Sica: "La incertidumbre electoral nos pega en el riesgo país, pone presión a las tasas y afecta la recuperación"

El Ministro de Producción y Trabajo anticipó una desaceleración importante de la inflación núcleo, en especial en alimentos. Pronosticó que los salarios no perderán poder adquisitivo tras las paritarias y con inflación en caída.

Optimista por naturaleza, el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica considera que la economía está empezando a mostrar signos de freno en la caída y de un rebote a partir de las comparaciones de indicadores con el mes anterior. Sin embargo, aún con tenues señales positivas, al cierre del segundo trimestre no habrá que esperar una recuperación muy rápida en la actividad económica.

Para Sica las mediciones "están dando una desaceleración importante en la inflacion núcleo, en especial en lo atinente a los precios de los alimentos". Pero admite que es clave lo que ocurra en el mercado cambiario, para descomprimir la presión sobre los precios, que además, sufren el impacto de la incertidumbre electoral.

- El Gobierno dice que este año los salarios le ganarán a la inflación pero las paritarias están cerrando entre 28 y 30%, lejos de lo que sería la inflación anual

- Hay que mirar el año paritario y el año calendario. En general, estamos cerrando paritarias de mayo a mayo del año que viene y si uno mira los datos del REM (Relevamiento de Expectativas del Mercado) desde marzo viene con una expectativa a la baja. Con los datos de mayo a mayo de 2020 estaba dando en 30/32% y estamos cerrando paritarias entre 28 y 30% con cláusula de revisión. Cuando miremos diciembre de 2019 contra diciembre de 2018 me da la sensación que todos van a estar por lo menos acompañando la inflación.

-¿Esto depende de que el mercado cambiario se mantenga tranquilo?

-Depende del programa de consistencia fiscal y monetaria que estamos llevando, que el programa de bandas cambiarias siga dando los resultados que observamos, empezar a dar mayor estabilidad al mercado cambiario y que demos señales de combatir la inflación atacando las bases. Somos optimistas y estamos convencidos que lo que estamos haciendo va a dar resultado. Pero hay un tema temporal por venir con una inflación de la magnitud que traíamos, con los años de inflación que traíamos y la magnitud de los desequilibrios monetarios y fiscales. Es como frenar un tren bala a 260 km/h, hay una inercia que tiene que empezar a ceder.

-¿Cómo cree el Gobierno que terminará el año en materia de inflación?

-Es difícil hacer una estimación, acuérdese de que hoy no tenemos meta de inflación pero claramente, estamos observando una tendencia a la desaceleración. En mayo la inflación habrá sido menor que la que tuvimos en abril y este mes vamos a ver una baja mucho más consistente, porque no va a tener el impacto en bienes regulados. Además, la tendencia en las mediciones diarias está dando una desaceleración importante en lo que es la inflación núcleo, en especial en el sector de alimentos.

-No habrá más aumentos de tarifas pero quedan los aumentos frecuentes en combustibles

-Sí, queda combustibles pero la realidad es que lo que complica es el año electoral. La incertidumbre electoral, nos castiga en el riesgo país, le pone una presión a la tasa de interés local, afecta la velocidad de recuperación, asociada al consumo interno vía crédito. Los bancos ya empiezan a ver la expectativa a futuro de una tasa en baja, entonces empiezan a acomodar sus tasas. No va ser una recuperación en V pero comienza a dar señales de que la maquinaria empieza a moverse.

-¿La recuperación será en el tercer trimestre?

-Vemos un segundo trimestre mejor que el primero, y el primero, quizás ya hubiera terminado positivo respecto al cuarto de 2018, si no hubiésemos tenido un mes de marzo que cortó la tendencia y tuvo ese rebrote inflacionario. Con el impacto de marzo, tendremos un trimestre amesetado y deberíamos tener un segundo trimestre, en el que habrá impacto de la recuperación del agro y exportaciones, vía la mejora del sector alimenticio.

- ¿Cómo espera que evolucione el consumo?

-Claramente, si éste no hubiese sido un año electoral, hoy tendríamos un nivel de actividad mayor. Por nuestros indicadores macro, seguramente tendríamos un riesgo país menor, tasa de interés más bajas y un mayor nivel de actividad. A la vez, vamos a tener el impacto de la recomposición salarial y deberíamos tener un impacto en el consumo. Hay tres componentes que son la fuente principal de expansión del consumo: salario real, empleo y crédito.

-Teníamos los tres mal.

-Sí, es cierto. Ahora tenemos un proceso de recomposición salarial y estamos viendo una estabilidad en el tema de empleo, no está recuperando fuerte, pero está más o menos estable. En la medida en que recuperemos salario real y mantengamos la estabilidad del empleo, la variable que tenemos que empezar a observar es la recuperación del crédito. Con un dato adicional. La recesión de 2018 fue menos profunda que la de 2009 pero más larga, y además, vamos a salir de la recesión con política monetaria y fiscal restrictiva. Obviamente, la recuperación va a ser más lenta.

-Se espera que el próximo dato de desempleo ya se ubique en los dos dígitos. ¿Puede complicarse el mercado de trabajo?

-Por ahora no vemos un agravamiento de las condiciones de empleo, pero tampoco vemos una gran mejora. Por eso digo que vemos un mercado en términos estables, que no tiene todavía una recuperación del dinamismo en materia de creación de empleo, pero tampoco una aceleración de la tasa de destrucción de empleo.

-Entre los temas de agenda, claramente, la reforma laboral divide aguas. ¿Qué aspectos centrales quiere incluir el Gobierno en una reforma?

-En primer lugar, alrededor de ese tema hay mucho tabú y preconcepto ideológico. El nombre para unos implica flexibilización y pérdida de derechos, y otros lo miran como la posibilidad de contratar más trabajadores. Tenemos que dejar de hablar de reforma laboral, no hay algo así como "ésta es ´la´ reforma laboral para la Argentina". El mundo está discutiendo varios temas relacionados con el mercado laboral. En primer lugar, hay pérdida de dinamismo en la creación de empleo a nivel mundial, producto del avance tecnológico y precarización en modos laborales. Por otro lado, el mundo está viendo que el impacto de las nuevas tecnologías está generando nuevas formas de trabajo, cambiando hasta modelos tradicionales de hacer negocios y formas de producción. Un tercer elemento es lo que el mundo llama la precarización laboral o los salarios de pobreza, donde tenés sectores formales que en muchos casos no llegan a cubrir la canasta básica alimentaria, a pesar de ser trabajadores formales. Y el cuarto elemento, que forma parte de la discusión del mercado laboral son los regímenes de asistencia y previsión social. Claramente, tenemos un problema, en los últimos años de falta de dinamismo, mercados segmentados, baja tasa de contratación y mucho desempleo informal. Tenemos que sentarnos a discutir pero debemos hacerlo en un diálogo tripartito, sindicatos, empresarios y Gobierno, sin ideología, sin tabú, pensando que lo que tenemos que discutir es para favorecer el empleo y la protección del trabajador.

-La inflación hoy golpea fuerte a la gente y las empresas. ¿Cuál es la mayor preocupación del Gobierno en materia económica?

-El problema de la inflación no es sólo el impacto que tiene sobre el poder adquisitivo, es la destrucción de la moneda. Una economía sin moneda es una economía sin mercado de capitales y sin financiamiento para hacer crecer a las empresas. Este es uno de los objetivos que estamos mirando y por eso hablamos de la estabilidad macro. Por otro lado, en el corto plazo, está el tema de empleo. Todos sabemos que el empleo mejora cuando la economía se recupera pero en el corto plazo tenemos que cuidar el empleo, acompañar a todos aquellos que tienen problemas de empleo, capacitarlos, hasta que la economía empiece a dar señales de recuperación y de empuje en el nivel de actividad.

-¿El Gobierno va a convocar a un Consejo Económico Social con empresarios y sindicalistas?

-Tenemos diálogo y trabajamos en búsqueda de consenso todos los días. Por un lado, están las mesas sectoriales que venimos trabajando hace tres años. Por otro lado, el año pasado pusimos en marcha el programa Argentina Exporta y convocamos la Mesa Exportadora, con 19 cámaras, que ahora son 21 cámaras. Le pedimos a la CGT que se sume, todavía no nombró a nadie. En abril creamos una comisión del diálogo tripartito para el futuro del trabajo, convocamos a la CGT, la CTA Autónoma y la CTA de los Trabajadores, a diez cámaras empresariales, a todo el gobierno nacional.

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