EN EL TRIMESTRE BAJARON AMBAS VARIABLES, QUE ERAN CLAVES EN ACUERDO SECTORIAL

Por el dólar y el crudo, la suba de combustibles aún es incierta

Está prevista una revisión de precios en abril, pero sólo la aceleración de la inflación (6% en tres meses) ameritaría un nuevo ajuste en las bocas de expendio

A menos de dos semanas de que empiece el segundo trimestre, los actores del sector petrolero todavía no saben si podrán subir los combustibles en abril. En enero, luego del aumento del 8%, se comprometieron a revisar cada tres meses los precios, pero el ajuste que correspondería aplicar en los próximos días todavía es incierto.


Mientras todos los involucrados mantienen el hermetismo, los dueños de estaciones de servicio piden una actualización en línea con la inflación del primer trimestre (en torno al 6%).

El acuerdo que se alcanzó el 11 de enero preveía que los combustibles se incrementarían en los primeros días de cada trimestre, en base a tres variables claves: el precio internacional del crudo, el tipo de cambio y la inflación local. De estas, solamente la inflación tuvo un movimiento que justifique un alza en los precios: fue de 3,8% en el primer bimestre. Y según cálculos privados, superará otra vez el 2% en marzo, con lo que sería del 6% en todo el trimestre.

Por el contrario, el dólar bajó en estos meses, presionado por los ingresos extraordinarios del blanqueo, y cayó hasta $ 15,94 (al cierre de ayer) desde los $ 16,30, precio al que se conseguía un billete de la moneda estadounidense a comienzos del año.

A su vez, el petróleo, empujado por el crecimiento de las reservas en Estados Unidos, se desplomó desde la última semana de febrero, cuando un barril de la modalidad West Texas Intermediate (WTI, crudo liviano que cotiza en el mercado de Nueva York) costaba u$s 54,45. El 11 de enero su precio era de u$s 52,25 y ayer cerró a u$s 48,22.

Con este panorama, no habría razones significativas para un nuevo ajuste, aunque fuentes de las petroleras dicen que el aumento del 8% en enero sirvió apenas para compensar la inflación de 2016 (ya que el año pasado los combustibles subieron un 31%) pero no la devaluación, mayor al 60%.

Según representantes del sector, aún no hay "nada concreto". La mesa de discusión se conformaría en los primeros días del siguiente mes y estará integrada por el Ministerio de Energía y las compañías petroleras (productoras y refinadoras).

La incertidumbre reina en estos días, tal como transmiten las compañías. Allí late el recuerdo del año pasado, cuando estaban previstas subas en agosto, que luego se postergaron hasta noviembre y quedaron, al final, en la nada.

El CEO de YPF, Ricardo Darré, fue abordado por inversores hace unas semanas en medio de la presentación de los resultados de 2016 y respondió: "No cambió ningún término del acuerdo. Estamos a más o menos un mes de cualquier potencial nuevo incremento de precios para el mercado local".

Carlos Gold, presidente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (Cecha), que agrupa a las cámaras de expendedores, afirmó: "No sabemos nada. El aumento de enero sirvió para empardar la inflación de 2016 y, lo más simple, es que en abril también se ajusten los combustibles por inflación". Si se tomara en cuenta solamente esa variable, la suba debería ser mayor al 5%. "Si observamos todo, no habría motivos para un incremento", dudó Gold.

Por la variación en el tipo de cambio, lo cierto es que el precio en dólares de la nafta se volvió más caro en este trimestre. Y, por otro lado, el derrumbe del crudo a nivel internacional se volvió un problema para el Gobierno, que soñaba con desactivar el barril criollo, un subsidio para sostener la producción local que desaparecerá cuando el precio del barril supere sostenidamente los u$s 56,50.

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