Vargas Llosa respaldó a Macri: "Los remedios contra el populismo siempre son de mucho sacrificio"

El escritor peruano cuestionó a los gobiernos de ese estilo, consideró que la Argentina está siendo gobernada por una "generación generosa" y aseguró que "los países pueden elegir si quieren ser prósperos o si quieren ser pobres".

En un coctel exclusivo, que lo tuvo como epicentro, el escritor y ganador del Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa cuestionó a los gobiernos populistas, consideró que la Argentina está siendo gobernada por una "generación generosa" y aseguró que "los países pueden elegir si quieren ser prósperos o si quieren ser pobres".

"Creo que la política económica [de la Argentina] está muy bien orientada, aunque, pasar esta temporada difícil, por todos los escollos que tiene, debiera provocar un cierto crecimiento", dijo el Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, en un coctel ayer por la tarde, frente a referentes de la cultura, funcionarios de Cambiemos y periodistas.

"Al país lo veo mejor, con problemas en la economía, pero son los enormes sacrificios que se necesitan para dejar atrás el populismo", opinó el escritor peruano durante su visita en la Argentina, en un coctel organizado por la Universidad Siglo 21 y de la que participaron escritores como Federico Andahazi, Jorge Fernández Díaz y Gabriel Rolón; referentes de Cambiemos, como el ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich y el ministro de Cultura porteño, Enrique Avogadro, además del columnista de Clarín, Alejandro Borensztein, y su pareja, Viviana Canosa, y la productora Cris Morena, entre otros.

"Pasar esa temporada puede provocar cierto pesimismo en parte de la sociedad", dijo además el autor peruano que, en más de una oportunidad, dio a entender que ve con buenos ojos al actual gobierno de Mauricio Macri, y fue muy duro con los gobiernos populistas. Fue en este sentido que aseguró que "una de las cosas terribles" del populismo, es que "sus remedios" son "siempre de mucho sacrificio" para la población y que, al final, son los más desfavorecidos "los que tienen el peso mayor de ese sacrificio".

Por otra parte, a lo largo de su exposición, el Premio Nobel admitió que "los ciudadanos comunes y corrientes no tienen por qué tener una formación que les permita entender que los problemas de hoy se gestaron ayer". Y argumentó que, por este motivo, "tienden -muchas veces- a responsabilizar al gobierno que está reconstruyendo lo que estuvo muy mal construido y que fue irresponsable" en el pasado. Y se encargó de resaltar que este es un problema que no solo aqueja a la Argentina, sino que es frecuente en América latina.

 

Libertad

"Es muy importante considerar que la libertad es una sola", advirtió el peruano en otro tramo de la conversación que mantuvo con Alejando Roemmers, María Belén Mendé, rectora de la Universidad Siglo 21 y Juan Carlos Rabbat, presidente de la misma. Para luego aclarar que la libertad tiene que darse no solo en el campo político y social, sino también en la Economía.

Fue en este sentido que afirmó que una economía libre es aquella que se encuentra "abierta al mundo, que integre a un país a los grandes mercados del mundo". Además, opinó que si un país quiere prosperar y crear trabajo "todo lo que se ha ensayado ha fracasado, salvo eso".

Más adelante, expresó una idea que se encargó de reiterar en varias oportunidades a lo largo del coctel: "En este momento, la humanidad tiene un privilegio que no tuvo nunca. Los países pueden elegir si quieren ser prósperos o si quieren ser pobres".

Para luego agregar: "Los países que reforzaron la propiedad privada, la empresa privada, el libre mercado y se abrieron al mundo han avanzado. Pero claro, también se puede elegir ser pobre".

Corrupción

Al hablar sobre la situación de su país y los casos de corrupción que alcanzaron a todos los presidentes electos tras el fin de la dictadura de Fujimori, el autor de La tía Julia y el escribidor aseguró que los gobiernos democráticos no fueron lo que los peruanos "esperaban".

"Yo los apoyé, teníamos esperanzas de que ellos representaran algo muy distinto a la dictadura de Fujimori, y ellos respetaron la democracia, pero se limitaron a robar, con facilidad, precisamente, porque las instituciones en el Perú no son instituciones que cumplan con su función".

"Nuestras instituciones están muy corruptas, no precisamente porque sean democráticas, sino por la cantidad de dictadores corrompidos que hemos tenido y, entonces, eso ha viciado a las instituciones", se explayó más adelante.

Para luego acotar algo que le parece "más terrible" y es que "los mejores no quieren ir a la política", sino que, los mejores, "ven con asco la política", de acuerdo a su visión. Es por ello mismo que, dedujo, los mejores elijen desempeñarse en las empresas privadas.

"La política está en manos de incompetentes", remató.

De todas maneras, Vargas Llosa se mostró esperanzado cuando mencionó que, "por lo menos, ahora, están ocurriendo cosas que llevan a esos políticos a la cárcel. Antes, quedaban impunes. Ahora, por lo menos, están juzgados o en la cárcel". Y sentenció: "Eso es un progreso".

Ya casi al final de su exposición, que duró cerca de media hora, el escritor instó a convencer a los jóvenes de que la política "no es un sacrificio", sino que se trata de "algo generoso" y que es a través de ella que se pueden "cambiar la historia para mejor".

"Yo creo que en la Argentina, justamente, ha asumido toda una generación generosa, que quiere realmente cambiar a la Argentina, devolverle lo que fue en el pasado; ojalá sea así", remató.

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