Un espaldarazo judicialque apuntala el proceso de reunificación de la CGT

Fue un mensaje directo a la interna sindical. Una decisión que fortalece el poder de las grandes organizaciones sindicales en detrimento de aquellos gremios en formación o grupos de trabajadores que se organizan informalmente sin el paraguas de un sindicato con personería o inscripción gremial.

Así fue interpretado en el mundo gremial el fallo emitido ayer por a Corte Suprema de Justicia que dictaminó que sólo los sindicatos que posean algún reconocimiento legal están autorizados para convocar a la realización de huelgas y medidas de fuerza. De esa manera, las protestas dispuestas por organizaciones informales de trabajadores podrían ser consideradas como ilegítimas, lo que habilitaría sanciones y hasta el despido del personal involucrado en la medida por parte del empleador, según estableció el máximo tribunal en el caso específico que motivó la sentencia.

La decisión judicial fue interpretada ayer como un abierto respaldo de la Corte a los gremios enrolados en las tres vertientes de la CGT, que lideran Hugo Moyano, Antonio Caló y Luis Barrionuevo, embarcadas en un proceso de reunificación que espera ver la luz el próximo 22 de agosto. Ayer, desde los espacios cegetistas aplaudieron la posición de la Corte y, tras destacar que el fallo parece contradecirse con sentencias previas más favorables a la concepción de libertad o pluralismo gremial, consideraron que el nuevo pronunciamiento supone un reconocimiento a la defensa del modelo de unicato sindical.

"Lo correcto es que los trabajadores se expresen en forma colectiva y a través de las organizaciones con personería, que tienen instrumentos y mecanismos para consensuar y debatir medidas para fortalecer sus reclamos", indicó a este diario el dirigente de Sanidad y diputado del Frente Renovador, Héctor Daer, uno de los candidatos a liderar la nueva CGT reunificada.

En cambio, las dos CTA y otras organizaciones gremiales que pregonan en favor de un modelo de libertad sindical criticaron duramente el fallo de la Corte, al que acusaron de "atentar contra los trabajadores" y contra el objetivo de consagrar una mayor "democracia" gremial.

El máximo tribunal "ha hecho suya una interpretación corporativa de las normas laborales, supeditando el ejercicio de la huelga por parte de los trabajadores a la existencia de una voluntad expresada por una organización que requiere contar con un reconocimiento previo estatal. Es un claro retroceso que está muy lejos de favorecer la plena vigencia de la libertad y la democracia sindical en nuestro país", indicó el titular de la CTA Autónoma, Pablo Micheli. En sintonía, el asesor letrado de la Federación gremial de aceiteros, Carlos Zamboni, consideró que la sentencia "es una mala noticia porque muchas huelgas en empresas sin el visto bueno de algún sindicato podrían entenderse como ilegítimas".

En la CTA de los Argentinos, que encabeza Hugo Yasky, en tanto, buscaron evitar ahondar en la interna sindical y en la disputa con la vertientes de la CGT, y opinaron que la sentencia de la Corte "beneficia sobre todo al sector empresario". Al respecto, subrayaron que sus efectos limitarán la posibilidad de los trabajadores de recurrir a la herramienta del derecho a huelga dentro de su lugar de trabajo cuando sus reclamos no son avalados por el sindicato con reconocimiento legal.

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