Vauthier: "Argentina debería avanzar rápido en una propuesta más flexible y atractiva"

Martín Vauthier, director de EcoGo sostiene que la negociación de cara al 22 de mayo para evitar el default debe encaminarse en forma urgente. Aún hay margen para mejorar la oferta a los bonistas, respetando los objetivos que se impuso el Gobierno, extender plazos y tener una deuda sustentable. 

Martín Vauthier, director de EcoGo, asegura que vencido el plazo del 8 de mayo sin acuerdo con los tenedores de bonos argentinos con legislación extranjera, aún queda margen para acercar posiciones y lograr una renegociación conveniente de los compromisos futuros. Pero admite que el tiempo es exiguo.

"Más allá que los tiempos son muy cortos, hay margen para presentar una propuesta, con un mejor valor presente, con una estructura más aceptable para los acreedores y sin resignar los principales objetivos del Gobierno", explicó Vauthier.

En ese sentido, recordó que para el Gobierno es clave que la deuda sea sostenible hacia adelante en términos de vencimientos en relación al PIB en los próximos años y, a su vez, despejar dos o tres años de compromisos como período de gracia.

Al respecto, sostuvo que si bien el Gobierno "trató de tirarles la pelota a los acreedores, creo que es el Gobierno el que debería avanzar rápido con una propuesta más flexible y atractiva en términos de lo que es el valor presente de los bonos".

En este punto, para Vauthier aunque hay algo de margen, "los tiempos están corriendo, por lo que ya es una especie de negociación contra reloj, y en ese sentido, obviamente, hay mucha incertidumbre".

Consultado sobre qué podría flexibilizar Argentina en los términos de su oferta inicial, el economista señaló que "hay algún margen por el lado de los cupones de interés".

En su mirada, el país recién comenzará a pagar intereses en 2023 y con una tasa muy baja. "Es un step up que va creciendo pero arranca muy bajo, ése quizá sería el principal mecanismo para mejorar la oferta en términos de valor presente, dar algo más de intereses", precisó.

También sería factible proponer la "capitalización total o parcial de intereses" en los primeros años, aunque admitió "el problema de capitalizar es que aumentaría el stock de deuda".

El Cronista quiso saber si es viable dar marcha atrás con la quita de capital, a lo que Vauthier explicó en su opinión, "la quita de capital la incluyeron para cumplir con la ley de Administración Financiera, que para reestructuraciones de deuda exige dos de tres requisitos, tiene que bajar la deuda, bajar los cupones de intereses o extender los plazos", por eso no ve viable reconocer todo el capital adeudado.

La otra opción es ofrecer algún instrumento adicional, como fue el cupón PBI en la renegociación de 2005. Pero la experiencia tuvo un costado negativo, según Vauthier. "En el canje de 2005 el instrumento terminó costando caro porque pagó mucho en años siguientes pero no mejoró el porcentaje de adhesión porque en ese momento el mercado no lo consideró como algo con valor y no mejoró el valor presente de la oferta".

De cara a este breve pero decisivo período de negociación que se abrió hasta el 22 de mayo, Vauthier considera muy relevante cómo empezó el Gobierno a jugar este partido. "Fue auspicioso el tono del comunicado que el Gobierno emitió hoy (por ayer), asumiendo que entiende los costos del default y que estaría buscando la negociación, pero de nuevo, ahí empiezan a jugar los tiempos", indicó.

Y volvió a insistir en la necesidad de que el Ejecutivo se mueva rápido. En la práctica, ya se está jugando en tiempo de descuento. Es que toda oferta debe estar abierta al menos 10 días, con lo que la nueva propuesta debería ser inminente.

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