Por Vaca Muerta, YPF suma un horno gigante 100% argentino en Mendoza

La petrolera estatal compró un horno de 270 toneladas para su refinería de Luján de Cuyo, Mendoza, al gigante IMPSA (ex Pescarmona).

Los recursos petroleros que se encuentran depositados a unos 3000 metros por debajo de la superficie atraen no solamente millonarias (aunque todavía escasas) inversiones para extraerlos, sino que derraman hacia toda la cadena.

Por las extraordinarias previsiones, el gigante argentino IMPSA, ex Industrias Metalúrgicas Pescarmona, volvió después de 15 años a ser un proveedor del sector oil & gas.

La fábrica argentina más grande de insumos para la industria energética, con sede en Godoy Cruz, Mendoza, entregará este lunes un horno de 270 toneladas para la refinería que la petrolera estatal YPF tiene en la localidad mendocina de Luján de Cuyo, a unos 30 kilómetros.

Para el envío, los gobiernos municipales dispusieron un operativo que mantuvo cortada por tramos la Ruta Nacional 40 desde el sábado a las 8, y que terminará hoy a las 18.

El horno CH1 de la unidad "Crudo y Vacío" permite calentar el petróleo que está siendo procesado a temperaturas de 380 a 400° para ponerlo en condiciones de ser destilado. En los días previos a las Fiestas de diciembre del año pasado, IMPSA se hizo del negocio a través de un proceso de licitación, que obligó a algunos ejecutivos de la empresa a postergar sus vacaciones.

Con 28 metros de alto, 22 de largo y 9 de diámetro, el horno que estuvo listo en apenas 4 meses gracias al trabajo de 136 personas conseguirá la vaporización de la mayor parte de la mezcla de hidrocarburos que contiene el petróleo crudo (propano, butano y naftas, por ejemplo) y dejará en estado líquido a fracciones pesadas como el asfalto, que se reprocesará en otra torre.

Juan Carlos Fernández, CEO de IMPSA, sostuvo: ""Este proyecto nos abre nuevamente las puertas al mercado petrolero, del cual IMPSA fue uno de los más importantes jugadores durante 35 años pero estuvo ausente durante los últimos 15. Los planes de desarrollos que se están desencadenando a partir de Vaca Muerta muestran un mercado potencial muy importante y no queremos estar ajenos".

La ex compañía de Enrique Pescarmona había producido equipos para refinerías y plantas petroquímicas, pero hace 15 años decidió concentrarse en su core business, que es la fabricación de turbinas para represas hidroeléctricas en el exterior (instalaron más de 200 turbinas en 40 países por unos 50.000 MW de potencia, con el sudeste asiático como estrella), mientras había carencia de proyectos petroleros en Argentina, según explicó Fernández a Cosechas y Negocios, en Radio Con Vos.

El CEO de IMPSA, que vivió durante 18 años en Malasia, ve un importante panorama de negocios para la metalmecánica y los servicios en general en Argentina gracias a la obligación de que las refinerías cumplan estándares europeos de calidad en combustibles (reducción de azufre, principalmente), para lo que las petroleras deberán invertir miles de millones de dólares.

IMPSA, que tiene 112 años en el país y una planta laboral superior a las 750 personas, fue reestructurada en abril del año pasado por una deuda acumulada mayor a los u$s 1100 millones. El 65% quedó en manos de un fideicomiso controlado por los acreedores, mientras que el 35% restante lo mantuvo la familia Pescarmona.

En los últimos meses, IMPSA se instaló fuerte en los medios por su competencia contra Voith Hydro Brasil, la subsidiaria de la compañía alemana que busca construir 3 turbinas tipo Kaplan para sumar 276 MW en el brazo Aña Cuá de la represa hidroeléctrica binacional Yacyretá, compartida por Argentina y Paraguay.

Además, en otras unidades de su planta en Mendoza, IMPSA finaliza la construcción del primer reactor nuclear argentino para la generación de energía atómica con el Proyecto Carem, que agregará 25 MW.

También firmó con el gobierno de Mendoza, la Universidad de Cuyo y el Instituto Nacional de Tecnología Industria (INTI) un convenio de cooperación tecnológica para promover el desarrollo de las energías renovables (el acuerdo contempla el diseño y fabricación de un aerogenerador eólico de 4,6 MW), y creó el área de Inteligencia Artificial para mejorar sus procesos de producción y lograr diseños más competitivos.

Cómo fue el megaoperativo

Para la entrega del horno, desde su salida de la planta de IMPSA hasta la llegada a la refinería de YPF, participaron la Policía Vial de Mendoza, Gendarmería Nacional y la Dirección de Tránsito de las municipalidades que intervienen (Godoy Cruz y Luján de Cuyo), con cortes de ruta y tránsito en media calzada, para facilitar el recorrido y la logística.

El operativo se empezó a planificar desde febrero. Se necesitaron 10 móviles policiales y 2 vehículos guías de Transapelt, la empresa propia de IMPSA encargada del traslado.

También hizo falta un tractor principal con una formación (carretón) de 12 líneas, 2 tractores de apoyo y 1 tractor hidrogrúa. Para la remoción de carteles en la Ruta 40 se utilizaron 2 hidrogrúas de 20 y 40 toneladas.

Como el 90 % de la red de tendido de cables aéreos que se encuentran en el recorrido está por debajo de la altura del horno, se programaron y coordinaron las cuadrillas correspondientes a todas las empresas de servicios de energía, telefónica e internet que interfieren en el recorrido a los fines de que permitieran levantar o cortar provisoriamente las líneas que correspondan.

"Todos los servicios se irán reparando inmediatamente luego del paso del transporte para cargas sobredimensionadas", comunicaron en IMPSA.

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