPF y le hubiéramos pagado todo a los fondos buitre", definió. Fernández no se dejó ver ni en el Luna Park ni en el Hotel Intercontinental, adonde recibió los resultados.


Macri y Vidal fueron la contracara. En Costa Salguero, junto a sus militantes, se mostraron eufóricos. El buen humor fue in crescendo a lo largo de la tarde. Temprano llegaron a creer que la actual vicejefa porteña perdería por poco y cuando caía la noche se confiaron en creer que estaban dando el batacazo en la Provincia. Ella fue la primera en hablar. "Esta noche estamos haciendo historia.

Hicimos posible lo imposible. Cambiamos resignación por esperanza", definió. La siguió Macri, perfilando la campaña de cara al ballottage: "Les agradezco a aquellos que votaron a otros candidatos. Les hablo a los votantes de Sergio Massa, de Margarita Stolbizer, de Nicolás del Caño, de Alfredo Rodríguez Saá (sic) y hasta de Scioli, con la esperanza de que se sumen", convocó, gaffe incluida al nombrar al puntano.


Su convocatoria al "voto útil" de las últimas semanas operó de forma llamativa, porque no desinfló a Massa pero aun así dio vuelta algunos resultados de las elecciones primarias. Uno de ellos, el de Córdoba (que representa el 8,68% del padrón nacional), adonde la alianza del tigrense y el gobernador José Manuel De la Sota se había impuesto en agosto por 38% a 35% sobre Cambiemos, y que anoche quedaba para Macri por 53% a 20% sobre UNA.


Lo que haga Massa en los próximos será una de las claves del ballottage. "Nosotros sabemos cuál es nuestro rol", aseguró anoche desde Tigre. Y agregó: "Nos van a encontrar en ese camino, en el de construir un cambio positivo e inteligente".


De los candidatos que quedaron en el camino (Nicolás del Caño, del FIT, lograba un 3,37%; Margarita Stolbizer, de Progresistas, un 2,63% y Adolfo Rodríguez Saá, del Peronismo Federal, un 1,73%) Massa es el único que tiene algo interesante para ofrecer. Y apostar.

Temas relacionados
Más noticias de Mauricio Macri
Noticias de tu interés