M S PRESIÓN IMPOSITIVA Y DÉFICIT FISCAL DE 0,5% DEL PBI

Retenciones son clave en el Presupuesto pero no garantizan el déficit cero

Gran parte del ajuste fiscal previsto en 2019 responde a la suba de impuestos y el menor monto destinado a inversión pública. Pero ni siquiera así cerrarían las cuentas

El proyecto de Presupuesto 2019 se basa en supuestos y estimaciones, que buscan alcanzar el objetivo de equilibrar las cuentas públicas y determinar la distribución de partidas. Pero también, como todos los años, el Presupuesto nacional sobreestima algunos ingresos y la subestima ciertos gastos.

Como muy pocas veces en la historia económica argentina, el objetivo de déficit cero adquiere esta vez un carácter crucial para el Gobierno. Planteado como una precondición para conseguir el acompañamiento financiero del Fondo Monetario Internacional (FMI), en momentos en que los mercados voluntarios de deuda se han endurecido para los mercados emergentes, el Ministerio de Hacienda parece apelar a lo que alguna vez un superministro de Economía calificó como "contabilidad creativa".

"El ajuste fiscal, equivalente a 2,6 puntos del PIB, para llegar a un equilibrio primario en 2019, se basa en mayor medida en una suba de tributos (explica 50% del ajuste), luego en una caída del gasto de capital nacional (23%), en el traspaso de gastos en subsidios a las provincias (15%), en menor gasto de capital en provincias (8%), y finalmente en un menor gasto corriente nacional (4%)", explica un informe de la Fundación Mediterránea.

Es que para lograr el equilibrio primario de las cuentas públicas, antes del pago de servicios de la deuda, la "ley de leyes" plantea un ahorro de 2,6% del PBI, basado en un incremento de 1,3% del PBI en los ingresos, con un aporte del 1,1% del PBI en derechos de exportación, y una baja de otro 1,3% en menor gasto público (0,56% del PBI en inversión pública y 0,44% del PBI por traspaso de subsidios al transporte y la energía a las provincias).

"Además, el proyecto de Presupuesto deja abierta la puerta para que el Poder Ejecutivo aumente los derechos de exportación hasta el 33%, si fuese necesario", destaca la Fundación Mediterránea.

Todos los análisis sobre el proyecto de Presupuesto 2019 valoran el objetivo de eliminar el déficit primario, no obstante, gran parte del esfuerzo vendrá por el lado del sector externo. "El único componente dinámico del año electoral serían las exportaciones, ya que tanto el consumo agregado como la inversión mostrarían importantes contracciones (2% y 10%)", apunta un informe de Ecolatina.

Al respecto, la consultora asegura que "por el lado de la recaudación, el aporte de las nuevas retenciones a las exportaciones de bienes y servicios luce sobreestimado". Esto sería, en primer lugar, porque "no parece consistente un crecimiento de casi 20% interanual de las exportaciones de bienes con un tipo de cambio casi planchado". Ecolatina prevé un aumento de las ventas externas cercana a la mitad de ese porcentaje. Pero, además, la economía de Brasil, el principal socio comercial, "no despegará", sólo tendría un crecimiento de 2,5%, mientras que se mantendrá "un contexto internacional agitado" que no parece llegar a su fin, influido por la guerra comercial entre Estados Unidos y China.

Pero en un horizonte de elevada inflación en 2019, aunque las retenciones hagan su aporte, el déficit primario se mantendría en 0,5% del PBI. Así, "el Presupuesto puede ser la llave para garantizar próximos desembolsos del FMI, pero eso no significa que automáticamente las cuentas fiscales cierren el año que viene en equilibrio primario", concluye Ecolatina.

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