Sin férrea convicción, el Mercosur busca cerrar el jueves el acuerdo con la Unión Europea

Es una semana determinante para avanzar en el acuerdo birregional. El Mercosur cerraría ahora un acuerdo político para seguir negociando el aspecto comercial pero Bruselas mantiene "demandas clave".

Cautela y aceptación. Así podría resumirse el clima que se vive hoy en las delegaciones de los países del Mercosur, que el jueves pasado comenzaron una nueva ronda de negociación con sus pares de la Unión Europea y esperan arribar esta semana a un entendimiento con el mayor bloque comercial del mundo.

El objetivo es sellar en estos días el acuerdo político para poder hacer un anuncio resonante. Una versión indica que podrían hacerlo el presidente Mauricio Macri y su par brasileño, Jair Bolsonaro, junto al presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, en el marco de la Cumbre de presidentes del G20 que tendrá lugar el 28 y 29 de junio en Osaka (Japón).

Otra alternativa es que el anuncio sea en Bruselas durante la reunión de ministros de Exteriores del jueves próximo, con los comisarios europeos de Comercio, Cecilia Malmström, y Agricultura, Phil Hogan.

En estos momentos están trabajando los equipos técnicos, que buscan limar los puntos de desacuerdo. Por el lado argentino, la delegación la encabezan el secretario de Relaciones Económicas Internacionales, Horacio Reyser; y la secretaria de Comercio Exterior, Marisa Bircher. Sin dudas, el aspecto comercial es el más complejo, en especial en lo que hace al capítulo agrícola.

La idea del Mercosur es cerrar ahora el acuerdo político y encarar en los próximos meses el aspecto comercial, que tomaría quizás hasta fin de año. En el Gobierno conocen la dificultad de abrir el mercado agrícola europeo, por la fuerte negativa de Francia, Irlanda y Polonia.

Pese a todo, es claro que Argentina quiere el acuerdo. Fuentes cercanas a la negociación precisaron que "todo viene avanzando bien, estamos en una de las instancias finales, pero definiendo los últimos aspectos del acuerdo".

La mirada oficial entiende que "es una gran oportunidad para el bloque", en especial porque implica "avanzar en un proceso que nos llevará a ser reconocidos como un país de credibilidad internacional, instituciones transparentes, modernas y eficientes". Desde los sectores productivos, en tanto, admiten que el proceso es irreversible pero piden tiempo para adecuarse antes de la apertura total.

Brasil también busca cerrar el acuerdo pero sabe que la escala de su mercado es el imán que atrae a los europeos, no sólo por el comercio sino también por las inversiones. Y está dispuesto a tensar la cuerda hasta último momento para obtener alguna ventaja adicional.

La discusión ahora parece estar en qué tipo de acuerdo se sellará. "Se va a firmar un acuerdo light, más por necesidad política que por los avances técnicos", explican analistas, en estricto off the record. Sería un acuerdo más bien institucional, con ciertas consideraciones específicas de cupos y cuotas en los dos bloques pero incluyendo la posibilidad de "seguir negociando hacia adelante", para ampliar luego beneficios arancelarios recíprocos.

Temas relacionados
Más noticias de Unión Europea

Las más leídas de Economía y Política

Destacadas de hoy

Noticias de tu interés