Los industriales alertan por el impacto de los nuevos acuerdos del Mercosur

Los empresarios del sector manufacturero coinciden en que es mejor negociar desde adentro del bloque y admiten que Brasil debió haber variado su posición tras la irrupción de la pandemia.

La decisión del Gobierno argentino de retirarse de las negociaciones que lleva adelante el Mercosur cayó como un balde de agua fría entre los empresarios, en especial del sector industrial.

Si bien hay un fuerte cuestionamiento a los avances del acuerdo del bloque con Corea del Sur, una negociación que podría estar concluida para mediados de año, la autoexclusión de la agenda del Mercosur en materia de acuerdos comerciales tampoco es gratis, sostienen.

Fuentes del sector privado entienden que habrá que prepararse para una competencia desigual por acceder a nuevos mercados con aranceles diferenciales respecto de los socios del bloque y, además, esos productos que entrarían al Cono Sur sin arancel o con una alícuota baja, podrían llegar al país "triangulados" desde Brasil, Paraguay o Uruguay.

El nivel de preocupación es tal que hubo intensos contactos entre empresarios todo el fin de semana, tras conocerse la decisión argentina de quedar al margen de las negociaciones en la tarde del viernes. Hoy el tema se tocará en sendas reuniones de Comité Ejecutivo en la Unión Industrial Argentina y la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal).

Si bien hay cierto consenso en poner un pie en el freno en el diálogo con Corea del Sur, admiten por lo bajo que la medida puede implicar un costo adicional a una industria local que viene muy golpeada por el freno de la actividad en la cuarentena.

El pasado jueves, en vísperas del anuncio oficial argentino de mantenerse al margen de nuevas negociaciones del bloque, la Unión Industrial Argentina (UIA) y la Confederación Nacional de la Industria (CNI) de Brasil firmaron una declaración conjunta, en la que expresan su "gran preocupación", por el impacto de un eventual acuerdo con Corea del Sur.

Pero dejar las negociaciones tampoco tranquiliza. "Estamos fuertemente impactados por la decisión de no seguir en nuevas negociaciones y varios integrantes de Copal pidieron un análisis urgente del tema", admitió Daniel Funes de Rioja, titular de la entidad. La industria de alimentos y bebidas es uno de los sectores más expuestos ante la apertura, sostiene.

Fuentes del sector fabril indicaron que el Mercosur requiere una nueva mirada estratégica, y apuntaron que "lo de Brasil es muy difícil de acompañar, porque tiene una mirada ingenua y aperturista en el contexto de la pandemia".

Para José Urtubey "el mundo tuvo un cambio radical, que por lo menos amerita poner un pie en el freno" y explicó que "no hay que acelerarlas estas negociaciones e incluso suspenderlas" hasta ver la profundidad de la pandemia.

José Luis Lopetegui, secretario de comercio exterior de CAME, sostiene que "no es bueno que en un bloque uno se despegue solo y encima para no firmar, porque nos estamos excluyendo también de los mercados". Y explica "siempre es mejor negociar desde adentro".

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