"Queremos confluir en el movimiento obrero y consolidar una central opositora al macrismo"

El dirigente social avisa que los movimientos populares buscarán un diálogo formal con el Gobierno nacional y disputar un espacio de poder en una CGT que conciben más hostil

La agenda de los movimientos sociales no se detiene. Tras movilizarse el 21 de febrero contra el Gobierno, advierten que el próximo paso será ir por la unificación en una suerte de sindicato de trabajadores de la economía informal, para luego discutir una cuota de poder al interior de la CGT. Frente a la divisada fractura, y una conducción obrera que podría firmar una tregua con el macrismo, el coordinador de Barrios de Pie, Daniel Menéndez, advierte que su espacio, al igual que la CTEP y la CCC, quiere una central obrera combativa al oficialismo.

 

¿Cómo ven al país, hoy?

Sin duda, hay una falta de resolución de problemas estructurales en puntos donde podríamos haber avanzado. Aun con crecimiento, hay un núcleo duro de pobreza, del 25%, que no se pudo saldar.

¿Esta adversidad los fortalece de cara a la sociedad?

Con el macrismo irrumpimos en la escena como un actor importante. Durante el kirchnerismo se consolidó una situación de pobreza, que se invisibilizó, como el trabajo precario.

¿El macrismo invisibiliza?

No. Pero con sus políticas agrava una situación que requiere, más que nunca, de una mayor unidad, y de una articulación con las centrales obreras.

Como ocurrió el 21-F...

Así es. Por eso hemos avanzado en una articulación con la CGT y un acercamiento formal, como parte del movimiento obrero. Hoy se necesita la perspectiva del excluido, del que se rebusca en la vida, y que sea reconocido como trabajador.

¿Cómo plantean ese camino?

Entre los movimientos sociales aspiramos a ir un paso más, confluyendo en un espacio de sindicato, de unión de trabajadores, que pueda darle más potencia al sector.

¿La unidad "piquetera", y de allí a la CGT?

Ese es un camino. Nosotros concebimos una CGT opositora al macrismo, heterogénea, con distintas expresiones en su seno. Hay un proceso que genera cada vez más exclusión en el mundo del trabajo. La robotización destruye empleo, y eso lo debemos discutir.

¿El Gobierno da una discusión sincera al respecto?

El capitalismo no genera la cantidad de trabajo necesaria para la población económicamente activa. Hay menos trabajo, pero más generación de riqueza concentrada, y así se genera exclusión. La gente no vive del plan social o del subsidio, sino de una economía de subsistencia, que debemos mostrar para avanzar en nuevos derechos. También, la discusión de institucionalizarnos pasa por ser parte del Consejo del Salario Mínimo, ya que la ley de Emergencia Social estableció que los programas de empleo estén atados al salario mínimo. Nuestra "paritaria" tiene que ver eso.

¿Unidad en un sindicato, y después qué?

Vamos a promover una caravana en mayo para impulsar la ley de emergencia alimentaria. Queremos hablar de la dieta de mala calidad, que se expresa en la malnutrición o la obesidad.

— ¿Qué pasa hoy en los barrios con la violencia y la “doctrina Chocobar ?
— Lamentablemente, cada vez está más instalado el narco como actor social: echan raíces, lo que provoca una disputa cuerpo a cuerpo desde los movimientos sociales contra ese actor. Lo de Chobocar no es más que un esquema de control social hacia los pobres, que busca no solo hostigarlos en las manifestaciones, sino también en la vida cotidiana.

— ¿Qué opinan las mujeres pobres cuando se habla del aborto?
— Yo creo que hay que despenalizar a la mujer que opta por abortar. Pero en el barrio adquiere otra densidad: no tiene la carnadura que puede tener en la clase media. Las familias más humildes se realizan a través de un hijo. Allí están privadas de todo. La aspiración más a mano de las pibas es tener un hijo, y desde allí se defienden y lo hacen un elemento central de su vida.

— ¿Se imagina a este gobierno dándoles la personería gremial?
— Ya existe un reconocimiento a través de la personería social, que hizo la CTEP y que nosotros queremos profundizar. Eso nos permitiría ser parte incluso de una discusión formal con el Estado. Hay muchos gremios actuales que tienen esos reconocimientos, y a partir de allí les permiten discutir las paritarias..

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