Por la inflación, el consumo masivo cayó 9,4% en septiembre

La creciente brecha entre inflación y poder adquisitivo de los salarios continúa deprimiendo el consumo masivo, que ya se encuentra en niveles muy cercanos a 2003, el peor indicador desde 1996.

La leve desaceleración de la caída del consumo que tuvo lugar en agosto fue apenas un soplo de aire fresco, al calor de algunos incentivos al consumo implementados por el gobierno tras la devaluación que siguió a las PASO. Pero más temprano que tarde, la realidad se impone.

El consumo masivo registró un fuerte retroceso en septiembre del orden del 9,4% en relación al mismo mes de 2018. Se confirma una tendencia que arrancó en abril pasado, con descensos mes a mes, salvo en agosto. Los datos corresponden al último relevamiento de Scentia.

El acumulado de nueve meses llega a 7,6% y las proyecciones para 2019 tienen un piso de caída del 8%, e incluso podría ser algo más.

"Este año no va a ser muy distinto a lo que está pasando en septiembre o lo que ocurrió en julio", indicó Osvaldo Del Río, director de Scentia. Para el experto, lo de agosto fue una situación atípica relacionada con dos factores.

"Por un lado, después de la devaluación la gente salió a stockearse de productos no perecederos, por eso agosto fue menos negativo". Pero además, muchos consumidores "se volcaron, en gran medida, a la compra de productos exentos de IVA", precisó el experto.

Esto explica, que en septiembre el precio promedio ponderado haya crecido 52,2% en términos interanuales, una desaceleración respecto del 54,4% de agosto. Para Scentia las caídas mas significativas ese mes se registraron en Bebidas sin Alcohol, Perecederos + Frío y Limpieza de Ropa y Hogar.

En el desagregado por canales, hubo una contracción de 11,8% en autoservicios independientes, frente a una caída de 6,9% en supermercados. Mientras que los autoservicios registraron caídas similares a nivel nacional, el consumo en supermercados mostró una baja más pronunciada en el interior.

Para la consultora el consumo masivo ya lleva quince meses consecutivos en terreno negativo. "Hasta el primer semestre del año había 21/22 puntos de distancia entre el crecimiento de la inflación y el del salario, por lo tanto eso afecta directamente el consumo", señaló Del Río.

En el país hay 27 millones de personas con algún tipo de ingreso. El analista destacó que el 91% de ellos recibe entre 0 y $ 37.000 por mes y es responsable del 87% del consumo masivo. Por eso "si esta gente no tiene capacidad de compra, el consumo no reacciona", precisó.

El consumo se recupera o se retrae dependiendo de la distancia existente entre el comportamiento de la inflación y el de los salarios. A medida que se reduce la brecha, se desacelera la caída del consumo y cuando llegan a cruzarse ambas líneas el consumo empieza a dar positivo. Pero hoy esa brecha cada vez se ensancha más.

Hacia adelante, las perspectivas no son muy alentadoras. "Esto va a continuar así este año y el año que viene también. Hasta que la inflación no esté controlada, en alguna medida, y se logre que los salarios al menos le igualen el ritmo, el consumo va a seguir cayendo", pronosticó Del Río.

Para todo el año el experto estimó una caída entre 8% y 8,5%, "aún asumiendo que diciembre, ya con un nuevo presidente e inyectando plata en el bolsillo de la gente, sea un buen diciembre", indicó.

En relación al lugar común que suele dominar los análisis económicos en tiempos de crisis, el director de Scentia explicó que la consultora analizó la serie histórica tomando como base cero 1996 y en esa progresión "el peor año no fue 2001 ni 2002, sino 2003, cuando se profundizó la crisis".

Y en ese punto destacó: "Hoy estamos 24% arriba en consumo respecto de 2003, pero si se considera el incremento poblacional del 17%, estamos en torno a 7% en consumo per cápita por encima de ese peor año".

Temas relacionados
Más noticias de Consumo Masivo

Las más leídas de Economía y Política

Destacadas de hoy

Noticias de tu interés