UIA: la industria cayó 6,7% en mayo pero rebotaría en próximos meses

Acumula una contracción de 8,6% en el año. Pese a ello, la UIA espera que en el segundo semestre la actividad encuentre un piso por medidas de impulso al consumo privado y mejoras en el salario real

La relativa calma cambiaria y el shock de consumo que intenta el Gobierno todavía están lejos de empujar la producción en la industria manufacturera. Según un relevamiento de la Unión Industrial Argentina (UIA) -con datos de mayo- el mercado interno se mantiene en modo flat y las exportaciones de bienes industriales no despegan.

Pero en el segundo semestre podría haber un cambio de tendencia. Políticas de impulso al consumo privado, junto a la estabilidad cambiaria y mejoras en el salario real, "podrían implicar una moderada y heterogénea recuperación en los próximos meses", destaca el informe.

Sin embargo, el costo de financiamiento hoy es una traba para la producción. El crédito para el Sector privado No Financiero (SPNF), que mide créditos al consumo y a las empresa, se contrajo 23% en mayo en términos reales, mientras que el crédito para el segmento pyme retrocedió 29,2%. La tasa de adelantos en cuenta corriente se ubicó en 70%, aunque con una baja de 3 puntos porcentuales respecto del mes anterior.

"El nivel de las tasas de interés, la debilidad del mercado interno y el volumen de las exportaciones industriales están al tope de la agenda industrial, además de la elevada presión tributaria", señaló Miguel Acevedo, titular de la UIA, en diálogo con El Cronista.

El informe destaca que la producción industrial se contrajo 6,7% en mayo, en relación a 2018. La mayoría de las ramas de actividad orientadas al mercado interno registraron caídas ese mes, si bien en la entidad admiten que en algunos sectores "se dejó de caer". Inciden el relanzamiento del programa Ahora 12, la desaceleración de la inflación y la calma cambiaria.

Siete de cada diez sectores relevados, tuvieron caídas en el nivel de producción en el quinto mes del año, con bajas en la industria metalmecánica (7,3%), minerales no metálicos (6,2%), metales básicos (6,1%), un fuerte retroceso en la producción textil (19,8%), y un desplome del 35,4% en la industria automotriz. Por su parte, hubo mejoras en alimentos y bebidas (1,3%), productos químicos (3,1%), laminados en caliente (3,7%) y en frío (16%) y maquinaria agrícola (3,8%).

En ese contexto, las exportaciones de bienes industriales cayeron 0,7%, por menores precios, y con un Brasil que no tracciona como se esperaba.

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