Río 2016: Juegos Olímpicos bajo el signo del populismo

Río de Janeiro 2016 marcó un hito en la historia de los Juegos Olímpicos (JJOO) al convertirse en la primera ciudad latinoamericana que los recibió como sede. Los primeros juegos se celebraron en Olimpia, Grecia (776 A.C.). Once siglos después, el emperador romano Teodisio I los suspendió al considerarlos un espectáculo pagano (no cristiano). Fue en 1894, cuando el barón Pierre de Coubertin y la Universidad de la Sorbona de París, gestaron la versión moderna bajo un lema que exaltaba al deporte universal: citius, altius, fortius (más rápido, más alto, más fuerte). Algunas cifras reflejan lo ocurrido en Río 2016: 85 mil policías y soldados para la seguridad con ayuda internacional (más del doble que Londres 2012); u$s 12.700 millones en obras de infraestructura incluida la Villa Olímpica; 17 mil atletas e integrantes de delegaciones; 206 países en competencia; 1,17 millón de turistas, 410 mil extranjeros, 94% cubierto de la capacidad hotelera; 5 mil millones de televidentes y 25.721 periodistas; 187 millones de mensajes en Twitter, 131 millones de imágenes en Instagram y 277 millones de publicaciones en Facebook. Además, en el paseo marítimo de Río, fueron vendidos 500 mil litros de bebidas y 250 mil productos alimenticios. Pero detrás de estos números se esconde un entramado de corrupción sobre las obras públicas.

Según la agencia Reuters algunas de las grandes firmas de ingeniería involucradas en la pesquisa de Petrobras muy probablemente habrían violado leyes contra la fijación de precios y sobornos en los acuerdos para construir las sedes olímpicas. La revista Época informa que ejecutivos de una empresa habrían pagado u$s 13 millones al presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, a quien los fiscales acusan de recibir sobornos en contratos de la petrolera estatal. Según el diario Folha de Sao Paulo, de las 20 compañías investigadas en el escándalo del Petrolao, 5 son adjudicatarias de obras para los JJOO 2016, entre ellas, Odebrecht, la mayor empresa de ingeniería de América Latina, cuyo presidente ejecutivo, Marcelo Obedrecht, fue encarcelado en junio de 2015, a la espera del juicio. Otra investigación busca esclarecer el posible desvío de u$s 24,3 millones en las obras de infraestructura del llamado Parque de Deodoro, que albergó a atletas de diferentes disciplinas.

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, suspendida en sus funciones en medio de un juicio de destitución, así como su antecesor, Luiz Inácio Lula da Silva, declinaron de participar en los JJOO. "Me siento madre de estos Juegos", declaró Dilma Rousseff, quien destacó al expresidente Lula da Silva, su padrino político y promotor de la candidatura de Río, diciendo "es el padre" del torneo olímpico. Ambos estuvieron ausentes en Río porque no soportaban ser meros espectadores. "Se olvidaron de mí y me di cuenta de que no habría Juegos Olímpicos si no fuera por mí", señaló Lula con nostalgia.

La designación de Río como sede olímpica se concretó en 2009, durante el 2do. mandato de Lula. Michel Temer, el sucesor de Dilma desde el 12 de mayo, también acusado de corrupción, fue abucheado durante la ceremonia inaugural. Lula acusa a Temer de haber organizado un golpe y una ruptura democrática. En tanto, la Policía Federal brasileña acusa a Lula por cargos de corrupción, lavado de dinero y falsificación, junto a su esposa, Marisa Leticia, a quienes les imputan haber ocultado la compra de un apartamento de lujo en una playa, bajo la pantalla de la constructora OAS, una de las empresas implicadas en el caso de la petrolera Petrobras. El Senado brasileño inicio el jueves la etapa final del impeachment contra Dilma Rousseff, acusada de disfrazar las cuentas públicas de forma ilegal entre 2014 y 2015, ocultando el déficit fiscal. En caso de no haber sorpresas de último momento, si se reúnen 54 de los 81 votos, Dilma será destituida e inhabilitada para ocupar cargos electivos por 8 años. Lula tras una reciente visita a Dilma dijo: "Ni en los peores momentos imaginé lo que está ocurriendo". Antes, el alemán Thomas Bach, presidente del COI, declaró: "Los Juegos no están dentro de una burbuja", a la par que obedecía al juez brasileño que autorizó el uso de pancartas políticas en los estadios, como aquel que rezaba: Fora Temer Según la Real Academia Española, populismo significa: "Tendencia política que pretende atraerse a las clases populares". Esta definición encierra una fórmula para sintetizar las acciones de los gobernantes de todas las épocas, en sus intentos por crear ante la sociedad un escenario imaginario para disimular los contrastes de la realidad, usando a la antorcha olímpica como estandarte.

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